REVIEW: Certain Women

Crítica realizada durante el BAFICI [19].

De la mano de una de las directoras más representativas del movimiento indie norteamericano, Certain Women presenta un postulado feminista dividido en tres episodios con tenues uniones entre ellos.

Tres mujeres y un destino

Kelly Reichardt hizo su debut en 1994, pero quizás su amplio reconocimiento llegaría recién doce años después con Old Joy y Wendy & Lucy, un año después. Su mirada sensible para retratar vidas ordinarias la convirtió en una fuerte referente del cine estadounidense que se maneja fuera de los estándares de Hollywood (acá deberíamos poner algunas comillas).

Infaltable en todo festival que exhiba este tipo de películas, que se manejan como un movimiento con reglas establecidas propias, ya sea Sundance o nuestro BAFICI, Reichardt es también reconocida por su visión femenina, por sus alegatos a favor de sus derechos; y en este sentido, Certain Women, basada en los relatos de Maile Meloy, debe ser su exponente más explícito.

Son tres historias, contadas a través de la visión femenina – aunque esta no sea siempre el centro – que no necesariamente llevan un hilo común o están conectadas de algún modo más allá de colocar pequeñas uniones a modo de guiño narrativo para que sepamos que todas se encuentran en el mismo universo.

Laura (Laura Dern) es una abogada, algo resignada en su trabajo, que no puede ayudar a su cliente, Fuller (Jared Harris), que acaba de quedarse sin trabajo por una lesión laboral pero que fue engañado al aceptar un dinero de la empresa. El hombre entabla una relación con ella casi de familiaridad, que excede lo laboral, como si no pudiese reconocer a una mujer como profesional. Las derivaciones de la historia se volverán críticas.

Gina (Michelle Williams) tiene un esposo y una hija, pero también es constructora. Temporalmente viven en una tienda, mientras construye su hogar. Pero el mundo le hace sentir que ante de ser una trabajadora, es esposa y madre, debe ocupar el rol que su marido le asigna, su hija le asigna al no ser colaborativa, y hasta el hombre del que desea unas piedras para la construcción le asigna.

Finalmente, en la tercera historia, podríamos hablar de dos mujeres, aunque la postura fundamental es la de una, una mujer de la que no sabremos ni su nombre (Lily Gladstone); que vive sola, aislada, en una estancia criando caballos; y concurre a unas clases de derecho ciudadano dictados por Elizabeth (Kristen Stewart), con quien entabla una amistad al ofrecerse de acercarla hasta el restaurant y estacionamiento. Ella se siente sola, y es evidente que busca en Elizabeth una compañía que no sabemos si quiere o se anima a dar.

Certain Women habla del rol de la mujer en mundo con estándares masculinos. Aunque la primera historia el centro sea Fuller, la visión es su abogada y el trato que recibe de este. La segunda historia podría enfocarse en toda la familia, pero decide hacerlo en Gina y lo que ella representa para esa familia. La tercera historia, la más concreta, nos muestra a dos mujeres, diferentes e iguales, que intentan apartarse de ese entorno masculino.

Reichardt prescinde de todo agregado, casi no utiliza música, los diálogos son cortos, y las situaciones apuntan a una realidad calma. El paisaje sureño colabora con ese tono entre acético y poético. No necesita que sus personajes griten artículos de una ley para saber que está hablando de los derechos femeninos, del posicionamiento de rol femenino en el mundo.

Ver a Laura Dern siempre es un privilegio, es una de las actrices más destacadas desde hace más de veinte años, y el tiempo la ha tratado bien. Michelle Williams hace ya tiempo optó por seguir su carrera fuera de las grandes producciones (nótese que lo más extraño que se le ha visto hacer en los últimos años es Oz, El Poderoso), se maneja como pez en el agua en este tipo de películas. Kristen Stewart sigue despegándose de Crepúsculo, aunque su figura siga siendo externa y no puede evitar caer en el segundo plano detrás de Lily Gladstone, quizás la mejor interpretación de la propuesta.

Conclusión

Certain Women sigue la fórmula conocida del indie estadounidense para retratar visiones de mujeres en un universo que no es estrictamente femenino. Lo hace sin aditamentos, con honestidad, y un puñado de buenos intérpretes que se adaptan a las exigencias de su directora, quien tiene bien en claro cuál es su destino. No sorprende, no ofrece más de lo que propone, pero alcanza.