5 momentos en la filmografía de Leonardo Sbaraglia

Proveniente de una familia que lo llevó a transitar la actuación desde la sangre; Leonardo Sbaraglia comenzó su carrera desde muy joven, realizando un interesante camino desde ser el típico galán de telecomedia juvenil a ser considerado uno de nuestros intérpretes más versátiles en la actualidad.

Su trayectoria fue variando en estos treinta años que ya lleva delante de las cámaras. En televisión, en teatro, o en cine; en Argentina, en el viejo continente, o pisando tímidamente en Hollywood; al carisma innato le sumó un enorme e indiscutible talento.

Por estas razones, aprovechando que esta semana estrena su último film Nieve Negra en un complejo duelo actoral con Ricardo Darín (de quien ya repasamos su filmografía fundamental AQUÍ); nos metemos en los que, para nosotros, son los cinco momentos en la filmografía de Leonardo Sbaraglia.

La Noche de los Lápices

Daniel posa con su carnet de boleto secundario. No sabe el costo que tendrá.

El film de 1986 dirigido por Héctor Olivera no es sólo un emblema del cine testimonial argentino, fue también un semillero de actores y actrices de la talla de Alejo García Pintos, Pablo Machado, Adriana Salonia, Pablo Novak, y hasta Diego Korol; claro, también lo fue para Sbaraglia.

Un año antes de ser el rompecorazones Diego de la tira Clave de Sol, fue Daniel, uno de los chicos secuestrados, desaparecidos, y muertos, durante la última dictadura militar por reclamar el boleto secundario.

Fácilmente reconocible, el film de Olivera fue una prueba de fuego para el carácter del actor; y si bien no es su protagonista (rol que se disputan entre Pintos, Novak y Vita Escardó); vale la mención al ser el inicio de una carrera de fuertes desafíos.

Caballos Salvajes

Pedro inicia un viaje hacia el Sur Patagónico y a su propio interior.

Luego de un paso firme por la televisión y roles secundarios, pero de importancia en el cine; este film dirigido en 1995 por Marcelo Piñeyro (con quien ya había filmado Tango Feroz y repetiría en Cenizas del Paraíso y Plata Quemada) fue su primer protagónico cinematográfico.

Leonardo es Pedro, el empleado bancario que vive en una burbuja yupie que se rompe a los pocos minutos de iniciada la historia cuando decide jugarse su pellejo y no dejar que maten a José (Héctor Alterio) el asaltante del banco que solo reclama la deuda que le pertenece.

Una dupla memorable con Alterio, y un guión de sólida road movie que le permitió a Sbaraglia hacer una perfecta evolución de su personaje; algo similar a lo que estaba sucediendo con la propia carrera del actor, abandonando al simple galancito de sonrisa amplia para compenetrarse con roles más complejos interpretativamente.

Reunido nuevamente con quien ya había sido una icónica pareja de ficción, Celia Dopazo; Leonardo estaba demostrando que no habría roles que le quedaran chicos.

Intacto

Tomás desafía su suerte ¿a prueba de balas?

La crisis que vivía Argentina a principio del nuevo Siglo afectó también al mundo artístico. Muchos actores se sintieron de algún modo expulsados y fueron a buscar sus horizontes cruzando el charco, como ya había pasado a mayor nivel hacía poco más de veinte años.

Actores como Darín, Federico Luppi, o Miguel Ángel Solá probaron suerte con éxito en España desde donde nos empezaron a llegar importantes producciones con nuestros artistas que acá, por el momento, parecían no tener lugar. Leo fue uno de ellos.

Luego de participar acá en importantes miniseries como El Garante o Bajamar, partió al país de Europa desde donde nos llegaría esta película, que sería la primera de una serie de propuestas que servirían para madurar su trayectoria; y como sucedió con los otros actores mencionados, dar a conocer nuestro talento a una nueva generación en el extranjero.

Antes de dirigir Exterminio 2, Juan Carlos Fresnadillo realizó esta producción de 2001, uno de los pilares de la renovación del cine de género en España. En ella, Sbaraglia compone a Tomás, uno de los hombres que desafiarán su suerte hasta las últimas consecuencias.

Sin Retorno

Federico realiza su show de ventriloquia antes de sufrir las consecuencias de un acto que no cometió

En esta película de Migue Cohan estrenada en 2010, Leonardo demuestra el compromiso que asume a la hora de interpretar.

Su personaje es Federico un ventrílocuo que se ve acusado de un crimen que no cometió y preso de una condena, judicial y social, sin haber realizado el acto. Para meterse dentro de este personaje, Leo aprendió realmente ventriloquia.

Cohan propone un triple duelo actoral que lo une a Federico Luppi y Martín Slipak, y los entrecruces entre los tres son lo mejor de la propuesta.

Alejado de los roles de “ganador”, Federico es una persona abatida y superada por la situación que vive; y Sbaraglia logra que el espectador capte toda esa esencia en una de sus mejores actuaciones junto al Joaquín de Al Final del Tunel, otro rol en el que meticulosamente estudió los movimientos que su personaje inválido (física y emocionalmente) necesitaba.

Ah, se nota en la pantalla que la ventriloquía es real, aplausos.

Relatos Salvajes

Diego se arrepentirá de su soberbia y de haber parado a un costado de la ruta

Es difícil encontrar un protagónico que resalte en una película coral y episódica como el taquillazo de Damián Szifrón en 2014.

¿Quién no se acuerda de su “¡No ves que sos un negro resentido!”? en el duelo de carretera mortal junto a Walter Donado.

Alcanzan no más de veinte minutos para meternos a todos en el bolsillo y que odiemos a su personaje, que bien podría ser una continuación de aquel Pedro de Caballos Salvajes sino hubiese sido rescatado a tiempo; aunque no podamos parar de compadecernos ante las consecuencias que sufrirá con sus actos.

Todo el carisma que un actor puede desarrollar está puesto en el segmento “El más fuerte”; convirtiéndolo en uno de sus trabajos más recordados. No por nada la “sociedad” con Donado continuaría en trabajos publicitarios ad hoc.

Menciones especiales tanto para Back to the Siam como Días de Vinilo, en las que desarrolló roles secundarios (en la segunda haciendo de sí mismo) que desplegaron una veta histriónica muy graciosa para la comedia que el cine nacional aún le debe en los protagónicos.

Tres décadas delante de la pantalla que no pasaron en vano, y esta semana se vuelven a poner a prueba frente al estreno de Nieve Negra. Los resultados de la misma aún estarán por verse; mientras tanto, siempre es una buena oportunidad para repasar estos cinco momentos en la filmografía de Leonardo Sbaraglia ¿Ustedes tienen algún otro?