REVIEW: Blanco o Negro

Crítica realizada durante el 31° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata

Una película de acción demasiado ambiciosa para su propio bien.

Las historias sobre venganza tienen un potencial narrativo asegurado tanto argumentalmente como temáticamente. Si pasamos revista de las miles de películas que se han hecho en este marco no terminaríamos más, e igualmente veríamos venir cada paso de la historia. No obstante, lo que nos atrae de estas propuestas, a pesar de esta constante anticipación, es la promesa de un baño de sangre. A menudo aparecen ciertas propuestas que quieren voltear esta anticipación y meterles un agregado, una reflexión, si se la quiere llamar así. Eso es lo que viene a ofrecer Blanco o Negro.

Ojo por ojo, y el mundo quedará ciego

Adrián Goto es un maleante que busca venganza por la muerte de su hermana. Con la ayuda de su mentor intentará poner en marcha su plan, pero no le será fácil dado a que sus antiguos empleadores harán lo propio contra él, lo que le impondrá sendos obstáculos.

El problema de Blanco o Negro es que se trata de un guión que rebusca demasiado una historia que debería ser más simple. Puede apreciarse que se haya querido intentar darle un marco distinto a la típica historia de venganza, pero el guión se enfrenta a tres problemas concretos: Un uso de la narración no lineal que confunde más que conferir coherencia, un exceso de filosofía en su temática demasiado obvio para su bien, y dialogos que carecen de subtexto. También cabe mencionar que su duracion de 135 minutos le juega en contra en cuanto a ritmo, mayoritariamente por escenas que alargan demasiado su bienvenida.

A pesar de lo arriba mencionado, se le debe conceder a Blanco o Negro que tiene una lograda labor fotográfica. Sólidas composiciones de cuadro, un gran sentido de la utilización del color y sutileza a la hora de mover la cámara.

Conclusión

Blanco o Negro es un título que a pesar de su solidez visual no consigue estar a la altura de las ambiciones narrativas que se propone. Sin embargo, el solo hecho de tenerlas, ese intento de ofrecer otra mirada, otro desarrollo de un historia que ya conocemos nos muestra que hay valor y ganas para lo distinto en el Cine Nacional. Sólo es cuestión de sumarle la claridad.

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