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Críticas

Better Call Saul Temporada 4 (REVIEW)

Better Call Saul Temporada 4: El spin-off de Breaking Bad, llegando al punto

4 temporadas se tomó el show para llegar al momento que todos esperábamos. Por favor que eso que acabo de decir no se tome como una crítica negativa, pues es todo lo contrario: a su ritmo, sin prisas, se construyó una narrativa de niveles superlativos para que el choque ante esa escena final de la temporada nos deje sin palabras, pese a que sabíamos que tarde o temprano seríamos testigos de ella. Y esa sensación con algo que no debería ser una sorpresa solo se consigue con tamaña solidez y pulso firme a la hora de decidir qué y cómo narrar.

Better Call Saul Temporada 4: el origen

Maniobrando entre dos líneas que prácticamente no se tocaron, Jimmy McGill (Bob Odenkirk) y Mike Ehrmantraut (Jonathan Banks) se convirtieron en los seres que vimos en Breaking Bad. Cada uno cimentó la personalidad de la que hicieran gala como secundarios de la historia de Walter White, llevándonos a resignificar todo aquello que vimos en la serie madre. Se me antoja, de repente, pensar que Walter es un mero personaje de reparto que vendrá a poner a prueba a estos hombres que vivieron todo lo que vivieron y que actuarán de acuerdo a como quedan plantados tras esta temporada.

A tal punto estamos en condiciones de resignificar Breaking Bad que hasta me atrevería a dejar de llamar “un spin-off” a Better Call Saul (aunque, claro, técnicamente lo es) para convertirse en algo que la supera en importancia pues aquí estamos ante la fundación de ese mundo de Albuquerque compuesto por super laboratorios y antihéroes que rompen las líneas de cualquier norma moral.

¿Es mejor Better Call Saul que Breaking Bad? No me interesa entrar en ese terreno: son dos partes de un mismo universo y ya me resulta imposible pensar una sin la otra. Si alguien que vio Breaking Bad hoy no está haciendo lo mismo con Better Call Saul, lo siento por el o ella pues le están faltando piezas clave para comprender el relato.

Better Call Saul en su temporada 4, con la estructura rota en pedazos, casi contando una historia en fragmentos que por momentos parecían dispersos y alejados unos de otros, en realidad estuvo terminando de diseñar el mundo de Breaking Bad, dándole el contexto y respetándolo pero -a su vez- creándolo. Ahora casi que solo falta agregar a los White en el tablero.

I’ts all good, man

Toda la temporada Better Call Saul amagó con presentarnos oficialmente a Saul Goodman. No hubo momento en que no dijésemos “es acá, a partir de ahora es Saul”, hasta jugaron haciéndonos temer por el futuro de Kim Wexler (nota al paso: queridos premios Emmy, no nominar a Rhea Seehorn sería lisa y llanamente un pecado imperdonable).

Ese descenso lento hasta el abogado inescrupuloso conocido por todos no podía cerrar de mejor manera: asumiendo lo que su hermano Chuck pensaba de él, aceptando que a pesar del cariño no lo consideraba digno del oficio, Jimmy opta por ser eso mismo. Una verdadera puñalada que termina de dar su golpe certero en el último minuto del season finale.

Algunos podrán discrepar en que ello haya sido acertado y hasta tildarán de lenta a la serie (de hecho, muchas críticas hacia el show son justamente por su supuesta falta de ritmo), algo con lo que no podría estar más en desacuerdo: estamos ante una cocción tan puntillosa del punto de partida de Breaking Bad que acelerar el proceso dinamitaría una narración empecinada en los detalles, en los encuadres perfectos que golpean más fuerte que mil palabras, en la fotografía que ensombrece o resalta dando a entender lo que otros solo pueden explicar del modo simple y directo. La sutileza y riqueza del lenguaje audiovisual puestas al servicio de la historia, algo que desafortunadamente (y por esa necesidad de que todo el tiempo “pase algo” relevante a la vista) se está perdiendo, empobreciendo al formato.

Y así como llegamos al nacimiento de Saul Goodman, también llegamos al Mike que conocimos en Breaking Bad, la mano derecha de Gus Fring, el hombre capaz de asesinar a sangre fría completamente alejado del criminal pero con límites que nos presentó Better Call Saul hace ya 4 años. Su arco de la temporada con la construcción del laboratorio terminó de darle forma y configurarlo, arrastrándolo a lo más bajo.

La temporada sorprendió con actitudes de los personajes que no imaginamos: ¿a alguien se le ocurrió que Kim dejaría de lado su importante carrera para ayudar a Jimmy, cuando la separación de sus caminos era casi un hecho?; es que ella no vio Breaking Bad y no sabe que el futuro de Jimmy/Saul está marcado, funcionando como los sentimientos de nosotros espectadores, esperando que el protagonista tome un buen camino que indefectiblemente no tomará.

En Better Call Saul Temporada 4 hubo incorporaciones atinadísimas (gran labor de un Tony Dalton que aun tiene mucho para contar, no olviden lo que detallamos sobre Lalo en esta nota), y un montaje que por momentos dejó al insuperable montaje de Breaking Bad como un bebé de pecho (el inicio de Something Stupid, episodio 4×07, para aplaudir de pie). Pero lo principal y su punto más fuerte fue la presencia de una tensión latente que no necesitó levantar la voz para hacerse notar.


[imdb]https://www.imdb.com/title/tt3032476/?ref_=ttep_ep_tt[/imdb]

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Conclusión
La temporada 4 de Better Call Saul podría pasar como de transición, pero en vez de hacerlo juega sus cartas para terminar la metamorfosis de sus personajes y casi que cerrar un ciclo (funcionaría tranquilamente como final de serie). Condensa todo lo vivido hasta ahora y lo que sabemos que ocurrirá después para ponerse a la par de su serie madre, toma lo mejor de la fórmula para pulirlo y le agrega una desgarradora melancolía (elemento ausente en Breaking Bad) haciendo que resulte imposible dejar de incluirla entre los mejores dramas de la televisión moderna.
Nota de lectores17 Votos
89
100
Total

1 Comment

1 Comment

  1. Luciano Sivori

    11/10/2018 at 14:43

    Uf… uf… mucho para comentar. Si bien estoy de acuerdo con la mayoría de lo que comentás (¡aguante Kim!) para mí esta temporada me puso un freno con la emoción que venía teniendo in crescendo hasta la temporada 3 (que sí me parece un 100%).
    Más que una temporada de “cocción lenta”, me pareció un tanto estirada, con tramas que no llegaron a ningún lado y una historia que fácilmente se podía contar en la mitad de tiempo. Los arcos de personajes de Mike y Jimmy/Saul estuvieron logrados… ¿pero qué pasó con Nacho, Gus Fring, los Salamanca? Quedaron como parte del paisaje, meros plot devices. El gran ejemplo es Gus Fring, que no sólo vimos un retroceso en su desarollo como personaje, sino que además nos mostró una unidimensionalidad que hirió mi cozarón de fan (¿fue otra cosa que un tipo vengativo y “malo por el hecho de ser malo” en esta vuelta?
    En fin, ¿buena temporada? Sin duda. ¿Obra maestra? No. Tuvo grandes momentos (Something Stupid fue impecable) y también grandes desaciertos. Por cierto, sí, funcionaría como final de temporada y no me molestaría (aunque quedarían varios cabos sueltos).
    Dame una temporada 5 que pegue con todo, que haga explota a Lalo, a Gus, que reuna a todas las historias desconectadas en una sola, y me voy contento.

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