Love Death and Robots: David Fincher y Tim Miller se sumergen en la animación para adultos con resultado más que interesante.

Amor, muerte, robots

La nueva serie de Netflix tiene bastantes particularidades con las que llamar la atención: la unión de dos pesos pesados como Fincher y Miller firmando el proyecto, diferentes estudios de animación del mundo haciéndose cargo de los episodios, un estilo visual único, historias cortas jugando con diferentes géneros, y la atracción del formato antológico donde si un capítulo defrauda quizás al siguiente encuentres la esperada redención.

Love, Death and Robots son 18 episodios o, más concretamente, 18 cortometrajes. Cada uno independiente del otro, centrándose en la ciencia ficción pero dándose también el gusto del utilizar el terror y el fantástico. Así seremos testigos de viajes espaciales, escenarios post- apocalípticos, invasiones extraterrestres, sangre, violencia desenfrenada, gore, sexo, lácteos pensantes y muchas buenas ideas que pueden remitir tanto a Blade Runner, H.P. Lovecraft, Robert Zemeckis o, incluso, a Los Simpson. Así de variada es la propuesta. Tan ecléctica como dispares sus resultados.

Como suele suceder con toda serie antológica, esos resultados son bien diferentes episodio a episodio, pues cada uno pertenece a un guionista y/o director distinto aportando sus peculiaridades. Sumémosle la subjetividad donde el capítulo que a uno le gusta es muy probable sea el que otro deteste, un panorama exacerbado aun más por técnicas de animación que varían en cada corto: estamos así ante una serie imposible de encasillar, disruptiva, aterradora unos momentos, cyberpunk otros, sombría, conceptualmente tan rica como si fuese una especie de Black Mirror animado.

Esa bendita (corta) duración

Si son seguidores de David Fincher, productor ejecutivo de la serie, sabrán que hace aproximadamente una década quiso hacer su propia versión de Heavy Metal, película del año 1981, antología animada de cuentos cortos cuyas historias estaban extraídas de la revista homónima, un clásico de culto de Gerald Potterton. El proyecto consistía en darle esos segmentos a directores de la talla de James Cameron, Guillermo del Toro o Zack Snyder, entre otros. No pudo ser, pero la idea quedó dando vueltas por la cabeza del director de Seven.

Asociado con Tim Miller (quien seguramente les sonará por ser director de Deadpool), intentaron nuevamente realizar algo similar en formato película, pero todos los estudios les cerraron la puerta en la cara y no pudieron conseguir alguien que se arriesgara ante una propuesta fuera del cine tradicional de estos días. Es así como decidieron convertirla en serie y, dada la relación de Fincher con el sistema de streaming donde se inició con House of Cards y prosiguió con Mindhunter, finalmente consiguieron el visto bueno y la libertad de no tener que atarse a ninguna duración en particular: solo emplear los minutos que cada historia necesite.

Esa corta duración hace que jamás se haga pesado un capítulo, por más flojo que sea a nivel guión o conceptualmente, invitando a quedarse pegado al próximo que nos sumergirá rápidamente en otro mundo.

Los cortos de Love Death and Robots pueden durar 5, 10 o 18 minutos, dejando en manos de distintos artistas de la animación el encontrarle un tono y estética que los diferencia completamente. Las técnicas son variadas pero los estándares de calidad son abrumadores y la experiencia visual es única, conviviendo en una propuesta dirigida al público adulto (hay muchos senos a la vista, como también muchos penes para equilibrar la balanza) que si bien no dejan pensando, sí entretienen.

¿Mi corto favorito de Love Death and Robots? Me quedo con lo reflexivo/filosófico de Zima Blue (el de la imagen de arriba), la macabra belleza de Fish Night, la intensidad de Shape Shifter y la efectiva simplicidad de Suits. Y podría ver una serie con los personajes de Three Robots sin ningún problema. ¿Cuáles son los tuyos?

[imdb]https://www.imdb.com/title/tt9561862/?ref_=nv_sr_1[/imdb]

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Conclusión

Despareja pero con un nivel visual mayúsculo. Deja la sensación de que las historias podrían haber sido más arriesgadas para elevar el producto final, pero ninguno de los cortos llega a defraudar mientras algunos impactan e invitan a pedir más minutos. Love, Death and Robots es otro buen experimento de una plataforma que suele pifiarle cuando se mete con lo clásico y que acierta al desafiar las normas y convenciones de lo que debería ser una serie televisiva. Una propuesta inmersiva que apunta a lo sensorial y da de lleno en el blanco.

Nota de lectores18 Votos

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