Hogar, una propuesta donde la sensibilidad y la honestidad están a la orden del día.

Crítica realizada durante el 34º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

El amor es un ingrediente fundamental del ser padre, pero también lo es la responsabilidad. Asumir esta última denota madurez, por lo que se debe estar preparado, entender que las reglas del juego han cambiado, no importa en que momento te toque. Algunos lo saben y lo aceptan, pero a otros los toma desprevenidos: si bien pueden asumir su obligación instintivamente, todavía se aferran a esa instancia despreocupada que ya no tiene cabida. Es en esta dicotomía donde se instala Hogar.

Donde está el Corazón

Dice la vieja frase que “el hogar es donde está el corazón.” Si somos sinceros, se trata de una frase cursi y clichada, pero una que define muy bien lo que ocurre temáticamente en Hogar, y en concreto con las tres protagonistas.

¿Dónde tiene cada una su corazón? Una pregunta que la película se encarga de responder a lo largo de su metraje.

La Hermana Paola tiene su corazón en los niños del hogar en donde se encuentra.

Luciana tiene su corazón en el mismo lugar de su mente, completamente afuera del hogar, cerca de un hombre del que se enamoró y lejos de la responsabilidad que es su hija.

Fátima busca un hogar, indecisa, frustrada: el hogar materno la niega, mientras que cualquier posibilidad de construir un hogar con Luciana es rechazada ya que esta quiere “estar con su macho.”

Hogar también es el que debe elegir Nina, la hija de Luciana, que está más y más lejos de su madre, y más y más cerca de los brazos de la Hermana Paola. Hogar es lo que Fátima va aprendiendo que ya tiene, no tanto en la institución, pero con sus hijos. Hogar también son los fundamentos de la responsabilidad: por mas autoridad moral que uno tenga o el otro haya perdido, hay un modo correcto de hacer las cosas. Si no, por nobles que sean las intenciones y por necesaria que uno crea sea la transgresión, el niño con solo observar aprende, y al final del día un padre debe liderar con el ejemplo.

En materia técnica, Hogar goza de encuadres prolijos y con mucha noción del espacio. En materia actoral, Lidiya Liberman es sólida en su papel de Hermana Paola, mientras que la Fátima de Denise Carrizo refleja perfectamente en su expresión el debate constante en que se encuentra su personaje.