REVIEW: Todo sobre el asado

Crítica realizada durante el BAFICI [19].

En menos de un año, los inefables Mariano Cohn y Gastón Duprat presentan su nueva película luego del éxito y polémica de El ciudadano ilustre. En este caso, vuelven al documental para meterse con la tradicional gastronomía argentina en Todo sobre el asado

(Anti)Costumbres argentinas

Pocas cosas definen tanto al ser argentino como un buen plato de carne asada, o eso es lo que nos dice la dupla Cohn-Duprat para poder utilizar esa comida tradicional para diseccionar, a su modo, varios puntos de las costumbres más arraigadas de nuestro país.

Claro, Todo sobre el asado es una comedia. Su intención es clara desde el momento en que utiliza al humorista El “Negro” Álvarez como voz entrevistadora mayoritariamente en off. El cordobés, en realidad, termina siendo la voz de los directores a un punto en el que cuesta diferenciar a unos de otros.

Desde su incursión con el mítico programa Televisión Abierta, la dupla sentó un estilo que lo hizo propio; que continuó con el otro programa mítico Cupido y en sus incursiones cinematográficas en las que siempre mantienen una mirada irónica de la realidad.

Con El ciudadano ilustre dejaron al descubierto algo que ya se sospechaba, aunque de modo más solapado, una profunda misantropía que con su nuevo film vuelven a demostrar casi como si fuese una continuación lógica de aquella.

Con mucho dinamismo, Todo sobre el asado, aun sin dividirse en capítulos, arma un esquema en el que episódicamente irá develando los distintos aspectos detrás de la tradición de comer carne vacuna asada. Sí, tendrá los momentos en los que nos muestren como matan a las vacas y cuestionen el consumo de carne animal, para luego pasar a las cuestiones homosexuales ocultas detrás del rito alrededor de una parrilla, el tratamiento de la halitosis producida por la carne (con una revelación mundial), los trucos de las carnicerías y los restaurantes parilla, los distintos tipos de cortes de carne-parillas-formas de realizar el asado, y un larguísimo etcétera como para no aburrirnos.

La voz del “Negro” Álvarez funciona como conector para diversas entrevistas en las que Cohn-Duprat parecieran más de una vez reírse de sus entrevistados ¿de modo concordado?. Para ese fin vuelven a utilizar un recurso habitual en sus productos, aunque esta vez de modo exacerbado, dejar la cámara encendida luego de terminada las entrevistas, en largos silencios, hasta que el entrevistado culmine con algún remate ¿espontáneo?.

Hay algo en Todo sobre el asado que hace ruido, en ciertas oportunidades pareciera vérseles los hilos de un guion, de una estructura ya armada para llegar a lo que quieren fundamentar; casi como sus entrevistados y Álvarez expresasen lo que ellos justo querían expresar.

De un modo u otro es llamativo, si no hay un armado se nota cierta saña en burlarse de las personas que entrevista sin hacerlas parte del juego (como cuando deciden dejar un micrófono prendido); si existe tal armado el juego de documental le estaría dejando algo de lugar al terreno de la ficción.

Aun sin estos cuestionamientos Todo sobre el asado resulta una película tan graciosa como cruel. Es inevitable que nos riamos porque los entrevistados y sus dichos son expuestos de un modo muy ridículo, pero lo que terminan construyendo en su conjunto es lo básico de muchos aspectos de nuestras tradiciones, con un especial énfasis en las clases más bajas o del interior del país (como El ciudadano ilustre).

Conclusión

Todo sobre el asado tiene todos los elementos divertidos y de muchísimo ritmo típicos de la dupla Cohn-Duprat, sus seguidores la disfrutarán al máximo. También es cierto que posee una mirada desde arriba, desde una supuesta superioridad urbana. Pero hay algo que es más cierto aun, al salir de la sala el primer lugar al que quise ir era a la parrilla más cercana ¿Misión cumplida?.