Críticas
En la Cuerda Floja (The Walk – REVIEW)
Robert Zemeckis vuelve al cine de primer nivel con En La Cuerda Floja (The Walk), una de las pocas películas donde vale la pena pagar de más por el 3D.
Caminando por un sueño
1974. Philippe Petit es un artista callejero, despreciado por su familia, que se dedica de lleno a sus habilidades como malabarista, pedaleando en monociclo o caminando sobre cuerdas. Luego de conocer a la mujer de sus sueños y al que será su mejor amigo, descubre la adrenalina que es hacer equilibrio entre dos puntos extremadamente altos tras caminar ilegalmente sobre la Catedral de Notre Dame. Desde entonces tendrá solo una idea y un deseo en mente: cruzar con su cuerda las Torres Gemelas en Nueva York.
No apta para gente con vértigo
Y aunque suelo renegar bastante ante el formato 3D, esta vez hay que reconocer que la película hace un uso magistral de dicho recurso, provocando verdadero vértigo en el espectador cuando Philippe Petit camina a una altura monstruosa cruzando las Torres Gemelas.
Zemeckis logra sacarle todo el provecho posible a esta tecnología, y no solo tirando cosas a la pantalla o poniendo la cámara contra picada para ver como caen objetos desde el vacío. No, el efecto tridimensional está usado para sumergirnos aun más y poder sentir de cerca la adrenalina que vivió Petit al lograr tal hazaña. En lo personal, desde Gravedad que no veo un uso tan inteligente de un recurso que muchas veces es usado como único gancho para atraer espectadores, cuando en realidad deberían implementarlo de esta forma. Como una herramienta más.
Pero En la Cuerda Floja no sobresale solo por el buen ojo de su director a la hora de aprovechar el 3D. Las actuaciones si bien no son nada del otro mundo y dudo que alguno de los actores esté nominado a algún premio, son lo bastante sólidas como para que empaticemos con ellos. En especial Joseph Gordon-Levitt, quien a la hora de tener que hablar con un acento francés corría el riesgo de sonar forzado, pero a los pocos minutos se nos hace creíble su nacionalidad y no desentona frente a actores que si son de origen galo.
El punto más blando es sin duda su guion. La historia escrita por el propio Zemeckis y Christopher Browne se hace demasiado simple, sin ningún conflicto en concreto salvo que Petit pierda el equilibrio y se estrole contra el piso. Todo le sale demasiado bien a los personajes, y pareciera que pueden hacer lo que quieran sin que nadie se los impida. Más allá de ser un hecho verídico, En la Cuerda Floja es también una película de ficción, no un documental, y hubiera sido mejor aprovechar ese margen para adornar un poco la historia y volverla más interesante.
Pingback: CRÍTICAS DE “THE WALK” DE ROBERT ZEMECKIS