Críticas
REVIEW: Blue Jasmine
De la mano de una enorme Cate Blanchett, Woody Allen logra uno de sus trabajos más redondos de los últimos tiempos.
El desencanto de la burguesía
Jasmine (Cate Blanchett) es una dama de la alta sociedad neoyorkina casada con Hal (Alec Baldwin), un importante empresario de bienes raíces. Su vida sufre un duro golpe cuando descubre que su marido la engaña con cuanta mujer se cruza en su camino y, para colmo, resulta ser un estafador. Habiendo perdido toda su fortuna, y con Hall en la cárcel, Jasmine decide mudarse al modesto departamento de su hermana Ginger (Sally Hawkins) y sus hijos en San Francisco, a la otra punta de Estados Unidos. Jasmine sufre una fuerte depresión y vive medicándose, es incapaz de mantenerse a sí misma y aun no logra asimilar que su vida de lujos y dinero ya quedó atrás. Su visita también comenzará a traerle problemas a su hermana, a quien siempre miró con vergüenza por su falta de clase y por su mal gusto a la hora de elegir hombres. La vida de Jasmine parecerá comenzar mejorar cuando conoce Dwight (Peter Sarsgaard), un joven diplomático que cae rendido a sus pies. Pero mientras Jasmine poco a poco comienza a recomponerse, la tranquila vida que llevaba su hermana Ginger comenzará a desmoronarse.
Pura clase
Dejando afuera algunas películas en particular (léase Match Point, Vicky Christina Barcelona y Medianoche en París), los últimos trabajos de Woody Allen no habían resultado más que simpáticos films, correctamente escritos y, como de costumbre, brillantemente actuados. Con cuarenta y ocho películas en su haber, Allen aún no hizo una que, por lo menos yo, pueda catalogar como mala. Varias veces estuvo cerca, y probablemente sus trabajos intrascendentes igualen en cantidad a los buenos. Pero de vez en cuando Allen filma algo brillante, algo que nos hace olvidar aquellos años en que pareciera que tan solo filma por inercia. Blue Jasmine es uno de esos trabajos.
Inmediatamente cuando uno sale del cine, lo primero que tiene rondándole la cabeza es la fantástica actuación de Cate Blanchett (de la cual ya hablaremos más adelante), pero debemos recordar que esto no sería posible sin el fantástico guión escrito por el viejo Woody. Blue Jasmine resulta una suerte “volver a las raíces” con algo de reinvención. Si revolvemos su filmografía podríamos compararla con otros trabajos agridulces como Hannah y sus Hermanas y Maridos y Esposas, pero quizás la película que más se le asemeja, por lo menos en lo que nos genera como espectadores, sea Melinda y Melinda, aquel film donde teníamos la misma historia vista como un drama y como una comedía. Blue Jasmine cuenta tan solo una historia, pero fuertemente apoyada en estos géneros. A veces bien diferenciados y a veces tan mezclados que nos da un poco de culpa largar una carcajada.
Cate Blanchett es la estrella indiscutida de la película. Su actuación le valdrá sin lugar a dudas una nominación a los premios Oscar y, salvo que ocurra algo terrible, debería ser la ganadora. Blanchett compone magistralmente a Jasmine. Aun cuando el personaje no nos pueda resultar del todo querible, es imposible para el espectador no simpatizar con ella. Dicen los grandes actores que lo más difícil del oficio es hacer reír, y Blanchett lo logra. Pero no solo eso, lo logra incluso cuando su personaje está sumergido en un profundo drama. Jasmine es uno de esos personajes que perdurará en la filmografía de Allen, así como fue Diane Keaton con Annie Hall o la Tracy de Mariel Hemingway en Manhattan. Woody es siempre muy cuidadoso a la hora de elegir su reparto secundario y Blue Jasmine no es la excepción. Alec Baldwin le imprime toda su clase y carisma a Hal. Sally Hawkins (La Felicidad Trae Suerte) se luce como Ginger, la hermana, quien hace un gran trabajo presentando un personaje lleno de simpatía pero a la vez lleno de dudas e inseguridades, cosas que la vuelven una ”victima” de Jasmine. Otro que se luce es Bobby Cannavale como el novio y futuro esposo de Ginger, el blanco de todos los reproches.
Conclusión
Blue Jasmine es una película redonda que sobresale en todas y cada una de sus líneas, aunque probablemente quedará en la memoria colectiva gracias a una soberbia interpretación de Cate Blanchett, merecedora de todos los premios y elogios. Los seguidores de Allen no saldrán decepcionados ya que resulta un gran avance con respecto a A Roma Con Amor, su anterior trabajo, y es sin dudas su mejor película filmada en Estados Unidos desde Los Secretos de Harry, allá por 1997.
Pingback: Reabre el Cineclub BAMA en el ex Arteplex Centro - Alta Peli - El sitio del Cine
pamela
13/10/2013 at 22:38
Perdón, nadie se dio cuenta de que la película es una reescritura de “Un tranvía llamado deseo”??????????
Pingback: Se entregaron los premios BAFTA - Alta Peli
Pingback: REVIEW: Godzilla - Alta Peli