REVIEW: Operación Avalancha

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Crítica realizada durante el 31° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata

Operación Avalancha forma parte de la categoría Autores del 31° Festival de Mar del Plata. La cinta nos sitúa en el año 1967, donde un grupo de jóvenes agentes de la CIA se infiltrarán en la NASA para cumplir una misión, pero un peligroso descubrimiento pondrá en riesgo sus vidas.

Ni la CIA, ni la KGB, ni el FBI

Operación Avalancha es un falso documental protagonizado y dirigido por Matt Johnson, en el que se nos narra la historia de cuatro agentes encubiertos de la CIA, los cuales son enviados a la NASA como un supuesto equipo de filmación de un documental con el fin de descubrir quién es el espía soviético allí infiltrado. Lamentablemente, quedarán atrapados en una de las conspiraciones más grandes de la historia.

Lo mejor de Operación Avalancha es la recreación histórica: cada detalle está perfectamente cuidado, la ambientación de la década del sesenta es soberbia y los temas que componen la banda sonora son sumamente perfectos.

Aunque durante gran parte del metraje sorprende la comicidad del relato, el tercer acto pega un volantazo y cambia de rumbo sin peaje: pasamos de la comedia al más puro suspenso, con escenas realmente bien logradas y que definitivamente toman por sorpresa al espectador.

Como curiosidad, vale añadir el hecho de que la cinta fue filmada en la NASA, y tanto el director como su equipo realmente se hicieron pasar por un grupo de estudiantes de cine quienes, supuestamente, filmaban un documental. Lo cual convierte la mentira de unos cineastas infiltrados en algo verídico, además del hecho de que la mayoría de las escenas fueron improvisadas y que los actores se interpretaron a sí mismos: una historia falsa 100% real.

Al ser un found footage filmado con cámara en mano nos encontramos con una ambivalencia claramente marcada: por un lado le otorga cierto realismo potenciado por su soberbia puesta en escena. Por el otro, lamentablemente, en el fragor de las escenas de mayor dinamismo, nos perdemos entre tantos movimientos bruscos, por lo que por momentos cuesta diferenciar no sólo a los personajes, también las acciones que realizan.

Conclusión

Aunque hay muchísimos momentos graciosos en Operación Avalancha (nada para descostillarse de risa, pero verdaderamente efectivos), pasamos de la comedia a la más pura tensión sin darnos cuenta. Además, contando con una gran recreación de la época y una genial banda sonora, todo esto sumado a que la mayoría de las escenas fueron improvisadas por los actores, convierten a la película en una propuesta distinta, recomendable y sumamente disfrutable.

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