Animé: FLCL Progressive es un reinicio con gusto familiar

La serie original FLCL (Fooly Cooly) es muy difícil de recomendar (si bien yo lo hice acá). Una obra experimental, psicodélica e insólita, del estudio responsable de animés como Evangelion, pero mucho más limada. Casi 20 años más tarde se anunció la secuela, FLCL Progressive. ¿Alcanzaría los niveles de su predecesora?

El esperado regreso

Adult Swim y Production I.G  anunciaron que producirían la continuación de la serie –en un mismo formato de 6 episodios, pero con dos temporadas– con la idea de lanzarlo en 2018.

¿Adivinen qué? Estamos en 2018 y la primera parte, una segunda temporada llamada FLCL Progressive, finalmente llegó en junio. La tercera temporada estrenó a principios de septiembre.

Esta segunda temporada mantiene a unos pocos personajes de la original. Principalmente recupera a Haruko Haruhara una chica de, aparentemente, 19 años que proviene del espacio exterior. Ella asegura ser un oficial de la policía intergaláctica y lleva colgado un bajo eléctrico Rickenbacker que es, en realidad, un arma que se activa como una motosierra.

Sin embargo, Naota –aquel protagonista de la original que era una obvia parodia del Shinji de Evangelion– fue reemplazado. Ahora seguiremos de cerca la vida de Hidomi, una adolescente tímida e introvertida. Por supuesto, los problemas de la pubertad, robots gigantes, descontrol lisérgico y la infaltable música de The Pillows (los “Oasis” japoneses) no tardan en llegar.

Desde la primera escena, el estilo de animación y el diseño de los personajes se reconocen inmediatamente, como si el tiempo nunca hubiera pasado. Sin embargo, y a diferencia de la serie original, FLCL Progressive elige llevar un ritmo todavía más acelerado. Ya el primer episodio sienta las bases para lo que va a ser esta corta serie, de una duración total de 120 minutos.

¿Vale la pena FLCL Progressive?

Si viste la primera temporada y te copó, la segunda parte agrega más de lo mismo. En mi opinión se trata de un producto menor porque no genera nada nuevo, sino que se limita a reproducir las temáticas, excéntricas escenas de pelea y técnicas de su predecesora.

Sigue siendo una forma poco convencional de hablar de algo tan común como la adolescencia y lo difícil que es dejar de ser un niño. Pero FLCL Progressive no puede beneficiarse del impacto y efecto sorpresa que caracterizó a la primera parte. Afortunadamente no faltan los gags y guiños sexuales para mantener el ritmo fluido.

En otras palabras, los creadores ya conocen a su público, saben qué es lo que se espera, y entregan un producto familiar que no termina de arriesgarse del todo. La juegan seguro y quizás en este punto resida su mayor pecado.

Por suerte FLCL Progressive se sigue viendo muy bien, aunque tampoco es el animé más hermoso del año (especialmente en comparación con otros como Violet Evergarden y Made in Abyss). Creo que la música de The Pillows está mejor seleccionada esta vuelta, no solo en el sentido rítmico sino además lírico. Está presente narrativamente, marcando las pulsaciones de la historia.

Conclusión

Este es un regreso memorable si fuiste fan en su momento (ciertamente es una mini serie entretenida y sus seis episodios se pasan volando), aunque se extraña el metalenguaje, el humor afilado y las rupturas de la cuarta pared que hicieron del animé original algo tan destacable.