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Batman en el cine y Las caras bajo la máscara

Batman en el cine y Las caras bajo la máscara

Tuvimos una variedad de intérpretes que se pusieron la capa del murciélago, algunos legendarios y otros infames, pero todos dignos de reconocimiento aunque sea por el hecho de atreverse a encarnar a uno de los personajes más populares del mundo de los cómics.

Batman en el cine tuvo varias caras, repasamos cada estilo.

Es indiscutible que la edad dorada del cómic superheróico fue fundada y dominada por las publicaciones de DC, época durante la que establecieron muchas de las reglas del género; pero, hasta la fecha, son sus contrincantes de Marvel los que dominan casi sin competencia la edad dorada del cine de superhéroes con su Universo Cinematográfico.

batman en el cine

Por más que DC incursionó primero en las pantallas y hasta los más desinteresados por los superhéroes conocen aunque sea de oído a los principales integrantes de la Liga de la Justicia, nunca logró construir una franquicia que fuera más allá de sus dos hijos predilectos, principal punto en que su competidor le viene sacando ventaja. Después de varios fallidos, Warner/DC parece haber decidido abandonar en parte el proyecto y apostar a películas que funcionen más como islas independientes, sin la obligación de estar fuertemente conectadas. Una estrategia que rindió sus frutos con Wonder Woman, Aquaman y Shazam pero, sobre todo, con ese universo paralelo abierto con Joker y que se rumorea repetirán con The Batman en 2021, separándose de lo establecido en Liga de la Justicia.

Tuvimos una variedad de intérpretes que se pusieron la capa del murciélago y saltaron por los tejados encarnando a Batman en el cine. Algunos legendarios y otros infames, pero todos dignos de reconocimiento aunque sea por el hecho de atreverse a encarnar a uno de los personajes más populares del mundo de los cómics, junto con Superman.

Batman en el cine, actor por actor

Lewis Wilson

El primero en vestir la capa lo hizo pocos años después de la aparición del personaje en los cómics, pero tuvo tanto impacto que varias de las modificaciones que se hicieron en la adaptación pasaron a formar parte hasta hoy del canon estable del personaje. Fue presentado como un serial de quince episodios que comenzó a emitirse en las salas de cine en julio de 1943, en plena Segunda Guerra Mundial.

El clima de la época y el aparato de censura llevó a que el clandestino vigilante se convirtiera en un agente encubierto del gobierno que combate a un científico japonés, el cual ha inventado un dispositivo capaz de convertir a las personas en pseudo-zombies. Su éxito fue tal que volvió a emitirse en la década del sesenta en maratónicas sesiones que avergonzarían a Peter Jackson, para luego ser reeditada en versión muy reducida como un largometraje en VHS.

Adam West

A principios de la década del sesenta, Batman llegó a la televisión con un programa extremadamente cómico que poco tenía que ver con el espíritu original del personaje; pero fue la versión con la que se criaron generaciones enteras de futuros fanáticos del género superheróico y que tuvo su merecido homenaje en versión animada cincuenta años después, poco antes de su fallecimiento.

Producto de este programa de TV es el verdadero primer largometraje de Batman en el cine, con la dupla enfrentándose a sus cuatro villanos mas característicos: Gatúbela, el Guasón, el Pingüino y el Acertijo. Al igual que la serie, el largometraje está cargado de color y humor apto todo público, incluyendo una legendaria lucha contra un tiburón que hasta fue homenajeada en Los Simpson. El trabajo de Adam West sigue siendo considerado único, especialmente por tomarse en serio una versión absurda del personaje que por momentos incluso rompe la cuarta pared.

Michael Keaton

El salto entre la comedia y la versión gótica de Tim Burton fue enorme, al punto que no pocos de los que se criaron con la versión de Adam West se resistieron bastante a la nueva propuesta realizada con mucho más presupuesto y un elenco de intérpretes reconocidos.

Fiel a su estilo, Burton le imprimió una estética muy particular que camina en la cornisa entre lo oscuro y lo absurdo, con un sentido del humor un tanto sórdido que al principio causó desconfianza en la audiencia pero que con el tiempo se volvió icónica. Michael Keaton encarna la primera versión moderna del personaje, conservando parte del absurdo pero con mayor profundidad dramática y violencia que la anterior, aunque todavía muy lejos del realismo que tendrían las nuevas versiones.

Val Kilmer

Aunque ambas fueron éxitos comerciales y son consideradas dos buenas películas, la oscuridad que Tim Burton le dio especialmente a Batman Returns no convenció al estudio de seguir por ese camino. Seguramente con la retrógrada idea de que los cómics son cosas de niños, conservaron a Burton como productor ejecutivo pero buscaron un director que lograra un producto de Batman en el cine más accesible para el público familiar.

El resultado fue una película que conserva algo de la idea burtoniana pero cede mayor protagonismo al humor, el que en este caso se volvió mucho más caricaturesco y directo. El estreno fue un éxito de taquilla y el trabajo de Val Kilmer se mantiene al borde de la corrección, pero los seguidores de la franquicia la vieron con recelo, quizás imaginando que era la antesala del gran desbarranque que vendría apenas dos años después para Batman en el cine.

George Clooney

El éxito de Batman Forever convenció a Warner de que estaban en buen camino con sus adaptaciones de Batman en el cine y redoblaron la apuesta volviendo al personaje aún más infantil, contratando a George Clooney para las próximas tres películas de la serie después de que Val Kilmer se negara a volver a trabajar con el director.

Seguramente fue una gran sorpresa para ellos no solo que la película apenas devolviera ganancias, sino que además recibiera once nominaciones a los Razzies de 1997, matando a la franquicia antes de que la pudieran seguir maltratando con las otras dos secuelas planeadas.

La idea de Joel Schumacher parece querer estar en sintonía con la exitosa versión de Adam West, pero al no entender que aquello era una parodia terminó siendo un comercial de juguetes para niños de seis años. Años después y con algunas heridas curadas, Clooney se presenta en algunas charlas o entrevistas como el hombre que mató a Batman en el cine, aunque difícilmente puede atribuírsele todo el crédito. Después de todo, él vistió el traje pero no fue quien tuvo la idea de ponerle pezones.

Christian Bale

Durante los primeros años del nuevo siglo quedó claro que, tanto los videojuegos como los superhéroes, ya no eran algo que los adultos consumieran escondidos en sus sótanos. También, que esa generación ya no buscaba a los impolutos héroes de la edad dorada sino a seres mucho más humanos, capaces de vivir en una zona gris donde lo correcto no siempre es evidente y donde el absurdo tiene poco lugar, incluso en las situaciones más fantásticas.

El relanzamiento de Batman en el cine en la piel de Christian Bale tenía todo eso que la época le reclamaba, pero irónicamente fue su villano más icónico quien volvió legendaria a la trilogía de Christopher Nolan, en lugar del héroe protagónico. Bale protagonizó una franquicia que inició con modestia, creció hasta romper todo y vivió lo suficiente como para convertirse en villano. Aunque su trabajo fue bueno, no quedó en la historia tanto como el de Nolan o Heath Ledger, los verdaderos responsables del éxito.

Ben Affleck

Apenas cuatro años después de esa exitosa trilogía que se ganó los elogios de gente que no suele ver con buenos ojos a los superhéroes, tuvimos un nuevo Caballero de la Noche. Como sucede con cada nuevo anuncio (porque así son los fans) No fueron pocos los que pusieron el grito en el cielo al enterarse de la elección, usando su poco apreciada interpretación de Daredevil como argumento de preocupación, aunque ahora que pasó el tiempo podemos que reconocer que había fallas más importantes que el actor en esa película. 

Su debut fue con Batman vs Superman, una película tan divisiva que fue defendida y criticada con igual fiereza, pero que en general no fue atacada por el trabajo de Affleck. Hubo un poco más de consenso con Liga de la Justicia, criticada al punto de que el mejor argumento de sus defensores es sostener que fue arruinada por la gente que tomó la posta cuando Zack Snyder debió retirarse antes de terminarla.

En esta secuela, Ben Affleck toma un rol protagónico y de liderazgo, pero ese tiempo extra en pantalla no alcanzó para sostener los elogios de la película anterior ni siquiera cuando finalmente Zack Snyder se presentó a recuperatorio con su propio montaje de cuatro horas y sumó algunos puntos extras, aunque no los suficientes como para maravillar a nadie que no fuera un acérrimo fan suyo desde antes.

Aunque originalmente se decía que iba a protagonizar y dirigir la siguiente aparición de Batman en el cine, ya se rumoreaba que durante el rodaje de Liga de la Justicia había decidido no seguir interpretando al personaje, por lo que no fue una gran sorpresa cuando eventualmente se retiró del proyecto. Recién en 2020 confesó en una entrevista que si bien es cierto que padeció mucho el rodaje, especialmente durante la etapa a cargo de Whedon, la decisión tuvo más que ver con serios problemas en su vida personal que incluyeron un divorcio áspero y una recaída en su alcoholismo. Aunque eventualmente aceptó volver sólo para grabar algunas pocas escenas nuevas con Snyder y no es impensable que pueda coexistir con el universo de Reeves, está prácticamente descartado que volvamos a verlo encarnando una de las versiones de Batman en el cine después de lo que se espera que sea sólo un cameo en The Flash.

Robert Pattinson

La última versión por el momento de Batman en el cine es una mucho más rústica de lo que vimos en las décadas previas, con un justiciero inexperto y casi sin recursos tecnológicos que recurre mucho más a la confrontación directa con sus enemigos que al sigilo o sus famosos gadgets. Todo en esta versión parece pesado, sucio y ruidoso, con una búsqueda de realismo aún más extrema que la que supo encarar Nolan con su trilogía. Tanto el traje como su equipo está hecho en casa sin el apoyo de la famosa tecnología Wayne ni diseñado para el subterfugio de la Liga de las Sombras, algo mucho más acorde para acompañar a un hombre obsesionado con una misión autodestructiva de venganza que lleva años comiéndose su vida y su identidad. Bruce Wayne casi no existe en el mundo Reeves, es apenas la máscara que de vez en cuando Batman utiliza para alguna misión, cuando entrar caminando a una habitación y apalear a cada persona que siga en pie no sea suficiente.

Ascendido de vampiro adolescente con glitter a Hombre Murciélago, no le alcanzaron varias películas “serias” donde demostró su talento actoral (High Life, Good Time, The Lighthouse) para convencer al difícil público comiquero, que siempre encuentra algo para quejarse de todo. En este caso, además de ese pasado que no le dejan olvidar pero que tendremos la piedad de no nombrar, las primeras imágenes con el traje de Batman en el cine volvieron a despertar críticas por la supuesta “falta de físico” que presenta el actor para interpretar al vigilante; una crítica bastante superficial que tiene sentido más que nada si se lo compara con Affleck, quien se veía particularmente inflado dentro del traje. Pero aunque es probable que el volumen de Adam West fuera incluso mayor (por motivos diferentes), el resto no lo sobrepasa por mucho en físico y la brutalidad en las escenas de acción por las que fue elogiado su predecesor inmediato no está necesariamente atada a sus kilos de músculo. De hecho, las peleas en The Batman muestran un nivel de violencia bastante crudo y poco refinado que requiere de varios golpes para noquear a un rival, un estilo coherente con el de un justiciero sin todo ese entrenamiento físico extra que tuvieron otras versiones

Robert Pattinson pasa gran parte de la película con media cara escondida y con muy pocas líneas de diálogo, por lo que está forzado a trasmitir sus emociones a través de la máscara más que nada con su lenguaje corporal. Su interpretación es la de un hombre profundamente dañado, casi una cáscara de ser humano que no puede confiar en nadie y no tiene muchos motivos reales para vivir. Es una apuesta arriesgada que no queda entre los puntos más destacables de la película y que quizás (el tiempo dirá) no sea apreciada por una parte del público, pero que al menos parece estar queriendo hacer su propio camino para distinguirse de otras versiones de Batman en el cine anteriores, algo que teniendo en cuenta la cantidad que ya existen es tan elogiable como difícil. 

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5 Comments

5 Comments

  1. Luiz D'acunha (@LuizDacunha70)

    24/02/2020 at 02:00

    Faltan Calabro y Caseros…también fueron Batman

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