El niño y la bestia, la historia de un huérfano que cruza la frontera hacia el mundo de las bestias como aprendiz del terrible Kumatetsu, quien desea convertirse en el gobernante de su mundo. Poco a poco deberán aprender mutuamente a convivir el uno con el otro, sorteando infinidad de aventuras.
Un papá genial
Pocas veces tenemos acceso a una película de animación japonesa si esas piezas no pertenecen a Studio Ghibli o, excepcionalmente, a grandes que han triunfado como series.
Mamoru Hosoda nos trae una historia de tenacidad, dolor y reconciliación, mágica y reflexiva. Es necesario aclarar que hablamos del autor de la tan popular Los niños lobo. Aunque a primera vista creemos que nos encontramos con una película infantil, con el correr de las escenas descubrimos que no es ese el público al que apunta.
Ren tiene nueva años y acaba de perder a su mamá; quedará a cargo de unos familiares que mucho no le agradan. Ante esto decide huir: vaga por las calles de Shibuya acompañado de una especie de ratoncito blanco. Escondido entre las sombras de la ciudad conoce a Kumatetsu, un oso bastante rudo que le pregunta de malos modos si quiere ser su discípulo. Ren lo sigue y termina transportándose al mundo de las bestias.
Resulta que en este mundo el gran Señor ha decidido que reencarnará y como tal necesita un sucesor. Kumatetsu es uno de los principales candidatos. Pese a que su mala educación le juega en contra, el gran Señor le pide que tome un discípulo para poder competir por el título. Kumatetsu es bruto y arrogante, y como tal no tiene experiencia como mentor. Sin embargo toma a Ren como su discípulo apodándolo Kyuuta (Kyuu: 9 en japonés) y se convierte en la primera bestia que trae a un humano a ese mundo. La convivencia entre Kyuuta, Kumatetsu y los amigos de este último se hace bastante caótica pero de alguna manera parece funcionar.
La figura paterna que le ofrece Kumatetsu a Kyuuta es la que tejerá los hilos de la historia. Parece al principio un cuento típico, pero como Hosoda suele hacer, lo predecible se torna impredecible y nos encontramos en un terreno de auto superación. El desarrollo de Kyuuta trae consigo las dudas de todo joven: tiene que lidiar con ser un humano en un mundo de bestias y un niño salvaje en el mundo humano. Los cambios alteran el orden de su vida pacifica con Kumatatsu y el vínculo entre ellos tambalea.
El arte es palabra mayor en este caso con escenarios coloridos, realistas y fantasiosos en perfecto equilibrio. El niño y la bestia es algo larga y se hace densa al inicio, pero el autor logra proponer un desenlace ordenado, sin caer en lo apresurado y con maravillosas reflexiones. Los distintos personajes secundarios condimentan la trama dándole un toque maravilloso y humorístico, aunque sean la calma que precede a la tormenta.
[imdb]https://www.imdb.com/title/tt4272866/[/imdb]