REVIEW: La Loi de la Jungle

Crítica realizada durante el BAFICI [19].

Segunda película de Antonin Peretjatko, La Loi de la jungle es una catarata de humor desenfadado y mordaz que, sin detenerse un instante, ataca la normalidad de la vida urbana francesa.

Delirio Natural

Pocos países tienen una tradición tan fuerte para la comedia como el cine francés, entre otras virtudes cuentan con uno de los directores más reconocidos en la materia como lo es la leyenda viviente Francis Veber, y el recuerdo del incomparable Jaques Tati.

Antonin Peretjatko es un joven director, apenas pasa los 40 años, y que con sus dos films entregados hasta la fecha demuestra una mano única para manejarse dentro del género. Si con La fille du 14 juillet ya se hacía notar como alguien a quien había que prestarle atención, con La loi de la jungle se consagra dentro de esa camada de directores con un talento especial.

Escrita en compañía del debutante Frédéric Ciriez, La loi de la jungle posee una capacidad única para acumular gags sucesivos en una sola escena. Es tanto que en un mismo plano pueden estar sucediendo dos situaciones hilarantes a la vez, y el diálogo depararnos una tercera. Su poco más de hora y media son un verdadero torbellino humorístico que no da respiro.

Claro, no es un humor torpe y sin sentido. Peretjatko y Ciriez utilizan la comedia para mostrar una clásica bajada de línea sobre la burocracia y lo farragoso de las instituciones gubernamentales francesas, a lo que le suma una mirada ácida al urbanismo de ese país en contraposición a la vida al natural.

Marc Châtaigne (Vincent Macaigne) es el nuevo encargado del Ministerio de la Norma al que terminan enviando a la Guyana Francesa en América para realizar un informe sobre el proyecto que el gobierno quiere hacer de construír una pista de esquí con nieve artificial llamado Guye-Nieve. Sí, ahí, en medio de la selva, con 50° grados de calor, construír nieve mediante un motor de hielo y con eso hacer una pista de esquí, en fin.

800 delirios después, y con todo el infortunio que la inoperancia gubernamental le depara, Marc llega al lugar en donde lo espera Tarzán (Vimala Pons), la encargada temporal de la Oficina Nacional Forestal, que debe actuar como guía del hombre… aunque no tardarán en perderse juntos en medio de la jungla.

Es posible que una vez que ambos estén perdidos, la historia presente un giro, aunque nunca termina de encarrilarse hacia lo romántico. La mirada acidaque mantuvo permanente hasta ese momento, vira hacia una locura de vivir en la selva que a la larga será más coherente que convivir con los desquiciados ciudadanos. De todos modos, con un montaje ligero que sirve a modo de sketchs hilados, siempre se nos llevará a distintas viñetas de lo que sucede con el resto de los funcionarios franceses.

Si bien hay una mezcla de ambos, prevalece un humor físico, en el que para cada acción hay una reacción, descabellada. Golpes, ataques, corridas, tiros, motosierras y dardos, todo servirá para demostrar la locura de los personajes desde lo visual. Los diálogos son ligeros y si bien es a base de frases cortas no se extraña la verborragia del cine francés.

La fotografía con colores contrastados, y diferente para las distintas regiones de Francia, junto a una estridente musicalización de estilo formal institucional, acompañan el tono fuertemente satírico de la propuesta.

Conclusión

La loi de la jungle es un prodigio de la comicidad que nos hará recordar al clásico Tati desde una mirada actual. Su entramado de crítica gubernamental y la ligereza de las situaciones la apuntalan con una propuesta altamente divertida y que no se detendrá a  descansar en su propósito de hacernos reír.