REVIEW: Prometo um día deixar essa cidade

Crítica realizada durante el BAFICI [17].

Una interesante propuesta visual e interpretativa, pero progresivamente despareja en lo narrativo.

Debo reconocer que fue la sinopsis de la película lo que me convenció más que el fotograma que promocionaba el catalogo. No obstante, Prometo um día deixar essa cidade probó ser una de esas películas cuyas imágenes cautivan desde el primer fotograma, pero ¿Es preciosismo visual o aplica también a lo narrativo?

Historia de Recife

Joli es la hija de un político con miras a ser intendente que acaba de salir de rehabilitación. Ella se propone desde el vamos recomponer su vida, conseguir trabajo, una vivienda propia y alguien a quien querer. A pesar de que su deseo de recuperación es verdadero, las malas compañías y la completa falta de fe por parte de su padre y su novio en su rehabilitación, lentamente la empujan a un espiral de autodestrucción.

Prometo um día deixar essa cidade tiene una clara estructura dramática, con un claro desarrollo de personajes. No obstante, conforme pasa el metraje aunque queda claro cualquier cambio de objetivo que pueda surgir, el guion toma caminos desparejos y hasta confusos que terminan por confundir e impacientar al espectador de lo que era hasta hace unos momentos, una narrativa clara.

Recaída

Prometo um día deixar essa cidade tiene una deliciosa propuesta visual. Cuidadas composiciones en Cinemascope que se valen de un inteligente uso del color y la luz. También cabe aclarar que tiene un trabajo de cámara en materia de movimiento, que sabe sacarle dinamismo a escenas en las que casi no hay cortes.

Por el costado actoral, destaco muchísimo la interpretación de Bianca Joy Porte que da vida a la protagonista. Porte se lleva la película al hombro desde la primera escena, y con su cuerpo y sus expresiones consigue sumergir al espectador en cada matiz de lo que experimenta su personaje: su alegría, su desesperación, su frustración con la hipocresía, y su descenso absoluto a la locura. Podríamos decir con toda justicia, que a pesar de lo desparejo del guion, es su actuación lo que consigue que el espectador se quede hasta el final.

Ahora sí, una gran reserva que tengo es en el apartado musical, que parece seguir una melodía, pero no tarda en convertirse en una concatenación de ruidos desafinados sin sentido alguno que le quitan disfrute a la imagen. ¿Manifestación sonora de la autodestrucción de la protagonista? No lo sabemos.

Conclusion

Prometo um día deixar essa cidade es una película que a mitad de camino eligió desviarse de una ruta que podría haberle traído mejores resultados. No obstante, su propuesta actoral y visual es lo suficientemente lograda para que la película no zozobre del todo, aun cuando las minúsculas desprolijidades de su guión se vuelvan algo difícil de ignorar.

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