REVIEW: Twanguero

El director Javier Pistani muestra en El Twanguero  al músico y guitarrista español Diego García conocido por haber tocado con Calamaro y en giras con Fito Páez en su proceso de composición y producción de un nuevo disco Argentina Songbook que como fácilmente se interpreta, se tratan de canciones argentinas elegidas por García en un álbum de covers con su estilo propio, como se lo denomina, Twang mezclando guitarra española, folk americano, flamenco y tango, (o al menos eso es lo que dice en la página del músico).

A Pistani dale las gracias

Luego de haber realizado una de las que desde este modesto espacio consideramos, mejores películas del 2012, como Una película de gente que mira películas en yunta con Fernando Arditi, aparece un año y medio más tarde con otro documental, El twanguero mostrando cierta evolución pero también una mayor capacidad de síntesis al hacer una película sobre la grabación de un disco de una persona no tan conocida por el público masivo argentino que en más o menos ochenta minutos mantenga al espectador interesado sobre el tema.

Diego García se transforma en El Twanguero en un personaje de documental más y se vuelve un pedazo de documento ficticio que choca con el que se ve en sus videos promocionales o fotos de su sitio web gracias a que se está viendo el interior de un mundo que rara vez sale a luz de esta manera- Oh la generación Mtv. La cámara está con los personajes como un groupie que los sigue a todos lados guardando recuerdos y quizá podría haber terminado en la anécdota y nada más pero hay más detrás de todo eso.

¿Cuantas cuenta el Flaco?

«El flaco no cuenta» le responden al principio de la película a Diego García quién quería saber cuantos golpes de baqueta, el palito ese del baterista, contar antes de tocar Durazno sangrando. Hay un criterio estético deliberado que funciona muy bien con el concepto de la película, además de que la fotografía sea muy buena para estar en un estudio de grabación o en recitales en donde la luz no siempre está al servicio de una cámara, que es haberla grabado en blanco y negro dándole una imagen más cruda pero más sentida. Muchas se utiliza en los documentales sobre rock, y no sólo en ellos, utilizar el blanco y negro como modo de separación con lo que puede ser un video clip o misma una ficción para así otorgarle un ambiente de realismo. Creo que no es el caso en El Twanguero, sino que a través de esa imagen uno se vuelve más atento a otras cosas que suceden alrededor en donde el clima de los cinco participantes en la grabación, (tres músicos y dos productores), se percibe de otra manera, como más cercana. Argentina Songbook, el disco de Diego García, se decidió hacer en los históricos Estudios Ion, donde grabaron Cerati, Charly, Fito Páez, Jaime Roos, Piazzolla y otros tantos, como una manera de volver a las fuentes y que las canciones fueran grabadas con los tres músicos tocando al mismo tiempo y no por pistas separadas para darle un aire más sentido y clásico.

Conclusión

El Twanguero es un muy buen documental de un joven director que muestra mucho más que la grabación del disco de un español que viene la Argentina para reinterpretar la música nacional bajo su estilo, sino que se trata de la música, algo tan personal como transferible y muchas veces inmediato de entender. Es quizá el arte que mayor capacidad de trascendencia tenga y este documental vale también como un homenaje a ello a través de un personaje muy interesante como lo es Diego García. O sea, vayan a verla que está buena.

No le debo nada a Entel…