El Cuento de la Princesa Kaguya

Un anciano vivía en el campo junto con su esposa hasta que un día vislumbra un árbol con inusual brillo. Al acercarse, presencia el florecimiento de una diminuta niña. El anciano la recoge y al llevarla a casa toma la forma de una bebé normal. Su crecimiento es normal pero acelerado, y pronto se encuentra con una larga lista de pretendientes para desposarla.

Un cuento antes de dormir

Muchas series han tomado esta leyenda para sus historias, casos conocidos como Sailor Moon o Inuyasha. Sin embargo, no es usual que el estudio Ghibli tome un cuento clásico y lo convierta en una película.

En el 2013 Ghibli estrenó de la mano de Isao Takahata Kaguya Hime no Monogatari ( かぐや姫の物語) “La historia de la princesa Kaguya” la animación de una de las leyendas más conocidas del folklore Japonés. Esta película fue una de las pocas de animación japonesas en pasar por el festival de Cannes. Es también, la primera de este director en 14 años.

La animación de Ghibli para esta leyenda es ideal en lo que se intenta contar. El énfasis está puesto en la antigüedad, partiendo de una paleta de los colores claros y un estilo de dibujo más bien clásico y de tiempos pasados, pero dejandole una parte importante al encanto de la naturaleza y los paisajes, algo característico de este estudio que siempre nos ha deleitado con esos bosques mágicos y criaturas salvajes.

Lo destacable es la  sensación de que realmente se está contando un cuento, y que este ha trascendido a la pantalla casi con naturalidad, por lo que las escenas suceden espontáneas y son en definitiva sencillas. Todo ello generando ese toque que tanto atrae a los seguidores del Studio Ghibli.

Al igual que sus antecesoras, tales como La Princesa Mononoke, los personajes de la trama son entrañables. Kaguya lleva implícita la dulzura y ese misterio a su alrededor que hace fácil la identificación de la heroína como se la quiere mostrar.

La trama se entreteje entre pasajes de la infancia y una cuota nostálgica que nos deja vagando en lo agridulce, algo que la princesa nos transmite en cada uno de sus estados emocionales. Puede hacerse pesada por momentos y no es por nada que con 137 minutos de duración es la película más larga hasta el momento de Studio Ghibli.

A pesar de sus atractivos y de la cantidad de criticas positivas que ha recibido, en Japón es considerada un fracaso. Esto sucede debido a la poca recaudación de la misma, 20 millones de dolares, ni la mitad del costo de su producción.

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