5 películas donde el hombre juega a ser Dios

Cuando el hombre no despierta del sueño de inmortalidad, mil cosas pueden ocurrir en la batalla entre el mortal y su finitud. Monstruos gigantes, mutaciones, experimentos fallidos, deformidades evitables, paisajes distópicos: todo junto en este combo de películas donde El Hombre juega a ser Dios, un top five arbitrario y sin orden, para que reine la anarquía en la grilla y todos elijan el orden de los factores.

Películas donde el hombre juega a ser Dios

The Fly: (La Mosca, 1986)

Con la dirección de Cronenberg, es de esperarse que al menos en algún minuto de cinta, experimentemos algún bocado de “horror corporal”. Con una secuela en 1989 (La Mosca 2),  Jeff Goldlum, el freak que merecería un lugar protagónico en la pantalla grande, interpreta a Seth Brundle, un científico que juega a ser la Madre Naturaleza transportando materia viva con las cabinas Telepods que ha creado. Inspirado por Veronica Quaife (Geena Davis), una periodista a la que se quiere levantar, modifica su experimento y transfiere en el mismo, sus miedos, deseos y frustraciones a tal punto, que cuando la mina le deja de dar bola e intenta reanudar otra relación, se mete en las cabinas borracho y muta en un ser, no demasiado agradable que probará que aunque Jeff en The Fly juega a ser la Madre Naturaleza, valerá menos que una mosca en la sopa.

Godzilla

En cualquiera de sus versiones, las cintas que tienen al monstruo que asustó a más de un japonés como protagonista, son un clarísimo ejemplo de películas donde El Hombre juega a ser Dios. Hasta la fecha, Godzilla continua siendo uno de los iconos más representativos del cine japonés, y el más importante del subgénero kaiju, derivado del tokusatsu.

La travesura (tuvo origen en una mutación radioactiva) adquiere tamaño universal, y el monstruo atraviesa la pantalla grande con escamas, gemidos aberrantes encargándose de llevarse encima los edificios de las ciudades como si fueran flores de papel, arrastrando automóviles con sus espinas dorsales brillantes y matando con el mal aliento que no le dura solo a la mañana. En Hollywood, tomaron al ícono japonés: que es una reivindicación a la memoria de la bomba de Hiroshima y Nagasaki, y sumaron un casting notable con Mathew Broderick que no hace aquí alarde de su experiencia en Broadway y no canta; sino que grita mientras huye del caos, con María Pitillo y Frank Azaria que registran con las cámaras  lo acontecido en las calles destrozadas de Nueva York. Tampoco podemos olvidar la adaptación de 2014 dirigida por Gareth Edwards interpretada por un Bryan Cranston post Breaking Bad y un Aaron Taylor-Johnson pre Avengers que fue mucho mejor recibida que la dirigida por el experto en catástrofes, Roland Emmerich.

De origen radioactivo, aunque lo hicieron finiquitar en la primera película de 1954, nunca encontraron su cuerpo, lo que hizo que las otras muestras de la saga pudieran “revivirlo”. Hay 3 etapas en la vida del monstruillo: la primera, cuando de amenaza pasa a ser defensor de Japón. En la segunda etapa sale a destruir Japón y otros monstruos enemigos. En la tercera la productora recupera los derechos, y vuelve a darle vida al mito y en la cuarta, onda verde mode on se convierte en un justiciero que busca defenderse de la Humanidad. Como sea, Godzilla ha sido un personaje redituable, y un firme candidato a integrar esta lista.

Gattaca 

Ethan Hawke protagoniza, lejos del papel de intelectual indie que lo caracteriza, este monumento dramático a la ciencia ficción dirigido por Andrew Niccol. Con su mujer Uma Thurman y Jude Law como partenaires, esta es otra de las películas donde El Hombre juega a ser Dios. Nominada a un Oscar a la Mejor Dirección Artística, Gattaca es una película de culto en la que la distopía deviene realidad cuando la manipulación genética da curso a esta historia que tiene un dejo al mundo feliz de Huxley.

Haciendo referencia directa desde el nombre a una secuencia del  ADN, Gattaca concibe una sociedad donde los niños son productos de probeta: nacen perfectos, con habilidades genéticamente inducidas, y con un grado de fortaleza superior. Vincent (Hawke) es el último niño concebido naturalmente, y por esto se encuentra en desigualdad de condiciones con el resto de los niños que como él, sueñan con ir al espacio. Con un problemas cardíaco a cuestas, recurrirá a Jerome (Jude Law) un deportista ahora discapacitado, que le dará la clave para poder cumplir con la misión que le espera en el viaje que hará a Titán, con la Corporación Gattaca.

Hanna

Cualquier intento por develar porqué Hanna ocupa un lugar en este compilado de películas donde El Hombre juega a ser Dios, puede convertirse en spoiler. Con un hilo argumental bien retorcido, lo que podemos adelantar de Hanna, es que al igual que en Gattaca, también los científicos se han avocado a mejorar los seres humanos y transformarlos en ejércitos de sobrenaturales. La blonda protagonista de este filme británico dirigido por Joe Wright, es perfeccionada por Eric Banna (su padre y agente de la CIA) para ser un prototipo perfecto, un híbrido entre femme naiff y fatal y una asesina de esas de la mafia rusa: de esas que hablan veinte idiomas, saben karate, son educadas como toda una burguesita de la High society, y disparan como John Mc Claine. Lo que parecieran no haber podido preveer al crear el ejército de hannas, es que habría una que haría justicia a su instinto de conservación.

The island of Dr. Moreau 

Basada en una novela de ciencia ficción de H.G.Wells, The island of Dr. Moreau es un cóctel atómico de darwinismo social, y conceptos teóricos delineados por un demente que quiere convertir a los humanos en animales. Para cumplir con el plan macabro, los va reclutando hacia una isla, en la que lleva a cabo sus cruentos experimentos. La última versión de la historia que sirvió de germinador de varios delirios, filmada en 1996 y dirigida por John Frankenheimer, es protagonizada por Val Kilmer y Marlon Brando, y fue nominada a los premios Razzies (el Anti Oscar).

Los humanimales, a pesar de lo bizarro, han aparecido en Los Simpsons (en el Capítulo de Treehouse of Horror XIII), en un par de capítulos de la serie animada de Batman y en la animación de X-Men también (suponemos que por eso de “nobleza obliga”).

Esta es otra de las películas donde el hombre juega a ser Dios, y voilá, especímenes de otro mundo paralelo y desopilante aparecen en escena.