REVIEW: Green Room (Habitación Verde)

Una efectiva narración de género.

El año pasado Jeremy Saulnier sorprendió con su opera prima Cenizas del Pasado, ahora lo vuelve a hacer con Green Room, título que aunque posee las credenciales genéricas de su ópera prima, no es tan introspectiva a nivel personaje, y le deja camino al desarrollo de una narración netamente de género.

Crítica realizada durante el BAFICI [18]

Haciendo pogo

Una banda que no está en su mejor momento acepta tocar en un club de skinheads. Al terminar, y cuando están listos para irse, tienen la mala fortuna de atestiguar un asesinato perpetrado por gente del local. A raíz de esto, la banda se atrinchera en un camarín, mientras los dueños del local se valen de medidas extremas para asegurarse que la banda no salga y revele a las autoridades los turbios secretos que van más allá del asesinato inicial.

Green Room es una narración sin vueltas y al punto. Lo que ves es lo que es: una historia de género puro y duro, sin reflexiones, solo un grupo de gente tratando de zafar de una situación engorrosa. Ni bien aparece el conflicto, la película es una sucesión de obstáculos uno atrás del otro donde protagonistas y antagonistas tratan de llevar ventaja el uno respecto del otro, valiéndose de recursos tan extremos como sangrientos; bordeando y sobrepasando incluso la locura misma.

En el aspecto técnico destaca una fotografía en Cinemascope que hace un gran uso de los contrastes y la utilización de los colores fríos (el verde en particular, ¡Cuec!) garantizando que el espectador sienta ese ambiente turbio en el que se encuentran los protagonistas.

Por el costado de la actuación, tenemos una labor interpretativa eficiente encabezada por Anton Yelchin y el siempre efectivo Patrick Stewart, que si bien borda el papel, es demasiado british gentleman para interpretar a un típico redneck sureño.

[imdb]https://www.imdb.com/title/tt4062536/[/imdb]