Connect with us

Alta Peli

Críticas

El Club, de Pablo Larraín (REVIEW)

El Club, un crudo y estremecedor testimonio sobre la represión de los instintos humanos y la más fuerte crítica a la Iglesia Católica jamás puesta en una cinta.

Crítica realizada durante el 30° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

El realizador chileno Pablo Larraín empezó a destacar internacionalmente al ser responsable del primer film chileno en aspirar a un Oscar, No. Tres años después de ese logro, desembarcó en la Competencia Internacional del Festival de Mar del Plata con El Club, que trae tras de si una chapa de galardones que llama la atención: Viene de ganar el Oso de Plata en el Festival de Berlín y es la representante Chilena para la puja por las Nominaciones al Oscar a la Mejor Película Extranjera. Pero estos honores son meros lauros ya que El Club es una película de una sólida carnadura dramática que toca un tema sensible de una forma cruda y sincera, atreviéndose a cuestionar temerariamente los reglamentos de la Iglesia.

¿En el nombre de Dios?… Mejor no lo metan

En una casita de la costa chilena están recluidos cuatro sacerdotes que se encuentran allí por distintas afrentas, las cuales van desde la pedofilia al secuestro de bebés. Un día, el cuarteto se vuelve quinteto con la llegada de un nuevo cura en falta, quien es repentinamente visitado por un borracho que pregona en voz alta todos y cada uno de los delitos sexuales que dicho cura cometió contra su persona. Uno de los residentes saca un arma y le exige al recién llegado que pegue un tiro al aire para asustar al borracho. Eventualmente, se lleva el arma a la cabeza y se dispara. Esto genera la llegada de un cura joven, enviado por las altas autoridades religiosas para investigar lo que pasó. Su investigación será la que determine si se desaloja la casa.

Por sus primeras imágenes, el guion de El Club parece ser una película contemplativa, mas cuando se presenta el conflicto principal se pone en marcha una reacción en cadena de acciones, relatos, palabras y recuerdos que ponen al descubierto las peores bajezas imaginables del ser humano y que no dan tregua al espectador; un testimonio horrorizante tras otro, una acción horrorizante tras otra.

Uno de los temas de El Club es bastante claro y es la represión a los impulsos humanos. Por cuestiones obvias, estos sacerdotes se han comprometido a tomar unos votos que requiere una enorme fuerza de voluntad el poder mantenerlos, y su debilidad los impulsa a expulsar esos instintos involucrando a completos inocentes, cuyas vidas quedan arruinadas para siempre. El Club plantea un argumento demoledor de hasta qué punto es necesaria tanta represión para poder representar adecuadamente a la Iglesia. Larraín y sus coguionistas no nos lo dejan fácil, porque ninguno de los personajes salen bien parados. También cabe aclarar que otro de los temas que trata la película es la penitencia: hasta el suicidio del cura recién llegado, los protagonistas vivían una existencia monótona y rutinaria. El suicidio los obliga a hacerse cargo de las afrentas cometidas en su pasado y que deberán pagar cuanto antes.

A nivel técnico, El Club plantea una fotografía naturalista pero de ribetes turbios como una niebla, como la que se cierne sobre los personajes. Cada cuadro está meditado y cada corte de montaje tiene su razón de ser, manteniendo el ritmo y el interés a cada momento, incluso cuando la cámara apunta hacia acciones, expresiones o palabras que el espectador preferiría no oír, pero no puede evitar escuchar.

En el costado actoral, tenemos trabajos meritorios de todo el reparto. Acá no hay solo talento sino mucha valentía. Requiere mucha preparación, claridad y discernimiento de mente para interpretar a estos personajes que no son en absoluto tribuneros, por no decir una inteligencia afiladísima para encontrar la humanidad en ellos a pesar de sus acciones non-sanctas. La tuvieron tremendamente complicada y la sacaron completamente adelante.

El Club no es una película para cualquier estomago. Pocas veces van a ver una película tan cruda y visceral como la que nos ofrece Pablo Larraín. Es de aplaudir la enorme valentía de absolutamente todos los involucrados en prestar su nombre y, sobre todo, su talento a un proyecto que mete el dedo en la llaga de un tema que muchos prefieren hacer la vista gorda.

¿Te gustó lo que leiste? Ayudanos a seguir creciendo! 
-

El Club, de Pablo Larraín (REVIEW)
Conclusión
Es uno de esos testimonios duros que uno necesita oír. Pero principalmente uno que invita al espectador a sacar sus conclusiones y hacer sus propias preguntas. Uno de esos títulos que se quedan con vos mucho tiempo después de la proyección, mas allá de sus evidentes méritos dramáticos y artísticos, porque (independientemente de si seas creyente o no) no deja indiferente a nadie.
Nota de lectores1 Vota
91
100
Total

1 Comment

1 Comment

  1. Pingback: Spencer, de Pablo Larraín, con Kristen Stewart | Crítica AP

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

More in Críticas

Trending

To Top
Salir de la versión móvil