REVIEW: Mala vida
Una estrella desaparecida, criminales de toda calaña y mucho absurdo son la base de Mala Vida, nueva comedia del cine de género independiente.
Crítica realizada durante el 32º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
Falta un gitano boxeador
Un delincuente profesional y bastante maniático, dos rateros de poca monta que encuentran más dinero del que pueden imaginar gastar, y otros dos que quieren ascender a secuestradores aprovechando la desaparición de la estrella pop del momento. Todo se cruza de forma caótica en la nueva película de Mad Crampi (Run run Bunny!) y Fernando Díaz.
Con una estética absurda pero cuidada, Mala Vida arranca generando expectativas de ser una película mejor armada de lo que suele ser el estándar del género. Con una paleta de colores intensos remarca los rasgos de las extrañas criaturas que la pueblan; no decepciona visualmente, aunque pronto muestra que no hay mucho más que eso.
La historia no es tan compleja como para que termine siendo contada de forma tan desordenada: no refuerza la narración sino que la diluye, queda perdida bajo una maraña de chistes obvios. Los mejores momentos vienen de la mano de algunos destellos actorales de Maxi Ghione y su trío, pero se contrarrestan con otros que hacen desviar la mirada de la pantalla esperando que pasen.