Críticas
REVIEW: Lincoln
Para llegar a Abe
A principios de los ´50, un niño de unos cuatro o cinco años viajó con su familia a Washington DC y decidieron recorrer los lugares más significativos de aquella ciudad. Al llegar al National Mall ingresan al “Lincoln Memorial” sin dudarlo. Suben las escalinatas, atraviesan la hilera de columnas dóricas y al quedar frente a la efigie que homenajeaba al decimosexto presidente de Estados Unidos, el pequeño se frena asustado por tamaño monumento. Poco a poco, con lentitud y prudencia comenzó a acercarse con la cabeza en alto e hipnotizado por el rostro de piedra. El pequeño Spieberg no podía dejar de mirar la figura de Abraham Lincoln.
Esta anécdota, contada por el propio director, ha quedado grabada a fuego en su memoria y no es de extrañar que la primera vez que aparece Daniel Day-Lewis interpretando a Abraham Lincoln en la película, esté sentado en un sillón por sobre el resto, de una forma muy similar al monumento erigido en Washington.
“Lincoln” se centra en los últimos cuatro meses de vida y obra del líder norteamericano, mostrando los dos frentes más importantes de los que se debía ocupar: la guerra
Esta película es una adaptación parcial del libro “Team of Rivals: The Political Genius of Lincoln” de Doris Kearns Goodwin, y estuvo a cargo del guión Tony Kushner (el mismo de “Munich”) y la actuación de Daniel Day-Lewis, quien encabeza un gran reparto junto a Sally Field, Joseph Gordon-Levitt, Tomy Lee Jones y David Strathairn, entre otros. Pero no sólo el guion y los actores definen esta película, ya que la fotografía de Janusz Kaminski (el mismo que viene acompañando a Steven desde “La Lista de Schindler”) es asombrosa, al igual que el excelente montaje de Michael Kahn (también hombre de confianza del director desde “Encuentros cercanos del tercer tipo”) y la banda sonora original del reconocido compositor John Williams.
Todos los Lincoln el Lincoln
De por sí no es fácil interpretar a una personalidad histórica de tal magnitud ya que el polifacetismo brindado por las distintas versiones de la época y por las investigaciones históricas complejiza la estructuración en la ficción. Daniel Day-Lewis lo logra de una manera soberbia, su interpretación de Lincoln en todas sus caras se encuentra plasmado en la película a la perfección. En ningún momento vemos un actor, haya sido así o no el presidente, el trabajo es tan sólido que vemos a un Lincoln humano con un gran sentido del humor, con contradicciones, aciertos y errores. La dupla Spielberg y Day-Lewis funcionó tan bien desde su inicio, que incluso acordaron que en el set sólo debía subsistir el mundo de 1865, excepto las cámaras, los monitores y las luces, correspondía ser todo de aquella época para poder así representar el estado anímico de la nación en aquel entonces.
Pero, claro está, Daniel Day-Lewis no actúa solo y quienes lo acompañan realizan un gran trabajo. Comenzando por Sally Field que interpreta a Mary Todd Lincoln –su mujer- con un gran carácter y tan consistente como el propio Abraham, siguiendo por Tommy Lee Jones que realiza el mismo personaje parco de siempre y Joseph Gordon Levitt como uno de los hijos de Lincoln que siente el peso de las decisiones de su padre.
No es una biopic
“Lincoln” no es una biopic ya que, pese a contarse la historia de una personalidad como Lincoln, sólo se retrata un período de sus últimos cuatro meses en la vida de Abe
Conclusión
Es verdad que “Lincoln” no trae nada nuevo consigo, sin embargo no es fácil encontrar una película que cierre en todo su espectro. La historia está contada de una forma lineal, los planos, los movimientos de cámara (sobre todo un travelling por el campo de batalla) y la fotografía son de una estética impecable, el montaje fluye y la banda sonora acompaña perfectamente; todo esto termina dando como resultado un film en el que habría que comenzar a replantearse a Spielberg como autor y rever toda su filmografía como tal.
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