REVIEW: Otra madre

https://vimeo.com/185261988

Crítica realizada durante el BAFICI [19].

Luego de su debut con Salsipuedes, Mariano Luque vuelve a posar su mirada en los interiores femeninos con Otra madre, una propuesta que se eleva por la potencia de sus actuaciones.

Nosotras podemos hacerlo… aunque nos cueste tanto

El Nuevo Cine Cordobés sigue entregando pequeñas películas con una mirada muy particular. Hace seis años se realizaba Salsipuedes, con una historia cruda de violencia de género intrafamiliar centrada en una mujer y los demonios que habitaban su seno durante una pasada en un camping. Ahora podemos ver Otra madre, y cuesta creer, probablemente por prejuicios de una sociedad de reglas machistas, que quien se ubica detrás en ambas sea un hombre, el mismo, Mariano Luque.

No, en Otra madre aparentemente no hay violencia de género, por lo menos no la tradicional. Pero como en aquella, el relato marca una zona sutil para hablar de cuestiones duras sin necesidad de afrontarlas directamente, aun sin ser disimuladas.

Mara Santucho vuelve a ser la protagonista, esta vez como Mabel, una mujer que debe regresar a la casa materna en la que predominan las mujeres, su abuela, su madre, su hermana su hija, y claro, ella. Mabel es una suerte de heroína sin superpoderes, divorciada, debe hacerse cargo de mantener toda la armonía de la familia, de encarrilar su vida, criar a su hija como puede, y todo trabajando en dos trabajos todo el día.

Otra madre nos habla de eso, de mujeres que ocupan un rol universal, que deben hacerse cargo de mantener la estructura, y es por eso que los pocos personajes masculinos que aparecen se ubican en un profundo segundo plano. Algo similar a lo que ocurre con la reciente Certain Women de Kelly Reichardt que también pudo verse en la edición 19° del BAFICI.

Sin embargo, Luque lejos está de mostrarlas como mujeres que todo lo pueden, o por lo menos que lo soportan estoicamente, enfatiza en sus penas, en el trato que se les otorga. Otra madre es un film doloroso, aunque no se exponga violencia tal cual estamos acostumbrados a verla.

Mara Santucho es de esas caras conocidas que están aguardando su oportunidad. Una actriz de gran talento que suele destacarse por roles femeninos fuertes, y aquí compone a una Mabel con muchos matices. Santucho no está sola en un elenco de composiciones correctas, vuelve a destacarse la gran Eva Bianco como la amiga de Mabel y ocasional jefa. Ambas tienen escenas tan fuertes como delicadas que les permiten desplegar un gran talento. También hay que destacar a la pequeña Julieta Niztzschmann, uno de esos pequeños capaces de adueñarse de todas sus escenas.

Otra madre pareciera ser una película chica, pero tras su simpleza esconde una problemática que solo un realizador con una mirada sensible puede abordar. De modo que lo hace, sin tensar las cuerdas melodramáticas, es una gran riqueza.

Conclusión

Con grandes interpretaciones y una puesta necesariamente austera y correcta, Otra madre es un film de apariencia distante, pero de corazón cálido y hondo. Luque se perfila como un director destacable dentro de esta nueva movida de un cine independiente proveniente de la provincia de la Coca con Fernét.