Dudas sobre cómo será Indiana Jones 5 sin Steven Spielberg como director

Durante la promoción de El llamado Salvaje, Harrison Ford anticipó que había grandes novedades de Indiana Jones 5 y que la esperada secuela se comenzaría a grabar apenas unos meses más tarde, en abril o mayo de 2020, para alcanzar la fecha anunciada de estreno en junio 2021. Fue él mismo quien, a los pocos días, hizo dudar de sus palabras revelando que la película aún tenía algunos problemas de guion y calendario por resolver antes de poder realizarse, porque estaban decididos a hacer un film que sorprenda y deje contento a la gran base de fans que tiene el personaje; en definitiva, una secuela que sea superadora de lo que ya hicieron con la franquicia en algún sentido.

Claro que en ese momento no tenían en cuenta la pandemia que pondría en pausa a gran parte de la industria cinematográfica a nivel global, pero es bastante probable que estuviera aludiendo indirectamente a Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal (2008), la cuarta película de la franquicia que la gran mayoría del público prefiere hacer de cuenta que no existió no solo por sus problemas técnicos o narrativos: sobre todo porque una de las grandes críticas fue que se sentía hecha sin ganas y para cumplir.

Finalmente a fines de febrero se confirmó una noticia que pone todavía más en duda que se mantenga el calendario: su clásico director Steven Spielberg abandonó el cargo. En su reemplazo entró James Mangold (Ford v Ferrari, Logan) y Spielberg continuó en el proyecto como un productor con control creativo, pero eso no resolvió los problemas en la producción de Indiana Jones 5. Si ya de por sí parecía difícil acostumbrarse a la idea de cualquiera que no sea él a cargo de Indiana Jones, casi en simultáneo se confirmó también un nuevo apartamiento del guionista David Koepp, quien en septiembre que confesó que la razón se debió a lo que todos ya suponíamos: después de cuatro años, guionista y director no lograron llegar a un acuerdo con el estudio ni con Harrison Ford sobre el camino que debía llevar la secuela.

Además de haber escrito la poco valorada cuarta parte de la franquicia, Koepp fue parte del proyecto desde 2016 hasta que su lugar fue ocupado por Jon Kasdan y luego por Dan Fogelman, antes de volver a las manos de Koepp. Se rumoreaba que las intenciones (sobretodo del estudio) era la de establecer una especie de soft reboot con Indiana Jones 5 que reemplace definitivamente al ya veterano y visiblemente harto protagonista original por su hijo, pero después de la poca aceptación que tuvo Shia LaBeouf ese plan se volvió bastante poco viable.

Que Harrison Ford siga con el talento intacto pero con el cuerpo acercándose a los 80 años (veinte más de los que tenía Sean Connery en La Última Cruzada cuando interpretó a su padre), también le pone fecha límite a su regreso. Es una franquicia que le dio muchas satisfacciones pero que requiere de un esfuerzo físico para el que está evidentemente cada día menos dispuesto. Según se deduce de los comentarios del propio Ford, Indiana Jones 5 no sería una precuela sino una historia que venga a cerrar algunos puntos del personaje que quedaron irresueltos. Viene con olor a despedida y sin Steven Spielberg, uno dudaría de cuantas ganas le pueden quedar de volver a agarrar el látigo, por más que Mangold ya demostró ser más que capaz de despedir a lo grande a un personaje querido popularmente.

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