Si breve, dos veces bueno: 5 películas basadas en cuentos cortos

Las adaptaciones literarias siempre han sido populares en la pantalla grande, pero mientras que las novelas generalmente son recortadas, la ficción breve necesita ser expandida de alguna forma. ¿Cómo se convierte un relato de nueve o diez páginas en un largometraje de 100 minutos? Quizás algunas de estas producciones puedan contestarlo. Repasamos 5 grandes películas basadas en cuentos cortos.

Películas basadas en cuentos cortos

Que la literatura es una fuente inagotable para el cine nadie lo puede negar a esta altura. Cómics, novelas y obras de teatro vienen siendo adaptadas desde que los Hermanos Lumière crearon el cinematógrafo.

Ahora: tiene más sentido adaptar una historia que se reparte en cientos de páginas, desarrolla personajes de forma completa y presenta una estructura clara.

¿Pero qué pasa cuando la historia es más psicológica, sensorial y –por sobre todo– brevísima? Es maravilloso ver cómo los cineastas se las han ingeniado para crear películas basadas en cuentos cortos (que pueden leerse en 15 o 20 minutos) para convertirlos en experiencias cinematográficas impresionantes.

De hecho, muchas veces estas películas terminan siendo superiores y más enriquecedoras que los relatos cortos que las inspiraron. Pensemos en 2001: A Space Odyssey (1968), dirigida por Stanley Kubrick, Rear Window (1954), la magistral obra de Hitchcock o El curioso caso de Benjamin Button (2008) del enorme David Fincher.

Están basadas, respectivamente, en “The Sentinel” (Arthur C. Clarke’s , 1948, 8 páginas), “Tuvo que ser un asesinato” (1942, Cornell Woolrich, 40 páginas) y “The Curious Case of Benjamin Button” (F. Scott Fitzgerald, 1922, 26 páginas). Estos tres cuentos son muy buenos, pero sus adaptaciones son grandes clásicos.

Para esta lista elegí 5 películas basadas en cuentos cortos. La base es que son textos muy cortitos (menos de 50 hojas) y las adaptaciones resultaron ser mejores por todo lo que le agregaron al relato original. Veamos.

1408 (Mikael Håfström, 2007)

Relato original: 1408 – Autor: Stephen King – Páginas: 35

La verdad es que podría hacerse toda una nota con las muchas adaptaciones de Stephen King a la pantalla grande. Históricamente, sus relatos breves son los que han sabido llegar a mejor puerto, como es el caso de Stand By Me y The Shawshank Redemption.

En 1408, el celebrado director sueco –conocido por tener buenas películas de terror que nunca le fueron reconocidas– tomó un muy buen relato de terror del maestro y lo transformó en una experiencia surrealista con sustos garantizados.

Un escéptico escritor de novelas de terror (John Cusack) se dedica a desacreditar fenómenos paranormales que ocurren en supuestas casas encantadas. Sus posturas lo llevan hasta la misteriosa habitación 1408 del Hotel Dolphin, donde su sistema de creencias comienza a tambalear.

Nota de color: si leyeron el ensayo autobiográfico de Stephen King, Mientas escribo (y no sé por qué no lo habrían hecho) recordarán que el escritor utilizó “1408” (una de sus historias favoritas) para mostrar su proceso de editar y pulir un cuento. Va indicando las correcciones que hizo entre versiones y los motivos de cada cambio. Es un ensayo hermoso para todos los que aspiran (aspiramos) a escribir ficción.

Burning (Chang-dong Lee, 2018)

Relato original: Barn Burning – Autor: Haruki Murakami – Páginas: 15

Para convertir un cuento de 15 hojas en una película de dos horas y media hay que tener audacia, talento e ideas. Parece que el director Chang-dong Lee lo tiene todo, porque esta fue una de las películas más queridas del 2018 (que, lamentablemente, no llegó a nuestros cines locales).

El problema con el inquietante relato de Murakami (que forma parte de la antología “El elefante desaparece”) es que es demasiado enigmático y sutil. Roza el existencialismo, con lo cual una adaptación literal es bastante imposible. Cuestiones cotidianas se convierten en algo siniestro con una línea, pero de forma muy ambigua.

Chang-dong Lee es fiel a la propuesta de Murakami, pero cambia prácticamente todos los aspectos fácticos del relato original y hasta crea un nuevo desenlace que, sin embargo, es tan abierto como el del cuento.

¿Todavía no vieron Burning? Se están perdiendo de algo grande.

Arrival (Denis Villeneuve, 2016)

Relato original: Story of Your Life – Autor: Ted Chiang – Páginas: 40

Si hablamos de películas basadas en cuentos cortos, tenemos que hablar de Arrival. Todos vimos y amamos la película. El cuento original, sin embargo, quedó en segundo plano. Y la verdad que es una lástima porque el texto es realmente hermoso. Además, ganó el premio Nébula en el año 2000. Eso no es poca cosa.

Arrival es la historia de una experta lingüista intentando averiguar si unos alienígenas vienen en son de paz o suponen una amenaza. Es también otra viva muestra de que Amy Adams merece un Oscar hace ya varios años. Ya va por su séptima nominación y todavía no se hace justicia.

La película de Denis Villeneuve –quizás su mejor trabajo de muchos excelentes– está repleto de una poesía que rara vez se ve en Hollywood. Es una ciencia ficción más cerebral y estética de la que estamos tan acostumbrados.

Rashōmon (Akira Kurosawa, 1950)

Relato original: En el bosque / Rashōmon – Autor: Ryūnosuke Akutagawa – Páginas: 15 (entre los dos)

Rashōmon es una película esencial para cualquier cinéfilo. Se trató de uno de los primeros trabajos de un joven Kurosawa, mucho antes de ser considerado un cineasta de primer nivel, y fue hecha con dos mangos por un estudio chiquito.

La trama es sencilla en apariencia: un samurai sale a dar un paseo con su esposa, se encuentra con un bandido, y muere. Esto es todo lo que sabemos a ciencia cierta de la situación. Cada testigo del crimen relata su versión de los hechos: el Bandido, la Esposa, el Samurai Muerto (a través de un médium), y un Leñador Testigo que participa dos veces, al inicio describiendo el contexto y al final llevando a un sorprendente desenlace.

Lo interesante –y lo paradójico– es que cada versión es abismalmente contradictoria con la otra. Y es que esta producción fue la primera en utilizar una técnica narrativa donde la subjetividad y la percepción personal se imponen a la hora de relatar un acontecimiento.

La película de Kurosawa es la fusión de dos relatos de un mismo autor, Ryūnosuke Akutagawa. “Rashōmon” aporta la estética y la ambientación mientras que el argumento es directamente tomado de “En el bosque”, uno de los policiales más soberbios que alguna vez leí en mi vida.

A.I. Artificial Intelligence (Steven Spielberg, 2001)

Relato original: Supertoys Last All Summer Long – Autor: Brian Aldiss – Páginas: 11

Este emotivo cuento de Aldiss debió ser una película de Kubrick que iba a estrenarse en 1982. Ambos trabajaron juntos para desarrollar el guión, pero sus ideas chocaron para ponerse de acuerdo con una visión final.

En una entrevista, el autor describió los desafíos de adaptar su historia tan íntima y personal como un largometraje. Se refirió además al “molesto” nivel de detalle que exigía Kubrick en cada uno de sus proyectos.

Como sabemos, la versión de Kubrick nunca vio la luz. Luego de su muerte, su amigo Steven Spielberg agarró el proyecto y lo terminó en 2001. Aldiss había escrito otros dos cuentos basados en el mismo universo. Spielberg combinó los tres para hacer una de sus películas más significativas.

En el futuro, los seres humanos conviven con sofisticados robots llamados Mecas. Cuando a un robot-niño llamado David se lo programa para “amar”, la familia que lo adoptó descubre no estar preparada para las consecuencias. Pronto, David se encuentra solo en un extraño y peligroso mundo. Preparar los pañuelos, las lágrimas son inevitables. (¡Te extrañamos Haley Joel!).

Estas son solo algunas películas basadas en cuentos cortos. El lector avispado seguramente sabrá reconocer otras tantas. ¿Cuáles son sus favoritas? ¡Pueden dejar sus comentarios!