Críticas
La Corazonada (REVIEW)
La Corazonada, precuela que cuenta los orígenes de la detective Pelari. Crítica sin spoilers
Antes de convertirse en la detective rebelde de Perdida, Manuela “Pipa” Pelari (Luisana Lopilato) comenzó como una simple oficial de calle. Ella aprovechó su oportunidad de llamar la atención del detective Juanez (Joaquín Furriel) durante el operativo para atrapar a un asesino serial.
El caso parece resolverse rápidamente cuando la mejor amiga de la víctima confiesa ser la autora del asesinato, pero su historia no cuadra con las evidencias encontradas en la escena del crimen. Ambos investigadores se convencen de que no está diciendo la verdad.
Atrapada entre la admiración por su nuevo mentor, la ambición de ser detective y un importante sentido de la justicia, Pipa pone a prueba su inteligencia y su lealtad para tratar de resolver ambos casos con éxito.
La Corazonada es la primera de las películas anunciadas a principio de año que fueron completamente producidas por Netflix de forma local, específicamente para la plataforma de streaming, en lo que se espera sea un política sostenida en el tiempo.
La Corazonada que lleva al culpable también exonera
Repitiendo al director Alejandro Montiel y buena parte del equipo, La Corazonada se mantiene en la misma línea que Perdida; pero afortunadamente parece haber aprendido de algunos de sus problemas más groseros para no repetirlos. Al menos no con la misma intensidad y frecuencia.
Aunque esta precuela logra resolver con mayor éxito los graves problemas de verosímil que tenía Perdida, una vez más los mayores problemas que enfrenta La Corazonada son narrativos, por una trama con varios agujeros que abusa de las coincidencias para resolver conflictos y para intentar sorprender al público.
Lo que pretende contar no es demasiado complejo, pero de todas formas nunca falta un personaje explicando en voz alta lo que está pasando o recordando las palabras que algún otro ya dijo, por las dudas de que alguien no entendiera o que no estuviese mirando a la pantalla. Para peor, usualmente con líneas de diálogo tan poco verosímiles o sobre explicativas que cuesta creer no hayan sido una indicación explícita de la dirección.
Durante el desarrollo de La Corazonada, la trama policial funciona lo suficientemente bien como para servir de contexto a la historia interna de los personajes principales. No debe sorprender mucho que con dos misterios compitiendo entre sí por la atención, ninguno alcanza a generar un nivel de tensión muy importante como para que importe su desenlace.
Acercándose al final, las cosas suceden exactamente como hace falta, al punto que uno de los crímenes se resuelva prácticamente solo, sin intervención de la dupla protagonista. Lo logra con el clásico y discutible recurso de esconder información hasta el último minuto, para que alguien tenga una epifanía que le permita conectar en segundos todos los puntos. Explicando todo paso a paso de forma verbal, como corresponde.
Sobrepasados esos momentos donde la trama hace agua o los personajes siguen caminos poco justificados, la mayor crítica contra La Corazonada no es tanto si logra o no sorprender con sus giros, sino que no importa demasiado cuál sea la resolución del caso. Esto se debe, principalmente, a que por más que la interpretación es correcta de parte de todo el elenco, ninguno de los personajes es particularmente interesante o carismático.
Dejando de lado lo inverosímil de muchos detalles de la puesta de arte o el vestuario, como que los uniformes no tienen identificaciones o que sea dificil deducir la época, la realización es prolija en todo momento aunque sin mucho que merezca ser destacado tampoco. Hay una clara intención de que todo en La Corazonada sea lo más genérico posible y la mayor crítica en esta decisión es que toma de referencia estereotipos producidos en Hollywood sin mucha conversión al contexto local. Por suerte nunca al nivel absurdo de Perdida que prácticamente parecía estar situada en otro país, pero sí ofreciendo una imagen lavada y maquillada del mundo que dice estar retratando. Al menos esta vez ofrecen una interpretación del elenco más afinada y una narración llevadera que no llega a aburrir.