REVIEW: Raíces (2016)

La necesaria remake de uno de los más grandes clásicos de la TV.

A fines de la década del 70 la cadena ABC estrenaba lo que muchos consideran el primer gran evento televisivo global: Raíces (Roots), una miniserie que atravesaría fronteras y se transformaría en emblema a la hora de contar historias sobre esclavitud. Basada en la novela homónima de Alex Haley, ganadora del premio Pulitzer, relataba la vida de Kunta Kinte, un joven de Gambia que en 1767 fue vendido como esclavo y cuyo nombre fue atravesando generaciones convertido en símbolo de lucha, sufrimiento y heroísmo.

Pareciese mentira que -40 años después- se sigan necesitando este tipo de relatos que marcan el génesis de las diferencias raciales que perduran hoy en día: si existía un momento adecuado para volver a realizar este hito televisivo, era ahora.

Raíces 2016: reinterpretando el dolor

A&E Estudios junto a History Channel son los encargados de revisitar la miniserie. No era tarea sencilla tocar un ciclo cuyo final fue visto por unos 100 millones de espectadores, colocándose en la cima de las series más vistas de la historia de la TV (pueden leer sobre ello ACA), emitida en todo el planeta, traducida a todos los idiomas y repetida hasta el hartazgo durante décadas.

Raíces 2016 se siente como un hábil intento por volver a contarle lo mismo a un mundo que ha cambiado. Mantiene la esencia de la obra madre aunque añadiéndole un presupuesto a la altura y un ritmo ágil que hace más fácil el acercamiento de los espectadores del nuevo siglo.

Es fiel a la Raíces de 1977, pero se la juega modificando algunos aspectos que hoy en día ya no eran necesarios. Caso concreto de ello es la eliminación del sentimiento de culpa que en aquellos años presentaba el capitán del barco donde Kunta Kinte es trasladado a América, algo que -cuentan los productores- en ese momento intentaba hacer sentir un poco menos culpable al espectador blanco sentado en su sillón, viendo como maltrataban sin piedad a la gente de color. No hay aquí un hombre blanco que aparece en el último minuto para salvar -cual Dios- al esclavo sufrido (te hablo a vos, 12 años de esclavitud), ni se requiere ya darle comodidad al americano promedio, por lo cual se elimina ese aspecto que llegó a otorgarle un Emmy como mejor actor de reparto al recordado Ed Asner.

La familia lo es todo

Raíces es el doloroso retrato de cómo Kunta Kinte pasó de ser un joven libre a un esclavo sometido a los más crueles tormentos por reclamar su libertad. Pero la serie es mucho más que ese muchacho rebelde: es su familia, su nombre perdurando en el tiempo y siendo trasladado a través de sus descendientes quienes van relevándolo en protagonismo a lo largo de las 8 horas (divididas en 4 episodios) de la miniserie. 3 generaciones con un anhelo en común y la misma desdicha de habitar un suelo donde la piel de color negro significaba ser menos que una paria.

El plantel actoral realiza un trabajo impecable a la hora de dar vida a textos repletos de frases aleccionadoras típicas del género (no se puede obviarlas, es claro). Malaquías Kirby es Kunta (el protagonista original, el ganador del Emmy LeVar Burton, es hoy productor ejecutivo del nuevo show); la ganadora del premio Tony por Dreamgirls Anika Noni Rose es Kizzy, la hija de Kunta que pronto se apropia de la serie; Regé-Jean Page es Chicken George, el nieto de Kunta sobre quien recae el punto de mira en el tramo final. Junto a ellos un elenco impresionante dará vida a luchadores compinches y a sanguinarios verdugos: Laurence Fishburne (Matrix), el ganador del Oscar Forest Whitaker, Jonathan Rhys Meyers (Match Point), Erica Tazel (Justified), Matthew Gode (Downton Abbey), Derek Luke (Captain America: The First Avenger), James Purefoy (The Following), Anna Paquin (True Blood), Chad L. Coleman (The Walking Dead), entre muchos otros.

Conclusión

Raíces 2016 no va a hacer historia como lo hizo la Roots de los 70, es imposible generar hoy el impacto social y cultural que significó aquel show cacheteando a una sociedad muy diferente a la de hoy. Pero el mayor mérito de esta gran apuesta es que tampoco pretende hacerlo.

Es una depuración acertadísima de la serie en que se basa. No solo la respeta (y en estos tiempos de sobredosis de remakes no todos lo hacen) logrando que si viste aquella producción puedas disfrutar también de esta, sino que además la pule y actualiza gracias a un solvente equipo delante y detrás de cámaras. Con simpleza emociona, horroriza, engancha, abre el debate sobre un tema absurdamente demasiado actual. Es cruda, realista, clásica en la manera de narrar, pero sobre todo es sincera y honesta en sus intenciones, algo que se agradece entre tanta serie superficial dando vueltas por esta nueva edad dorada de la televisión.

Raíces se emite por History Channel Latinoamérica en 4 noches consecutivas, iniciado el Lunes 17 de octubre a las 22 hs (Argentina).