REVIEW: Step Up 4, La Revolución

Step Up 4, La Revolución, la última entrega de la famosa franquicia de baile, no nos trae nada nuevo: una historia  de amor entre dos chicos lindos y de clases sociales opuestas que se funde al son del baile en una paradisíaca ciudad de Miami.

Step Up 4, La Revolución: Dancing with the Stars

Las películas de baile ya no son lo que eran. Recuerdo con cariño a los clásicos de los ‘80 como Flashdance, Fame y, mi preferida, Dirty Dancing. Films donde las historias eran crudas, de jóvenes con realidades difíciles, con problemas complicados, con padres severos, mujeres con sueños imposibles que se enfrentaban a una realidad machista y elitista. Problemas en serio. Con coreografías que insinuaban todo pero que no mostraban nada, momentos de alto contenido erótico que lograban ponerle al espectador la piel de gallina sin mostrar una teta. Todo esto quedó en el olvido, y hoy  nos enfrentamos a películas como Step up Revolution.

En esta oportunidad, la historia se recrea al mejor estilo Shakespeare: un chico de clase baja de los suburbios se enamora de una chica con la que comparte un sensual baile en la playa; luego descubre que la chica de sus sueños no es otra que la hija de su malvado jefe, un ricachón que se dedica a la construcción hotelera y está decidido a tirar abajo el barrio que lo vio crecer con el fin de realizar un complejo millonario.

Siga el baile

El trasfondo de este baile se encuentra del lado de la clase baja de la ciudad de Miami, en donde un grupo de amigos crea un revolucionario grupo de baile al que llaman «The Mob»; ellos se dedican especialmente a realizar Flashmobs, es decir, performance de danza -en este caso- donde un grupo de gente se reúne, se expresa y se dispersa fácilmente, mezclándose entre la multitud.  Estos actos, que en principio parecen más una forma de hacerse conocer, terminan decantando en una forma artística de protesta. Hasta ahí llegamos con lo de Revolution del título.

Estos nuevos actores provienen algunos de realitys como So You Think You Can Dance, otros fueron bailarines de películas de baile y otros vinieron de series casi desconocidas en esta parte del mundo. No serán los mejores intérpretes antes vistos, pero saben bailar y, por el bien de todos, esto es de las pocas cosas que importan acá.

Conclusión

Hay un gran problema que dificulta la visión de esta película, y es el movimiento de la cámara, ya que en ningún momento se logran ver de manera clara las coreografías y la cámara siempre está demasiado cerca y torcida, o hace primeros planos de pies, caras, y demás lugares que no hacen más que confundir al espectador. Uno solo quiere ver cómo baila un grupo de gente, cómo se desarrollan entre la multitud, pero se termina sin entender del todo cómo está situado el cuerpo de baile. Este punto es bastante perjudicial para el film, pero aún así, se le da un buen uso al 3D y realmente es una película que vale la pena de ver en el cine, en caso de que uno quiera verla.