Críticas
REVIEW: Permitidos
Lali Esposito y Martin Piroyansky protagonizan Permitidos, la nueva comedia de Ariel Winograd.
Casi Ángeles
Si el film funciona, es en buena parte gracias a la química de sus protagonistas. Contra todos los pronósticos Esposito y Piroyanksy conforman una pareja verosímil y con buen timing para los diálogos y los gags. El tandem protagónico conforma una pareja con la que es fácil simpatizar -a pesar de sus amplios privilegios económicos- y son un buen contraste ante las personalidades extravagantes de sus “permitidos”. En este sentido, Winograd, Julian Loyola y Jonathan Kleiman (guionistas) se encargan de resaltar las figuras de Liz Solari y Benjamín Vicuña como seres frívolos y muy alejados de una realidad cotidiana. Esto es clave ya que de lo contrario el concepto del film no funcionaria, sólo estaríamos viendo un montón de gente famosa teniendo sexo con otro montón de gente famosa. Salvo, claro, el caso de Piroyansky, el personaje pseudo nerd/hipster del cuál el film adscribe y juega con la imposibilidad de que esté en una relación con Liz Solari.
Sin mensaje por favor
El guión a cargo de Loyola y Jonathan Kleiman no busca anquilosarse en el comedia romántica clásica sino que apela a un humor menos apologético y más absurdo que se adecua muy bien al tono y a los personajes construidos. Es así que tenemos chistes sobre zoofilia o sexo anal en la tercera edad bien integrados a la trama sin una búsqueda de impactar solo porque es “zarpado”. Estos momentos, bien escritos y dirigidos, junto a un argumento simple y fácil de seguir generan un ritmo ligero en los dos primeros actos. Para el acto final hay demasiado hincapié en el absurdo y el desenlace termina siendo un divague que poco tiene que ver con el argumento anticipado en la primera hora.
No obstante, éste no es el peor desacierto de la cinta sino la insistencia innecesaria de subrayar una especie de moraleja sobre la utilización de la imagen y el cuerpo para fines comerciales. No porque no haya un punto válido sobre esa temática, sino porque es tremendamente contradictorio con una película donde solo vemos gente linda frecuentando y utilizando los productos que financiaron la producción. Es realmente llamativo la cantidad de chivos que metieron (comparable a una producción de Michael Bay), y uno entiende las dificultades económicas para financiar un proyecto de este calibre pero es intolerable si el mensaje es “anti-publicidad” o “anti-objetualización de la mujer”. Y no se queda ahí, sino que los “antagonistas” son pobres, cantan cumbia o tienen sobrepeso. Una lástima siendo que estos soliloquios y mensajes políticamente correctos solo ocupan un breve fragmento del metraje y no parecen ir de la mano con el espiritu y el humor de la película.
Conclusión
Pese a algunos desaciertos y una dosis innecesaria de moralina, Permitidos es una comedia entretenida con buenas perfomances y algunos muy buenos chistes.
Facundo Fernández Roldán
09/12/2016 at 17:01
Aguante Piro.
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