Críticas
REVIEW: Taekwondo
Disección y sátira del hipermachismo a cargo de Marco Berger (Plan B, Hawaii, Ausente, Mariposa) y Martin Farina (Fulboy).
Oda al douchebag
Un grupo de amigos/douchebags (muy bien personificados y con una química creible entre ellos) pasa un fin de semana juntos en una lujosa quinta de Ezeiza. La misma consta de jacuzzi, sauna, parrila, piscina, canchita de fobal y varias habitaciones para que este grupito se pasee libremente con sus genitales en plano detalle. En este mundo de paz y relajación, las acusaciones de marica y los relatos sobre conquistas femeninas son moneda corriente al igual que las lecturas de Salinger con penes en la cara o el inoxidable juego de escondidas que tan popular es hoy en día entre los treintañeros (?). La dualidad y las insinuaciones entre las acciones de estos muchachos es el núcleo conceptual del film, Farina y Berger contrastan actividades heteronormativas por excelencia como el fútbol y las artes marciales poniendo el foco en torsos esculpidos y bultos prominentes. La composición de la imagen con tonos cálidos y planos estáticos resuena a una imaginaría greco-romana, un arquetipo que satura la sociedad occidental y claro, al ambiente de deportes como el Taekwondo.
El planeta de los bultos
Pese que a la idea central es muy buena y su consiguiente ejecución es impecable, el arco narrativo se hace demasiado extenso y redundante hacia la segunda hora. El desarrollo del foco romántico entre dos de los personajes, que es uno de los catalizadores del argumento, disminuye de manera inversamente proporcional al aumento de calzoncillos, espaldas, culos y miembros de diverso tamaño. La repetición de estos planos (a veces de manera irónica) no hacen más que subrayar el objetivo estético de los directores hasta el punto del hartazgo.
Conclusión
Taekwondo es un film conceptualmente interesante y con una realización impecable pero que languidece en la segunda mitad de su metraje con una constante aliteración de la misma idea.