Little Witch Academia: Animé recomendado

Dentro de las producciones infantiles de animé en 2017, Little Witch Academia se destacó por su encanto, sencillez y magnificencia visual. Nacida originalmente como un pequeño cortometraje animado, la serie hoy cuenta con 25 episodios y está disponible en Netflix.

Vivir y respirar magia

Atsuko “Akko” Kagari sueña con seguir los pasos de su ídola, la bruja Shiny Chariot, cuya espectacular magia la cautivó. Pero hay varios impedimentos: Akko no proviene de una familia mágica (ni siquiera puede volar en escoba), la reina de la clase (Diana Cavendish) siempre está encima de ella y la mayoría de la comunidad de brujos considera que Shiny Chariot es una farsante.

La temporada 1, formada por los primeros 13 episodios, se configura como una serie de relatos prácticamente autoconclusivos que nos permiten vivir aventuras cotidianas de Akko y sus amigas en la academia de magia.

https://www.youtube.com/watch?v=Mk9Wzzwy638

A partir de la segunda temporada (últimos 12 episodios) comienza a darse un argumento un poco más conectado a partir de la introducción de un personaje que funciona como antagonista y va tramando un plan malvado. Allí se van reuniendo los pequeños hilos de la narración en una dirección en concreto, dedicándose a construir un arco principal para todos los personajes

Sin embargo, la narrativa de la serie siempre es muy simple. Se trata, en fin, de un show infantil que maneja temas perfectos para niños de seis a doce años. Mientras que los grandes pueden disfrutar de ocasionales despliegues visuales fantásticos, los más pequeños van a aprender sobre seguir los sueños propios, superar las adversidades y confiar en otros.

Me gusta el mensaje principal de la serie: si bien la pasión es fundamental para alcanzar el éxito, también es necesario el trabajo, la dedicación y la constante práctica para triunfar. Akko es una apasionada de la magia, pero su falta de habilidades la convierte en la peor estudiante.

La influencia de Harry Potter

Gran parte de la serie es dedicada al día a día de estas jóvenes brujas en la academia Luna Nova, asistiendo a diferentes clases, aprendiendo a volar en escoba y metiéndose en los escondites secretos del lugar (es decir, metiéndose en problemas).

En este sentido, tiene un enorme parecido con los primeros libros de Harry Potter, que mantenían este tono super inocente y el estilo slice-of-life (pequeños fragmentos de la vida ordinaria). Al igual que los protagonistas de la famosa saga de J.K Rowling en sus comienzos, las protagonistas de Little Witch Academia también tienen unos 11 u 12 años y la pasión por aprender magia.

Hay más similitudes. Al igual que en Harry Potter, existe una Piedra Filosofal, un bosque prohibido en las afueras del colegio y las alumnas de Luna Nova solo tienen cursos mágicos como Hechizos, Pociones e Historia de la Magia, ¡pero nunca estudian Matemática, Lengua o Geografía! A su vez, los adultos son bastante inútiles, siendo las estudiantes quienes terminan resolviendo todos los peligros que llegan a la Academia.

Magia vs tecnología

Otro tema que recorre la serie es el de magia vs. tecnología (o tradicionalismo vs. modernismo). A pesar de que el mundo continúa evolucionando (todo da a entender que Little Witch Academia ocurre en un tiempo contemporáneo al nuestro, donde existen las telecomunicaciones, la electrónica y la robótica) los establecimientos mágicos insisten en mantener sus convencionales métodos para “preservar la magia como un arte”, aunque no sean económicamente rentables.

Este es un mundo donde la magia ha caído en desuso y decadencia por la llegada de las nuevas tecnologías y las ciencias. En este sentido, el personaje de Croix Meridies desea unir ambas cosas, haciendo a la magia más eficiente y útil mediante tecnología de vanguardia, un concepto interesante que tiene un costo oscuro.

Me parece un conflicto muy bien trabajado en el animé, con la suficiente sutileza para no escupirte el mensaje en la cara pero siendo comprensible para los niños. Mientras que Croix busca recuperar el poder de la magia utilizando sacrificios, Akko quiere recobrarla haciendo a la gente reír con espectáculos divertidos. El truco está en encontrar una forma de reconciliar lo nuevo con lo viejo, para que la magia logre sobrevivir en el mundo moderno.

Intertextualidad y humor

Otro de los puntos clave de la serie es la importante cantidad de referencias a otras obras de ficción. Little Witch Academia a veces brinda momentos muy Disney (como un capítulo homenaje a “Alicia en el País de las Maravillas” y “La bella durmiente”) y otras veces explota en animé de robots gigantes (Evangelion). Hasta me sorprendí con algunas ingeniosas burlas a Crepúsculo.

Las referencias no rompen la historia y le agregan su buena cuota de humor a una serie que es, de por sí, muy graciosa. Es especialmente divertido ver cómo la protagonista falla miserablemente en tantas oportunidades. No es tan común tener a un personaje principal tan incompetente y torpe en un animé de este tipo.

Akko es la típica heroína que no se rinde nunca, no deja atrás a sus compañeros y tiene un gran poder que aún no ha despertado. Pero también es tosca, testaruda, impaciente e hiperactiva. Esta personalidad tan peculiar es la que brinda los mejores momentos de comedia.

Little Witch Academia desprende buen humor e importantes mensajes de aliento. Un animé ideal para niños (y que pueden igualmente disfrutar adultos) disponible dentro del catálogo del gigante del streaming.

[imdb]https://www.imdb.com/title/tt6352180/[/imdb]