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Darling in the Franxx: Animé recomendado

Darling in the Franxx: Animé recomendado

Para algunos fans de la animación japonesa, Darling in the Franxx es el animé del año. Para otros, una copia burda de Evangelion. ¿Es uno u otro? Para este humilde servidor, la serie es un poco de los dos.

El animé en tiempos de 2018

Hoy ver animé es más fácil que nunca. El gigante del streaming ha ido subiendo series clásicas y nuevas consistentemente buenas (con Violet Evergarden a la cabeza), sitios como Crunchyroll y varios fansubs actualizan constantemente con nuevo contenido.

Sin embargo, con literalmente cientas de nuevas series de animé saliendo cada año, usualmente es difícil definir exactamente qué ver. Desde nuestro espació de animé en Alta Peli hemos reseñado los grandes tanques (My Hero Academia y Attack on Titan) y recomendamos ocasionalmente aquellas historias que, creemos, vale la pena tener en cuenta.

Una de ellas es Darling in the Franxx, un animé mecha (robots gigantes) y coming-of-age (adolescentes que se van convirtiendo en adultos) de 24 episodios que comenzó a emitirse en enero de 2018 y finalizó en julio de este año.

En un futuro distante, los humanos han creado fortalezas (“plantaciones”) para defenderse de monstruos que acechan en el mundo exterior. Allí, unos niños sin nombre (definidos solamente por un código) tienen la enorme responsabilidad de pilotear robots para luchar por la supervivencia de los pocos que quedan con vida.

Evangelion: la madre del animé

Si la sinopsis les suena conocida, es porque es exactamente la misma que la planteada por Evangelion, esa obra emblemática de Hideako Anno que viene “inspirando” al  animé desde su llegada en 1995.

Lo escribo entre comillas porque son muchas (quizás demasiadas) las series que han aprovechado las temáticas existenciales, los argumentos oscuros y los personajes de Evangelion para homenajear, referenciar, reinterpretar o –lisa y llanamente– robar para sus propias historias.

La marca que dejó Evangelion en el género mecha (y en el mundo de la animación japonesa en general) no tiene comparación. Su esencia puede encontrarse desparramada en Attack on Titan, Knights of Sidonia, RahXephon, Gunbuster, Bokurano e incluso series muy alejadas de los robots gigantes (como esa maravilla que es Serial Experiments Lain).

Darling in the Franxx también toma mucho prestado de su serie madre, y si eso es algo bueno o no dependerá de cada uno. Pero ya llegaremos ahí.

Jaulas para pájaros

Desde los primeros episodios, Darling in the Franxx hace un gran trabajo para establecer un mundo tan frío como deshumanizado. Los niños funcionan como armas para la guerra. Fueron arrancados de sus familias a edades muy tempranas y ni siquiera tienen nombres, solo un número de código que los identifica.

La historia sigue a cinco chicos y cinco chicas buscando intimidad en este planeta que todo el tiempo los reprime. ¿Cómo podemos forjar una identidad personal en un mundo de estas características?

https://www.youtube.com/watch?v=3x0NEd9t1yQ

En estas misteriosas “jaulas de pájaros”, ellos apenas saben que cada tanto la humanidad es atacada por gigantes conocidos como “klaxosaurios”. Bestias que –al mejor estilo los ángeles de Evangelion.. cough cough– no sabemos qué buscan y por qué atacan constantemente. Los chicos pueden montar robots llamados FRANXX que, convenientemente, solo funcionan cuando una chica y un chico generan un enlace físico y mental.

Nuestro protagonista es Hiro, el nombre más común para héroes protagonistas japoneses. Alguna vez considerado un piloto prodigio, ahora está fracasando y no logra conectar con ninguna chica para poder pilotear. Ni siquiera con Ichigo, su mejor amiga que oficia de líder pero es en realidad introvertida, tímida y acomplejada (¿cómo Rei de Evangelion?).

Todo cambia con la llegada de Zero Two, una colorada enigmática y subversiva (¿cómo Asuka de Evangelion?) cuyos pilotos mueren siempre luego del tercer viaje. Hiro y Zero Two son, aparentemente, el complemento perfecto para el otro.

Arquetipos y clichés

Si bien Darling in the Franxx tiene una animación fantástica, grandes batallas y temas interesantes, varias cuestiones son muy criticables, especialmente en nuestros días.

Está claro que el animé busca dar mensajes positivos sobre la identidad, el género, la adolescencia y el sexo, pero muchas veces falla mostrando todo de forma heteronormativa. Ejemplo concretos son los lamentables episodios 7 (“Shooting Star Moratorium”) y 8 (“Boys × Girls”)  donde aparecen todos los clichés clásicos de hombres cachondos (rozando lo perverso) y mujeres con poca ropa.

El innuendo sexual y los arquetipos niño/niña son estampas en la animación japonesa, pero es una pena que se sigan reproduciendo burdamente todavía en 2018.

Y es que, en resumidas cuentas, Darling in the Franxx no deja de ser una historia de adolescentes cachondos arriba de robots (con forma de mujer) en parejas masculino/femenino, con él parado detrás de ella tipo perrito y ella haciendo ruidos mientras él la maneja.

Éste es el punto donde la serie se aleja más de Evangelion, que ciertamente tiene MUCHO innuendo sexual pero que trabajó estos temas con más sutileza y simbolismos.

Ahora: cuestiones como la desnudez, el despertar sexual, la perversión y el significado de los besos  son construcciones sociales, y por momentos la serie no parece distinguir si ellos tuvieron algún tipo de educación previa al respecto o si son como niños criados en la selva. A veces parece una cosa y a veces parece otra. La “perversión”, por ejemplo, no es un concepto innato, sino absolutamente cultural.

A pesar de haber sido criados en ambientes “estériles”, desprovistos de lo que una sociedad puede brindar, la serie sigue los mismos patrones que vemos en todas las demás en relación a la sexualidad. Una oportunidad para diferenciarse que fue desperdiciada.

Por más interesantes que sean las temáticas de identidad y deshumanización que plantea Darling in the Franxx, son estos momentos narrativamente incoherentes donde lo que podría haber sido una futura obra maestra del animé, flaquea.

La fusión Trigger + A-1 pictures

Pero volvamos a hablar maravillas de la serie, porque sí tiene más cosas positivas que negativas. El proyecto fue una producción ambiciosa por parte de dos estudios muy reconocidos del mundo: Trigger y A-1 Pictures.

A-1 Pictures es relativamente nuevo (nació en el año 2005) y hoy es sinónimo de calidad, al menos a nivel técnico. Son los responsables de Sword Art Online (y sus spin-offs), Fairy Tail, Seven Deadly  Sins (una de las recomendadas en Netflix), Your Lie in April (una de mis favoritas del 2015) y muchas más.

Trigger es… complicado. Fue fundado en 2011 por ex empleados de Gainax, el estudio responsable de Evangelion. A veces hace cosas hermosas (como Little Witch Academia) pero también tiene la fama de derrapar a nivel argumental y sobrecargar a sus relatos de sexualidad. Además, no ha pegado buenas series en el último tiempo.

Darling in the Franxx balancea bien el drama emocional de los chicos con las batallas y conspiraciones detrás de la guerra contra los klaxosaurios. Algunos episodios como el 10 (“The City of Eternity”) y el 13 (“The Beast and the Prince”) son pequeñas joyitas.

En mi opinión, quizás el mayor derrape es que el mundo meticulosamente construido no llega a satisfacer completamente sobre el final de la serie. Desaprovecharon algunas posibilidades importantes y estiraron la historia con algunas subtramas innecesarias. Sobre el final se va todo bastante al demonio y la buena narrativa que se fue armando se deshace bastante rápido debido a algunos giros ridículos.

Un espectáculo vistoso

Desde un primer momento, Darling in the Franxx fue un misterio. Llegó con una fuerza arrolladora y tenía el potencial de ser realmente excelente. Semana a semana, de hecho, fue consistentemente intrigante y emocionalmente atractivo. El espectáculo que ofrece desde lo visual tiene mucha calidad y las batallas son elegantes…

https://www.youtube.com/watch?v=6ybz88nGgrQ

… sin embargo, el producto como un todo no termina de ser coherente. Se nota que es una historia demasiado inspirada en Evangelion y que intenta ser mucho más inteligente de lo que verdaderamente es. Un ejemplo son los momentos aleatorios de cambios de resolución que no cumplen otra función que parecer escenas más “artísticas”.

Disfruté mucho del apartado musical (el opening, “Kiss of Death”, es fantástico y muy adecuado) y varios diálogos son sorprendentemente muy profundos. La mayor división aparecerá específicamente luego del capítulo 19, donde la serie toma una vuelta tan abrupta que la encamina hacia otro subgénero de la ciencia ficción (la space-opera) y abre el camino a varios agujeros argumentales.

Conclusión

Al final del día, Darling in the Franxx quiso ser ambiciosa, quiso ser la nueva Evangelion, y por un momento lo logró. Pero no llegó a cumplir con las expectativas que el público había impuesto. El producto final es una mezcla de ideas que se van cayendo a pedacitos conforme avanza.

Para gustos están los colores y yo, realmente, la disfruté durante gran parte de su recorrido. Con sus más y sus menos, al menos hay que bancarle la pasión que le puso. En sus mejores momentos, puede llegar a ser una serie hermosa.

¿Te gustó lo que leiste? Ayudanos a seguir creciendo! 
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2 Comments

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