BARS15 – REVIEW: Los Súper Bonaerenses

NOTA: Esta crítica contiene lenguaje inapropiado (?)

En Argentina el cine gore/trash tiene nombre y apellido y ese es Germán Magariños. Desde hace más de una década y casi de manera ininterrumpida Magariños viene estrenando, a través de su productora Gorevision Films, proyectos de toda índole. Sus película podrán ser criticadas y vapuleadas por cuanto desprevenido se atreva a entrar a la sala a pesar del claro indicador que son sus títulos (les aseguro que de esos nunca faltan), pero difícilmente pasen inadvertidas. Goreinvasion, Sadomaster o Goretech: Bienvenidos al Planeta Hijo de Puta, solo por nombrar algunas, son películas hechas con más pasión que dinero y que tienen algunos puntos en común: sangre, metal, minas en bolas y corrupción, ya sea en la clase política o en las fuerzas de seguridad.

Cuando llegué a mi casa después de ver Los Súper Bonaerenses me puse a charlar felizmente con un amigo quien en un momento dado me preguntó de que iba la película que acaba de ver. La verdad que no tenia ni puta ganas de explicarle la trama completa así que solo le dije: Es como Brigada Z en esteroides y protagonizada por dos policías cocainómanos hijos de puta del conurbano. Y honestamente creo que esa es la mejor explicación que se puede dar para redondear en una sola oración el sentimiento que nos queda después de ver el nuevo opus de Magariños. Los Súper Bonaerenses es una de esas películas populares como las que ya no se hacen (o si, pero resultan una cagada como Bañeros 4), solo que aquí tiene el toque característico de Gorevision.

Vic Cicuta y Leandro De la Torre interpretan a dos policías que les toca ser compañeros en contra de su su propia voluntad, a la Riggs y Murtaugh en Arma Mortal. Casi sin quererlo quedan encerrados en un edificio que está dominado por narcos que responden a Alitas y la sensual Avellana, los villanos de turno. Estos tienen un plan para inundar el mundo con cocaína que se trafica escondiéndola dentro de las personas y al mismo tiempo experimentan con la creación de un androide.

La delirante trama está inundada de homenajes a programas de ayer y hoy que van desde Titanes en el Ring hasta Los Simpsons, y tambien a obras populares e icónicas de los años ochenta como son la anteriormente mencionada saga de Brigada Z. Las escenas “porno” y o de violencia, a pesar de lo gráficas que puedan resultar para algunos, están trabajadas de una manera que resulta imposible no reírse y pararse a aplaudir, y las actuaciones de Cicuta, De la Torre y Ramon Corderon son en verdad muy buenas. Todas estas cosas contribuyen a convertir las proyecciones de Los Súper Bonaerenses en una verdadera fiesta, y verla a sala repleta con gente respondiendo a la película es una experiencia que difícilmente pueda ser igualada.

Conclusión

Los Súper Bonaerenses es un delirio de los buenos. No solo es la película mejor lograda de Magariños y compañía hasta la fecha, es también una gran comedia de acción popular como las que ya no se hacen. El director una vez más arremete contra quienes deben protegernos, aunque esta vez los transforma en unos anti-héroes divertidos y políticamente incorrectos que te llenan el alma. El resultado final es 80 minutos de pura diversión, al menos para quieran entrar en su juego.

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