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Los placeres culposos en el cine

Los placeres culposos en el cine

¿Qué define a los placeres culposos del cine? Básicamente se trata de una película que amás ver, pero que lo hacés con cierta vergüenza. Digamos que no la tendrías entre tu colección visible de DVD´s, o que la verías en soledad por miedo a ser juzgado. Los placeres culposos no son necesariamente malas películas, pero el espíritu de la época ha determinado que no son algo por lo que sentirse especialmente orgulloso. Y sin embargo: las amás (en secreto, claro).

Los placeres culposos

Una lista de placeres culposos inevitablemente va a estar atada emocionalmente a lo personal. En algún punto, admitirlo es una suerte de mecanismo de defensa donde reconocemos que nuestra opinión sobre esa película en particular va en contra de todo lo que los demás creen. El punto de los placeres culposos está en reconocer que la película es mala, pero tuvo algo que te cautivó. Una de las mías (una de mis favoritas, de hecho), es Rock of Ages.

Rock of Ages (2012)

Basada en la popular obra teatral de Broadway, esta comedia musical dirigida por Adam Shankman fue consistentemente destrozada por la crítica que la consideró tonta, demasiado blanda, con pelucas horribles y actuaciones mediocres. Todo esto es cierto, y más también. Actores de renombre hacen papeles vergonzosos, la trama no es gran cosa y la película en sí es muy cursi.

Pero esta es mi verdad: el soundtrack es creativo y dinámico, la película es genuinamente divertida y el personaje de Tom Cruise (el rockero Stacey Jaxx) es uno de los mejores que alguna vez plasmó en la pantalla grande. Por otro lado, Rock of Ages retrata un momento histórico del rock a mediados de los ´80,  donde se empezaba a vivir un cambio drástico.

Si, como yo, sos fan de las Hair Bands y el Glam Rock de la época (Bon Jovi, Poison, Journey, Whitesnake, Deff Lepard y un largo etcétera) es imposible que no disfrutes de esta historia. Entiendo que si te considerás un “rockero hardcore”, te pega un poco en el orgullo (algunos mashups son bastante poperos, de hecho), pero si tenés mentalidad abierta (y un poco te gusta Glee) Rock of Ages es verdaderamente memorable.

Canciones excelentes que marcaron toda una época, una actuación genial de Tom Cruise, y todo un elenco de lujo que incluye a Alec Baldwin, Russell Brand, Bryan Cranston y otros tantos que –se nota– la están pasando muy bien.

Starship Troopers (1997)

Otro de mis grandes placeres culposos (y de los cuales ya hablé en esta nota). Paul Verhoeven fue el maestro de la sátira, y cuando Starship Troopers vio la luz, nadie sabía bien qué hacer con esa cosa rara que tenían en frente. ¿Es mala a propósito? ¿Se supone que es una especie de chiste?

Para complicar las cosas, el director de RoboCop nunca aclaró demasiado cuáles fueron sus intenciones con la película (que tiene una tonalidad muy diferente a la obra literaria de Robert Heinlein en la cual se basa).

Teenage Mutant Ninja Turtles II: The Secret of the Ooze (1991)

Sabemos que las pobres Tortujas Ninja nunca fueron valoradas en el cine, pero nadie puede consentir que TMNT II es buena. Primero: no me hagan recordarles el “rap ninja” de Vanilla Ice.

Ok, me obligaron:

Lo cierto es que Secret of the Ooze es técnicamente tosca, con personajes todavía más caricaturizados y gags de slapstick que sólo pueden divertir si la estás viendo con alguna sustancia alucinógena que acompañe. Y, sin embargo, algunos secretamente la consideran lo mejor que existió en la década de los ´90.

Snakes on a Plane (2006)

Sabés que Snakes on a Plane es MALA. LO SABÉS. Pero la posibilidad de ver a Samuel Jackson (y sus malas palabras) revoleando víboras de plástico contra la pared era tan tentadora que, en el 2006, la película fue la más discutida del año.

¡Son víboras! ¡Y están en un maldito avión! Snakes on a Plane es EXACTAMENTE lo que indica el título, y abusa tanto de la lógica y de las reglas del cine de clase B, que era imposible que no ingresara en la categoría de placeres culposos. Incluso la saga de Sharknado no parece tan ridícula en comparación.

Anaconda (1997)

Y hablando de víboras y serpientes, mucho antes de que llegara al género de terror la idea de presentar monstruos bizarros como un equivalente a la pornografía barata, mucho antes de Tibupulpo o Pirañaconda, existió Anaconda. Una grotesca y vergonzosa película de acción y suspenso que incluyó a Owen Wilson, ¿Ice Cube? y Jennifer Lozez (¡como una intrépida directora de documentales!).

Anaconda es una estampa de los ´90, incluso más que Chumbawamba y su Tubthumping. Nada sugiere “placer culposo” como Jon Voight diciendo “este río puede matarte de mil maneras diferentes”.

¿Qué más agregarían a la lista de placeres culposos?

Tal vez Road House (1989), con Patrick “El duro” Swayze. A lo mejor, Bad Boys II (2003), una película que –igual que los esfuerzos de Michael Bay– tiene demasiado de todo: demasiadas explosiones, demasiadas persecuciones, demasiado alivio cómico. En una de esas, Masters of the Universe (1987), la adaptación de los populares juguetes ochentosos que protagonizaron Dolph Lundgren (He-Man) y Frank Langella (Skeletor). Dejen sus comentarios y prometemos mantener el secreto.

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4 Comments

4 Comments

  1. Matias Seoane

    02/09/2016 at 20:42

    Nada de Culposo: AGUANTE STARSHIP TROOPERS. Hasta las secuelas berretas que hicieron despues.

  2. Ana C. Bussio

    08/09/2016 at 14:29

    Aguante ROCK OF AGES! No hay que avergonzarse por haber usado hombreras, permanente y jeans nevados en los ’80!

  3. Lorena Maria Julia Flores

    12/09/2016 at 14:24

    Alien vs. Depredador… y Vampiros de día, esa incluso la recomiendo cuando puedo

  4. Pingback: Home invasion: la invasión del hogar en el cine

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