REVIEW: Jurassic Park 3D

Debido a su vigésimo aniversario Universal ha decidido reestrenar este clásico del cine de aventuras; y lo hace a lo grande, en 3D y en el Imax. ¿Vale la pena ir al cine a ver algo que ya vimos cientos de veces?

Cuando los dinosaurios gobernaban la tierra

Muchos de nosotros no tuvimos la posibilidad de ver Jurassic Park en el cine, y nuestra primera aproximación a esta gran película se realizo de la manera más común en los años 90. Ir al videoclub con la vana esperanza de que al menos quedara una copia disponible para nosotros. Años después repetimos la experiencia con la tele por cable y, al igual que como algunos hacemos con Volver al Futuro, cada vez que aparecía en la pantalla el control remoto no se tocaba. Esta película es una de esas pocas afortunadas que lograron tal complicidad con el espectador que uno reconoce los diálogos, los momentos y siente que estos le pertenecen.

Jurassic Park aún se encuentra entre los VHS que atesoro, meramente por una cuestión romántica, que toca cada una de mis fibras cinéfilas. Remonta automáticamente a una infancia donde todas esas cosas que uno observaba en la pantalla tenían la posibilidad de volverse realidad en una noche de lluvia, escondido abajo de una sabana.

Entonces, el reestreno de esta película viene acompañado de una reflexión personal, porque seamos sinceros, no es posible una critica objetiva de una película así. No es posible una crítica pero si una revisión, un repaso del porque merecemos y hasta debemos darnos el gusto de ir al IMAX a ver esta genialidad de Steven Spielberg.

20 años no es nada

Dicen que muchas cosas se entienden mejor con cierta perspectiva de tiempo, y una de las cosas más increíbles que tiene la posibilidad de rever Jurassic Park es darnos cuenta de lo bueno que era lo que estábamos viendo en su momento. Y no les hablo desde el lado argumentativo o actoral, hablo desde algo tan complejo como la realización de esos dinosaurios gigantes. De manera contraria a lo que esperaba a ver en la pantalla, me sorprendió gratamente darme cuenta de que los efectos especiales, esos animales enormes y extintos siguen viéndose reales al día de hoy, actuales completamente y por demás más auténticos que muchos vistos en películas actuales. Sin ir más lejos, la famosa y brutal escena de la cocina, esta realizada en su mayoría en stop-motion y es un detalle que hace realmente la diferencia.

El trabajo que se realizo con la imagen 3D es bueno, pero tranquilamente podría no estar, es apenas un relieve sobre los personajes y en ciertas escenas particulares. El verdadero disfrute de la imagen se encuentra en el hecho de presenciar esa película en una pantalla enorme, gigante. Escenas que todos conocemos de arriba a abajo, de derecha a izquierda, se tornan nuevas y peligrosas, y vuelven a tener esa capacidad para asustarnos que tenían 20 años atrás. El tiempo no ha pasado en vano en Jurassic Park y se nota que los años que distancia el estreno con el reestreno no hicieron más que posicionar a esta película como una de las mejores en su género.

Nostalgia

Ver nuevamente Jurassic Park es un ejercicio propio, de introspección; donde volvemos a recrear esa emoción que sentimos esa primera vez y nos conectamos con el niño interior que nos acompaña. Volvemos a asustarnos y caemos en esa trampa excepcional de suspenso. Y a pesar de que los años pasaron seguimos sin reconocernos con Alan Grant y empatizamos automáticamente con Tim y Lex; somos esos nenes asombrados con lo que están viendo, que no pueden creer lo que esta pasando a su alrededor. Y volver a ver esta película es esa misma acción.