El Asesor es un thriller político que se alimenta de la realidad. Crítica a continuación

A días de las elecciones, el programa político de mayor audiencia se emite en vivo desde la Legislatura de la ciudad donde debatirán los cuatro principales candidatos a la presidencia de la Nación. Washington Hernández (Enrique Pinti) es el asesor de imagen de uno de los candidatos que encabezan las encuestas y manipula el debate desde la sala de dirección presionando así a un misterioso grupo formado por los personajes más poderosos e influyentes del país, quienes apoyan a su principal competidor. Toda la miniserie ocurre a lo largo de esa noche, alternando escenas del debate con flashbacks de cada participante y grupos de televidentes que lo siguen desde la pantalla. Es justamente en estas escenas paralelas donde se desarrollan las intrigas que se ocultan frente a cámara, ya sean negociaciones secretas entre candidatos,manipulación de encuestas virtuales o directamente el secuestro y la extorsión.

Nada es coincidencia para el asesor

Cualquier semejanza con la realidad, es intencional. Todos los participantes del debate e incluso el asesor, tienen rasgos que aunque no reconstruyen ningún personaje real específico, son reconocibles en varios actores políticos que participaron de la campaña presidencial argentina de 2015.

Dos de ellos son los que reciben más atención de la cámara y entre ambos se disputan ser la sucesión del oficialismo. Mientras uno se alejó del partido gobernante para buscar un crecimiento propio que no podía lograr desde adentro, el otro es un elogiado intendente que se proclama como el cambio y la modernidad. Ambos siguen atentamente las indicaciones que el asesor de imagen de cada uno hace y afirman tener el apoyo de “El Círculo”, un misterioso pero poderoso grupo con los recursos que ambos necesitan para alcanzar sus aspiraciones. Con menos oportunidades participan del debate el candidato oficialista que defiende la continuidad de las políticas vigentes y una diputada de izquierda forjada en la militancia de base que se resiste hasta donde puede a cambiar sus ideales para sumar votos, pero para lograr ganar cierta repercusión tiene que aceptar la inclusión en su movimiento de una incendiaria dirigente famosa por sus denuncias mediáticas. Los medios y el manejo de la información son a su vez herramientas que cada uno utiliza y padece a lo largo de la noche, tanto para intentar dañar a sus oponentes como para distraer sobre sus propios escándalos.

Escondido desde la cabina de dirección, el asesor Washington guía con mano firme al director del programa para proteger y ayudar a su candidato, pero los dos periodistas que conducen el debate tienen su propia agenda e intentan llevarla adelante aunque tengan que desafiar las indicaciones de la producción. De una forma más abstracta también son reconocibles los arquetipos de “expertos” que participan del debate y los televidentes que lo siguen por televisión, discutiendo entre ellos sobre lo que están viendo con frases y argumentos que inevitablemente hemos oído durante la última campaña. Mientras uno de esos grupos permanece como contrapunto del debate, el otro deriva en una subtrama de espionaje que accidentalmente descubre la manipulación de información periodística y una tercera historia sigue a misterioso hombre que permanece oculto temiendo por su vida.

El Asesor es una idea interesante llevada adelante de una forma que no lo es, con un nivel de producción que no está a la misma altura de otros ejemplos recientes. No propone nada llamativo ni novedoso desde la imagen a la vez que carga con un guión al que le falta contundencia y tarda demasiado en tomar ritmo. La acción se paraliza durante una relatada presentación de personajes y situaciones que podrían haberse mostrado de forma menos discursiva para evitar esos aburridos capítulos iniciales en los que parece no suceder nada. Pasado ese punto, cuando realmente se llega a las intrigas principales la serie mejora notablemente porque la mayoría de los personajes muestra algo de potencial y aparenta tener más profundidad de la que llega a verse realmente. El elenco tiene pocas caras conocidas, pero las actuaciones de los personajes principales son en general correctas sin llegar a ser destacables. Su punto más flojo es justamente Enrique Pinti, el nombre más reconocido y el supuesto protagonista de la historia al que se lo ve absolutamente acartonado e inverosímil en este rol alejado de la comedia.

La miniserie aparenta sufrir su propia elección de formato y probablemente resultaría mejor si se la sintetizara en un largometraje o si por el contrario se extendiera algunos capítulos más para lograr mayor profundidad en las historias que quedan un poco indefinidas por tener que compartir tiempo en paralelo. El Asesor se pierde en algún punto intermedio entre ambos caminos, proponiendo demasiados ejes que si bien parecen prometedores, no tiene tiempo de resolver del todo y le quita contundencia al resto.

El Asesor se encuentra disponible gratuitamente en la Plataforma Cont.Ar

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