Vuelve el Hitchcock Mudo al Festival de Mar del Plata

Alfred Hitchcock, antes de desembarcar en el Hollywood donde produjo su repertorio mas popular, supo cosechar una considerable carrera en su Inglaterra natal, realizando películas mudas donde se empezaban a ver las marcas estilísticas que definirían sus títulos posteriores. El año pasado, el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, con el apoyo del British Council y el British Film Institute, puso en exhibición algunos títulos de este periodo y la concurrencia fue tal que este año el Hitchcock mudo vuelve con tres nuevos títulos. Estos corresponden al último tramo de este periodo y todas las funciones contarán con música en vivo.

A continuación, una breve revista de los títulos que integrarán esta muestra (cortesía de la gente de Prensa del Festival):

La primera película, Decadencia, tiene un típico protagonista hitchconiano. Un joven es acusado erróneamente por un crimen y termina expulsado de la Facultad ante vergüenza de sus padres. Esto lo lleva a meterse en un viaje por Europa, en el que el  realizador se anima a experimentar con la técnica, incluso en escenas oníricas, como a futuro haría junto a Salvador Dalí en Cuéntame tu vida.

Inspirada en una famosa  obra de teatro, La esposa del granjero es una típica comedia inglesa, en la que un aristócrata inglés enviuda y comienza a buscar una nueva esposa con ayuda de su criada. Aunque la acción sucede a priori en una casa, Hitchcock se anima a jugar con los encuadres para no darle una estética teatral. Planos desde el fondo de una habitación, personajes que se acercan a cámara y una escenografía inspirada en el surrealismo alemán -Hitchcock admite haber usado a Murnau como referencia- consiguen una obra atípica en su primera etapa visual, donde incluso se dio el lujo de diseñar la puesta de luces ante la ausencia del director de fotografía, que enfermó previamente al rodaje. “Estaba muy inseguro. Hacía una prueba de cada plano que iba a filmar y la mandaba al laboratorio. Mientras se revelaba ensayaba la escena con los actores”, recuerda el maestro.

Por último, El hombre de la isla de Man, su última película del período mudo, está basada en una novela inglesa de mucha reputación. Hitchcock decide adaptar fielmente la historia de dos amigos de la infancia enamorados de la misma mujer. Más allá de la seriedad y la madurez que muestra la película, el director empieza a jugar con los diálogos sonoros, mostrando en forma nítida como los actores pronuncian cada oración sin apelar necesariamente a los intertítulos. Se podría definir como una perfecta obra de transición hacia una nueva etapa de su carrera.