Llegó hace rato: las predicciones futuristas de Demolition Man

Seguramente recuerdan aquella comedia de sci-fi y acción de 1993 con Silvester Stallone y Wesley Snipes, donde ambos son criogenizados y despiertan 36 años en el futuro. Lo que quizás no tengan tan presente es la enorme cantidad de predicciones futuristas de Demolition Man que hoy son una realidad.

Somebody, put me back in the fridge.

Por esa gloriosa época en la que todavía existían los VHS, Joel Silver (famoso por producir exitosas franquicias como Duro de matar, Matrix y Arma Letal) dio luz verde para una afectuosa parodia de las clásicas películas de acción de los 80.

Sylvester Stallone interpreta a la bala perdida John Spartan, un policía que se dedica a capturar al señor de la guerra de Los Ángeles, Simon Phoenix (Wesley Snipes). Spartan se gana el apodo de “Demolition Man” porque rompe todo a su paso con tal de capturar a su objetivo. En la confrontación final con el villano, varias docenas de inocentes mueren. Como resultado, ambos hombres son condenados a una prisión criónica.

Avancemos 36 años hasta el año 2032. Descongelado para una audiencia de libertad condicional, Phoenix logra escapar de su prisión de hielo y comienza a hacer desastres en un mundo nuevo, libre de armas y crimen. Como se necesita a un maniático para atrapar a otro, Spartan es descongelado también. Sí, es ese tipo de películas malas que divierten.

El resto de la película fusiona disparos genéricos con la comedia de tipo “pez fuera del agua”. John Rambo Spartan es un tipo de la vieja escuela que no logra encajar en esa utopía. Afortunadamente tiene a Sandra Bullock (en una de las peores interpretaciones de su carrera, que le brindó una nominación a los Razzies) para asistirlo en su adaptación.

Y claro que Demolition Man referencia muchísimo a Un mundo feliz (1932) de Aldous Huxley, porque “sutileza” no es el nombre de su juego.

Las predicciones futuristas de Demolition Man.

Que Demolition Man es mala no es algo que estamos poniendo en duda. Sin embargo, la sátira sobre aquel futuro opresivo hace de la película un clásico subestimado que ha ido ganando adeptos y una mejor reputación con el tiempo.

Lo interesante es la manera en que presenta al futuro: todo parece haber sido cada vez más profético. Han pasado casi 30 años y, viéndola nuevamente en 2020, es muy curioso encontrar que varios de los comentarios sociales, gadgets utilizados, filosofías de vida y eventos históricos terminaron siendo extrañamente correctos.

Veamos: en principio Demolition Man presenta autos sin conductores que son activados por voz y funcionan con una especie de sistema de posición global (GPS). Si bien no es algo masivo todavía, Google viene desarrollando este tipo de tecnología desde hace años.

Un comentario muy gracioso llega cuando a Stallone se le explica que Schwarzenegger (que dentro del universo de la película también es un actor de cine) llegó a ser Presidente de los Estados Unidos. A principios del 2000, Arnie dejaría el cine por un tiempo para iniciar una carrera política que lo llevó a ser Gobernador de California.

Un tema consistente con el futuro explorado es un gran amor por la nostalgia, algo que se ve especialmente en el personaje de Bullock. Un chiste recurrente es ella intentando referenciar a películas viejas y equivocándose en la referencia, lo que lleva a varios malentendidos con el protagonista. Tanto su oficina como su departamento están llenos de una bizarra mezcla de antigüedades y baratijas eclécticas de los años 90 (incluyendo un póster de Arma Letal).

Entre reboots y remakes, toda nuestra sociedad actual hoy está volviendo a mirar a los años ´90 con cariño (como nos sucedió con los ´80 hace no tanto tiempo atrás).

Luego de aquella escena en su hogar, Sandra y Sly tienen sexo. ¿Cliché? Quizás sí, pero creo que nadie habría esperado que el sexo fuera exclusivamente virtual a través de un “casco sexual” que utiliza una suerte de conexión wi-fi. El intercambio de fluidos ya no es una opción debido a la propagación de enfermedades de trasmisión sexual.

El futuro llegó hace rato.

Otra de las predicciones futuristas de Demolition Man tiene que ver con el uso masivo de créditos y transacciones electrónicas en lugar de dólares. La moneda se intercambia a través de microchips subcutáneos en las manos de las personas. El papel higiénico tampoco existe (para mucha molestia de John Spartan).

La obra también presenta una sociedad donde las videollamadas son cotidianas (Skype y Facetime llegarían mucho tiempo después), Wesley Snipes pasó un tiempo en prisión (en 2008 lo encerraron tres años por evasión de impuestos), la “guerra de las franquicias” fue ganada por Taco Bell o Pizza Hut (de acuerdo a la versión de la película que se vea), y los niños nacen exclusivamente en laboratorios (embarazarse es ilegal por los riesgos que presenta).

Debido a una concientización extrema por la salud y el medio ambiente, existen varias prohibiciones adicionales: no se puede fumar, comer comida chatarra ni decir malas palabras.

De hecho, en relación a este punto las predicciones futuristas de Demolition Man auguran un mundo 100% conectado. Cada ser humano es vigilado para evitar que se salga de las normas establecidas y el comportamiento socialmente aceptado. Si alguien dice la palabra “fuck”, por ejemplo, una máquina cercana automáticamente multa al agresor.

Por último, la película menciona que un terremoto en 2010 generó desastres a nivel mundial. Por fortuna algo tan catastrófico no ocurrió en nuestro mundo, aunque lamentablemente sí tuvimos el incidente en Chile que se cobró cientos de víctimas.

Palabras finales

Es verdad que los años pasaron y todavía nadie construyó una sola prisión criónica. Tampoco se quemó el letrero de Hollywood. Sin embargo, es una experiencia mística ver cómo Demolition Man la pegó con algunas cuestiones que hoy son moneda corriente. No es una obra maestra del cine de acción, pero nos muestra un futuro cada vez más actual.