REVIEW: Quarry

Quarry, la nueva serie de Cinemax, es un intenso drama que (lamentablemente) entra en la sub-categoría de “obras maestras ignoradas” tanto por el público como por la industria, junto a producciones de la talla de Rectify y The Americans.

¡¿Qué haces que no estas mirando Quarry?!

Basada en la serie de novelas escritas por Max Allan Collins, Quarry sigue a Mac Conway (Logan Marshall-Green) un marine que al regresar de Vietnam se encuentra con una realidad totalmente hostil: buena parte de la comunidad lo detesta por su supuesta participación en un atroz acontecimiento, ocurrido durante su servicio en el país del sudeste asiático.

Las constantes acusaciones y escraches en los medios de comunicación, dificultan sus intentos de conseguir trabajo y de reinsertarse armoniosamente en la sociedad. A estos conflictos externos, se le suman los lamentables trastornos psíquicos que toda guerra deja impresos en la mente de los soldados. Completamente desilusionado y cerca de la quiebra, Mac intenta sobreponerse a su nueva e injusta vida junto a su esposa Joni (Jodi Balfour). 

Es entonces cuando un misterioso hombre toca su puerta y le propone una solución a sus problemas financieros: trabajar para él como asesino a sueldo.

Buenas noches, Vietnam

Soy un avezado consumidor de series. Me gusta estar al tanto y explorar la casi infinita oferta de producciones televisivas que existe hoy en día, tratando de rescatar aquellas historias que no suelen estar en boca de todo el mundo. En cuanto a lo que a series o películas se refiere, el publico masivo no siempre tiene la razón. Lo más mainstream no siempre es lo mejor. Por ese motivo me gusta usar el espacio que tengo en este bello y tan visitado sitio, para hacer justicia por mano propia y destapar aquellas obras que no todos tienen el gusto de conocer. Sin más rodeos, déjenme decir que Quarry es una obra maestra.

Adaptada y producida por Michael D. Fuller (guionista de la también maravillosa y pasada por alto Rectify) y el propio Max Allan Collins, la serie tiene un guion de primera. Con ciertos elementos del Neo-Noir, Quarry es sobre todo un thriller dramático, enfocado por completo en el desarrollo de personajes. Leyendo la sinopsis podríamos pensar que la serie va a estructurarse como una especie de drama procedimental, donde en cada episodio vamos a ver al protagonista aceptar un contrato para eliminar un objetivo y la particular manera en que lo ejecuta. No señor. Si bien los asesinatos por contrato están presentes en la historia, se entrelazan de forma orgánica y particular con el protagonista y la trama en general. Los personajes que nos regala esta serie son sumamente atractivos y profundos. Nada de lo que se cuenta está fuera de lugar o para rellenar un hueco, por lo que cada uno de los 8 episodios que conforman la temporada tienen relevancia para el todo que construyen.

Es así que cada elemento narrativo utilizado es aprovechado al máximo. Hay un muy interesante uso de las metáforas y de los simbolismos, tanto visuales como en el dialogo, y sobre todo en la música. El Soundtrack, repleto de blues sureño de los 70 (pues la historia se desarrolla en el Memphis de 1972), es espectacular y juega un papel muy importante en la narrativa: en casi todos los episodios escuchamos una banda en vivo o un artista de la época, mientras una canción protagoniza alguna secuencia de importancia para el episodio.

Las actuaciones son de primera. Logan Marshall-Green hace un trabajo descomunal. Si bien pudo lucirse bastante en la reciente The Invitation, acá se carga los ocho capítulos al hombro y nos regala una interpretación intensa como pocas, apoyándose en lo bien escrito que está su personaje Mac Conway (Quarry, para los amigos). Con solo ver la mirada de Green podemos entender lo perturbado que se encuentra el pobre tipo y sentir lástima por él; pero en menos de un segundo, a Quarry se le chifla el moño y sale desnudo con una escopeta a la calle o te arranca la cabeza con las manos. Toda esta complejidad es transmitida a la perfección por el actor.

Damon Herriman interpreta extraordinariamente a Buddy, un asesino homosexual que es encantador y letal por partes iguales. Peter Mullan está fantástico como El Broker, el misterioso hombre que contacta a Quarry. La ambigüedad con la que interpreta al personaje es realmente efectiva. No sabés si tenerle miedo, quererlo o matarlo. Por último, Jodi Balfour se luce dándole vida a la esposa de Quarry.

Greg Yaitanes -quien ha dirigido algunas de las series más importantes de los últimos tiempos, como House, Lost o la reciente Banshee– se hace cargo de los ocho episodios, y la verdad es que hay que sacarse el sombrero ante este hombre. El clima tenso y oscuro que logra construir -gracias a una bellísima fotografía y a un montaje afiladísimo- es tremendo. Al tono general que maneja la serie lo describiría como un híbrido entre True detective, por el escenario donde se desarrolla la trama más la crudeza para retratar la violencia, y Rectify, por la poesía con la que se maneja la narración.

Ejemplo de la tremenda mano de Yaitanes -y de la gran producción de la serie- es un brillante plano secuencia de 8 minutos durante el episodio final, totalmente violento y perturbador, con un despliegue técnico impresionante.

[imdb]https://www.imdb.com/title/tt2980696/?ref_=fn_al_tt_1[/imdb]