El compás moral está roto en Hogar, nueva película de Netflix. Crítica, a continuación.

Hogar, de los hermanos Alex y David Pastor, es la nueva producción de Netflix que aprovecha el género del thriller para presentar un relato pincelado con temas actuales como el acoso y la manipulación. Temas que, por desgracia, han sido trabajados de forma más interesante en el pasado.

Intriga y tensión, las fortalezas de Hogar

Poster de Hogar, película de Netflix – Crítica AP

Disfruto de los thrillers españoles como lo hacemos muchos argentinos, aunque no entendamos bien por qué. Quizás sea porque nos sentimos identificados con el país hermano, porque nos estimula su acento o debido al incorrecto código moral de este tipo de historias que suelen ser inquietantes.

La moral rota, explorada frecuentemente en el cine español, puede parecer chocante para algunos. Pero sus realizadores no juzgan, solo cuentan. Y a veces eso significa que, como espectador, uno nunca sabe en qué dirección va a ir la película.

Netflix, por supuesto, entiende muy bien este gusto adquirido. No es casual que nos bombardeé localmente con un estreno español tras otro. Recientemente fue El Hoyo. En el pasado tuvimos Durante la tormenta, El cuerpo, El guardián invisible o Contratiempo (todas buenas recomendaciones, por cierto). Hoy le tocó el turno a Hogar.

Como una suerte de Parasite española (aunque con bastante menos astucia), Hogar nos cuenta la historia de Javier Muñoz, un ejecutivo publicitario de éxito que, luego de un tiempo sin trabajar, se ve obligado a dejar el hermoso piso que su familia ya no se puede permitir.

Hogar: ocupante maligno

Frustrado por su mala suerte (que cree no merecer) un día Javier descubre que todavía conserva un juego de llaves de su antigua casa. Entonces empieza, lentamente, a espiar a la joven pareja que ahora vive allí. Progresivamente se infiltrará en la vida de los nuevos propietarios a fuerza de mentiras y tretas, decidido a intentar recuperar la vida de lujos que le fue arrebatada.

El argumento se configura como un thriller psicológico, donde diferentes tipos de violencia van cobrando relevancia a medida que el personaje principal va de Walter White a Heisenberg en 103 minutos.

Javier no busca convertirse en un capo de la droga, pero está lo suficientemente obsesionado con la familia que acosa como para querer apoderarse de ella con un elaborado plan que solo va cobrando sentido sobre el final.

Hogar también nos describe una sociedad consumista donde el marketing y los anuncios publicitarios definen la forma de relacionarnos unos con otros. En este mundo, Javier es el espejo roto donde se reflejan, de forma distorsionada y hasta inhumana, las aspiraciones más materialistas.

Hogar, película original de Netflix

No estamos ante una obra maestra, y hasta podríamos decir que se trata de una producción oportunista que busca aprovechar a un personaje no tan diferente al que compuso Javier Gutiérrez en El Autor, aquel thriller de 2017 sobre un hombre con bloqueo de escritor.

Quizás el buen ritmo de tensión sea su punto más fuerte. Por lo demás, no tiene mayores aspiraciones que las de una telenovela promedio. Además de Gutiérrez (buen actor que ya se ha ganado su lugar), ninguna otra actuación destaca realmente. Ni siquiera Mario Casas, que tuvo un protagónico interesante en Contratiempo.

Dicho esto, la historia de Hogar es lo suficientemente entretenida y el personaje principal es intrigante. El guion del film de Netflix es absolutamente improbable, sin duda, pero logra ponernos en los zapatos del antihéroe y entender su lucha (que para esta crítica no es lo mismo que estar de acuerdo con sus decisiones y acciones). Te mantiene expectante con un suspenso, a veces coqueteando con el terror, bien llevado.

[imdb]https://www.imdb.com/title/tt9345754/[/imdb]