Críticas
REVIEW: Sentimientos que curan
Porque no todo en la vida es Star Wars, llega una inusual y muy estimable comedia dramática de la mano de J.J.Abrams.
Directo de Sundance
El Festival de Sundance es el evento más importante del “cine independiente” norteamericano y representa una de las pocas oportunidades de exposición para cineastas incipientes. Desde su inicio en 1983, esta celebración ha crecido al nivel de convertirse en un espacio de validación artística para muchos actores y actrices que no obtienen suficiente respeto gracias a su participación en el mainstream. Sentimientos que curan -hicieron lo que pudieron los traductores con Infinitely Polar Bear– es uno de estos casos; una propuesta que incluye la participación estelar de Mark Ruffalo y Zoe Saldana, la producción de J.J.Abrams (Bad Robot) y una directora debutante como Maya Forbes. Una película que funciona a beneficio de todos los integrantes, incluido el espectador.
Amor bipolar
Luego de años escribiendo por encargo películas infantiles (Monsters vs.Aliens y El Diario de Craig 3, entre alguna de ellas), Maya Forbes obtiene la chance de firmar – y dirigir por primera vez- su guión más adulto y personal hasta la fecha; que si bien ahonda en temas serios, prioriza el humor y la fluidez del relato ante todo. Sin embargo, es la performance de todo el reparto lo que le da verdaderamente dimensionalidad al argumento. Ruffalo compone a un protagonista luminoso con pasajes oscuros sin caer nunca en el cliche del patetismo forzado. Saldana se limita a acompañar correctamente y tiene buena química pero queda opacada por las brillantes actuaciones de las jóvenes Ashely Aufderheide y Imogene Wolodarsky como las hijas del matrimonio. Si la película funciona es en gran parte por ellas dos.
Pese a todas sus virtudes, es inevitable encuadrar a Sentimientos que curan dentro de géneros del “indie” – ¿indie de qué?, no sabemos- como el mumblecore o el coming-to-age. En esta gama de largometrajes, es común encontrar una pareja heterodoxa con aspiraciones peculiares, niños confundidos y música folk optimista con ukelele. No tengo nada en contra de los géneros…siempre y cuando se reconozcan como tal y no como una obra de arte de completa originalidad. Bueno, quizás estoy siendo demasiado quisquilloso, lo admito.
Conclusiones
Con un buen guión y grandes actuaciones, Sentimientos que curan es un film que le escapa a la grandilocuencia para contar una historia tan sencilla como disfrutable. A seguir esperando más de Sundance.