REVIEW: La Chica del Sur

Prefiero los caminos a las fronteras

Luego de La Guerra de Corea (1950-53) las diferencias entre los dos países de la península fueron irreconciliables y desde entonces no hubo acercamiento alguno, tanto el gobierno del norte comunista como el del sur capitalista se odian a rajatabla.

Luego de treinta y seis años del conflicto se organiza un festival internacional en Corea del Norte, financiado por la Unión Soviética, para demostrar que el sistema comunista era más abierto de lo que se decía al otro lado de la cortina de hierro. Por esas circunstancias de la vida, una de las invitaciones a dicho festival terminó en manos de José Luis García (director del documental), quien decidió emprender el viaje a la antípoda con su cámara Súper VHS. Una vez allí, todo se desarrolló normalmente, los jóvenes de todo el mundo eran bienvenidos por el régimen y la exposición cultural amenizaba cualquier diferencia ideológica que podía llegar a existir entre los concurrentes, pero es entonces cuando irrumpe Lim Sukyung. Esta desobediente joven surcoreana arribó secretamente a Corea del Norte desafiando a ambos gobiernos con un discurso unificador entre las dos repúblicas y García registró todo el suceso con su cámara. Desde su llegada Sukyung decía que volvería a su país atravesando los 4 Km. de una de las fronteras más beligerantes del planeta, pero Garcia debió regresar y no alcanzó a vivir el desenlace de la historia.

Durante veinte años, García, se guardó este material hasta que decidió sacarlo a la luz en “La Chica del Sur” que no sólo busca reflejar aquel suceso histórico del conflicto bilateral, sino que explora el presente de aquella chica que se rebeló contra dos sistemas opresivos.

Buenos Aires – Pyongyang, dos horas y media! 

Luego de ver “La Chica del Sur” pude ratificar de García la sospecha que tuve al ver “Cándido López – Los Campos de Batalla” (2005): posee una gran habilidad como narrador, no solo para aclimatar y mantener el suspense sino también para incluirse dentro del relato habiendo sido partícipe o no de los acontecimientos contados. En este caso él formo parte de la historia –así sea registrándola- y lo admirable es la calidad en que se encuentra el material en Super VHS sobre el festival y el movimiento generado por Lim Sukyung.

“La chica del sur” muta todo el tiempo, es un documental dinámico que atrapa y progresa con cambios cualitativos y notorios. Primero se estructura con imágenes de archivo el festival organizado por la URSS y el movimiento histórico bisagra que produjo esta joven surcoreana en la península por aquel entonces. Luego de este estadio se pasa a la exhaustiva búsqueda de Sukyung por parte del director en el presente y hay más transformaciones dentro del documental pero no desarrollo ya que hay un manejo destacable del suspense y la sorpresa, por lo que sería spoilear en vano. Pero no sólo la imagen, el tiempo y el espacio cambian, los personajes también ya que tanto García como Sukyung son devorados por sus obras –el director es tragado por la figura de ella; la ahora madura surcoreana fue engullida hace tiempo por su acto rebelde-.

Conclusión

“La Chica del Sur” es una película estructurada sabiamente que difiere del clásico documental histórico con un personaje que se torna interesante por su inaccesibilidad e impredecible que produce un final impensado. Además el realizador logra obtener momentos sumamente tensos, así como dolorosos y conmovedores.

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