Críticas
REVIEW: Kékszakállú
Crítica realizada durante el 31° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata
Kékszakállú es una cinta ¿dramática? dirigida por Gaston Solnicki, la cual forma parte de la Competencia Latinoamericana del 31° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. En el film, sus protagonistas nadarán en un mar de aburrimiento.
Sin rumbo claro
Sin lugar a dudas Kékszakállú es una de las películas más pretenciosas y sobre todo aburridas que se hayan filmado en los últimos tiempos. Los personajes de esta propuesta son tan irreales, tan vacíos y tan faltos de sustancia que ponen los pelos de punta probando la paciencia del espectador al verlos en escena.
Las acciones realizadas por los protagonistas son inmanentes al sueño que provocan, podemos ser testigos durante 72 eternos minutos de como los personajes realizan actos tan trascendentes como: probarse ropa, manejar –y chocar– sus autos (de alta gama, obvio), decidir si comer mariscos o sushi, probarse ropa, irse de vacaciones, pulir sus tablas de surf, pintar sus tacos de polo, y un largo etcétera en esta eterna oda burguesa al snobismo.
Ya sabemos que el dinero no da la felicidad, si ese era el mensaje de la cinta, ¿era necesario contar esta historia de forma tan aburrida? Tantas formas de narrar una trama, sin caer en el tedio de un rompecabezas donde ninguna pieza encaja.
Por suerte, esta cinta nos ofrece una fotografía espléndida, y unas tomas filmadas con luz natural que son un deleite a la retina, pero es que al fin y al cabo algo bueno debía de ofrecer esta propuesta.
Conclusión
No quedan dudas de que Kékszakállú es una propuesta floja por donde se la mire. Mas allá de la fotografía, no se salva ningún aspecto de esta producción tan plúmbea, soporífera e insoportable, a tal punto que quien redacta esta crítica se pone de mal humor pensando en todo lo que pudo haber hecho durante esa hora y doce minutos de vida perdidos visionando esta cinta.
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