Cine
Sofía del Tuffo y Pedro Merlo, protagonistas de Luciferina: “Se mete en lugares donde no nos solemos meter”
A días de su estreno, el 15 de marzo, en Alta Peli nos hicimos presentes para poder charlar con Sofía del Tuffo y Pedro Merlo, los protagonistas de Luciferina, la nueva película de Gonzalo Calzada, director de Resurrección y La Plegaria del vidente. El film cuenta con renombradas figuras como Marta Lubos, Vando Villamil, o Victoria Carreras, y un prometedor elenco joven entre quienes se encuentran Sofía y Pedro, a quienes pronto veremos, respectivamente, actuando en la nueva película de Lali Espósito y estrenando un cortometraje como director en la próxima edición del BAFICI. Ellos le otorgan muchísima vitalidad a esta historia de terror fantástico que mezcla religión, posesiones y ritos de pueblos originarios, además de ser la punta de inicio para una nueva saga a descubrir.
“Luciferina se mete en lugares donde no nos solemos meter”
Entrevista con Sofía del Tuffo y Pedro Merlo, protagonistas de Luciferina
¿Cómo Llegaron a Luciferina?
Sofía: Me convocó Maru Zapata, coordinadora del casting, que me había visto en otra película. Le pareció que mi perfil podía ir con lo que se buscaba para el personaje. Hice creo que tres castings, pero ya sintiendo desde el inicio que había algo que estaba funcionando.
Pedro: Llegué mediante un casting. Primero me habían probado para el personaje de Mauro, que finalmente interpreta Francisco Donovan, y a último momento se les ocurrió volverme a llamar para el personaje de Abel.
¿Cómo son Natalia y Abel sus personajes en Luciferina? Dos personajes difíciles, protagónicos fuertes dentro de lo que es cine de género, con todo lo que eso implica.
Sofía: Sí, sobre todo por cómo es el viaje que ella inicia desde el minuto cero en que tiene que volver a casa. Hay algo en ella que se va desenvolviendo, y se va encontrando con la parte más oscura, que viene temblorosa dentro de ella, que no se anima a hacerlo hasta que decide hacerlo. Ya no huye, sino que se empodera, decide abrazarlo y enfrentarlo. Se entiende como el devenir de una novicia a una guerrera.
Pedro: Mi personaje va in crescendo y cambiando bastante. Lo que se ve de Abel es que es un chico inseguro, con algunos problemas de salud y cuestiones muy sensibles, que se va encontrando con ciertos aspectos que tenía tapados de su propia identidad, sin contar demasiado del argumento.
¿Qué sensación les despierta participar en una película bien de género, bien de terror? ¿Cuál es la expectativa respecto del público que aún parece prejuzgar?
Sofía: Cuando hice Luciferina entendía que era una película de género y que aún no se suele hablar bien de ellas. Por falta de producción, porque muchas veces el límite entre lo bizarro y lo creíble es muy finito. Ahí hubo una apuesta de todos los sectores involucrados para hacer que Luciferina funcione, para que sea algo distinto, nuevo. Fue una película con mucha puesta, con mucha entrega.
Ahora lo que pienso es que se cuenta una historia también, más allá de que es cine de género. Se está contando algo que es muy espectacular, muy intenso. Por eso sería increíble que la pueda ver gente que no suele ir a ver cine de género. Que la vaya a ver porque le gustan las actuaciones, porque la trama está buenísima, porque se mete en lugares donde no nos solemos meter.
Pedro: Las expectativas no me las planteo mucho. Es muy interesante que sea una película de género, como actor es muy divertido. Al principio fue un poco angustiante porque sentís que no tenés mucha referencia de nada.
Luciferina no es una película tradicional y realista, con un personaje con determinadas características y en las que tenés de dónde agarrarte, emociones sobre las que basarse. Hay muchas cosas en este tipo de películas que te llevan a que inventes algo. Por otro lado, más allá de ese marco de género, permite que tengas una libertad de creación y de juego enormes. Es una oportunidad buenísima, no es algo que se haga mucho. Es muy divertido, hay escenas de acción, con arneses, la interpretación de personajes jugados como este, todo es muy interesante y divertido.
Luciferina tiene todo un grupo de personajes jóvenes. Tu personaje, Abel, está como en un costado, se va introduciendo de a poco, tiene una integración extraña con el resto ¿Cómo trabajaron con el equipo de actores?
Entre los actores fuimos siempre muy unidos, independientemente de qué era lo que cada uno desempeñaba después. Es la mejor manera de trabajar, más cuando tenés escenas fuertes, de acción; es genial que sea un ambiente general de entendimiento y buena onda para poder laburar bien; más allá de que después en la escena te puedas pelear. No hubo una dinámica que sea un espejo en cuanto a la relación de Abel con los otros personajes, éramos todos un equipo, nos ayudábamos constantemente desde lo que pudimos, y con el obvio respeto que merece un compañero de trabajo.
