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El efecto Ned Stark: 242 muertos en series 2016

Golpe de efecto, actores que no quieren continuar, tramas que necesitan si o si ese giro narrativo fulminante: muertos en series hubo siempre, pero nunca como en la presente temporada se usó y abusó tanto del recurso. ¿Manotazos de ahogados? ¿Gritos desesperados tratando de despertar a la audiencia? Lo debatimos.

Muertos en series 2016: un año para llorar

El recuento surge de un minucioso análisis realizado serie a serie por la gente de Vox. Y ese 242 (en producciones norteamericanas emitidas durante la recientemente finalizada temporada 2015/2016) suena exagerado incluso teniendo en cuenta que la cantidad de shows se ha ido incrementando a pasos agigantados (llegó a 409 en 2015).

¿Qué está pasando? ¿Siempre fue así? No. Si bien desde que la ficción es ficción los personajes mueren, en coincidencia con este estudio fue TV Line quien notó otro interesante patrón: el número de muertos en series crece alarmantemente desde el año 2012.

En mayo de 2016 la TV norteamericana mató unos 60 personajes importantes (para el listado no valieron los muertos en “casos de la semana” de procedimentales y se tuvieron en cuenta personajes que al menos hayan aparecido en 2 o 3 episodios). Ese 60 resulta demasiado teniendo en cuenta que en el mismo mes pero 4 años antes -o sea 2012- las víctimas sumaron solo 20, un número que allá lejos ya pareció sospechoso (ese año se emitieron 280 shows, por lo tanto la suba sigue siendo desproporcionada se mire como se mire). ¿Por qué analizaron ese mes en particular? Pues es cuando todas las series se despiden ante la llegada del verano en el hemisferio norte y es donde históricamente suele morir más gente (finales de temporada, si sabremos lo que se sufre).

Y como la curiosidad siempre lleva a investigar, se preguntaron por qué cornos desde 2012 las cabezas comenzaron a rodar con mayor celeridad. Justamente en esa pregunta se dieron cuenta de algo: en 2011 se produjo la muerte que según ellos  lo cambió todo.

El efecto Ned Stark

Game of Thrones sorprendió (a los no lectores, obvio) cortándole la cabeza al personaje interpretado por Sean Bean que todos pensábamos era el protagonista: allí la serie de HBO dio el salto principal para convertirse en un fenómeno. Funcionó tan pero tan bien que todos quisieron imitarla y los muertos en series se multiplicaron.

Ahora, ¿cuántas de las actuales 242 muertes (ojo que por ir hasta mayo no entra el tramo final de Game of Thrones) fueron verdaderamente funcionales al relato y cuántas lo hicieron solo para impactar?

A CONTINUACIÓN ENTRAREMOS EN UNA ZONA EXPLOSIVA DE SPOILERS. LES PROPONGO: SE MENCIONA LA SERIE DE LA CUAL EN EL PARRAFO SE DESTRIPARÁ UNA MUERTE, ASI PUEDEN SALTEARLO SI NO SABEN DE QUIEN SE TRATA Y NO QUIEREN ENTERARSE.

Las muertes anticipadas: Arrow

Todos supimos ni bien arrancó la 4º temporada de  Arrow que alguien importante fallecería: transformaron eso en el gancho central. Por momentos creímos que quien lo haría terminaría siendo un extra que nos importaba un comino; pero no, murió Laurel Lance, personaje principal (odiado por muchos -cof cof cof- como nosotros en ESTA NOTA) que había experimentado un cambio tal que hasta comenzamos a apreciarla.

Estábamos viendo cómo avanzar hacia la 5ª temporada y nos dimos cuenta de que la historia de Laurel estaba estancada, se encontraba en una meseta.

Con esas palabras se defendía Marc Guggenheim, productor del show, cuando los fans enloquecieron. Igualmente, las probabilidades de que la actriz Katie Cassidy pase a engrosar las listas de desempleo son pocas: su futuro estaría en The Flash, serie de la misma casa que en una de sus tantas líneas temporales alternas le dará cobijo. Entonces ¿sirvió de algo esta muerte?

Las muertes inevitables: Bates Motel y The Americans

Lo de Norma Bates (Vera Farmiga) en Bates Motel es algo que tarde o temprano debía ocurrir teniendo en cuenta que estamos ante una precuela de Psicosis (donde la madre de Norman era un esqueleto). Su muerte en el final de la cuarta temporada se sintió como un gran avance para la trama de cara a su quinto año y ¿final definitivo de la serie? (Más sobre ello, ACA).

En The Americans el arco de Nina (Annet Mahendru) estaba claramente cumpliendo su ciclo. Los realizadores podrían haber elegido crearle nuevas líneas y mantenerla siendo un personaje tan relevante durante 4 temporadas. Pero optaron por darle un cierre y atenerse al ritmo del relato, en detrimento de los deseos de seguir contando con la actriz.

No fue como si tomáramos la decisión repentina de matarla. Es algo que estuvimos trabajando durante muchas temporadas, desde la segunda. La pregunta era cuánto tiempo tardaría en llevarse a cabo (explica el productor John Fields).

El creador de la serie Joe Weisberg piensa que -luego de la decisión de enviar a Nina a Rusia- no existía ningún argumento razonable para que un agente de la KGB vuelva a Estados Unidos donde se desarrolla la historia; una historia que, al fin y al cabo, no es la historia de Nina sino la de Elizabeth y Phillip Jennings. Continuar hubiese requerido algún truco argumental no propio con el estilo de la serie. Además todos conocen el destino para los prisioneros considerados traidores en aquel país: su hora estuvo siempre marcada.

La muerte como forma de vida: Game of Thrones

Creo que un escritor, incluso un escritor de fantasía, tiene la obligación de contar la verdad. Y la verdad es como decimos en Juego de Tronos: “Todos los hombres deben morir”. Especialmente si estás escribiendo sobre guerra, que es uno de los temas de Juego de Tronos: no puedes escribir sobre guerra y violencia sin que haya muerte. Si quieres ser honesto esto debe afectar a tus personajes principales.

Así George R.R. Martin justifica las masacres que nos han dejado estupefactos y con las cuales este fenómeno parece haberse disparado.

Mata al diferente: el caso The 100

Todo hombre debe morir. Sí, claro… siempre que no sea blanco y heterosexual. O al menos ese es el parámetro que salta a la vista analizando en detalle las muertes de este año. Sigue habiendo más muertos blancos, pero por el simple motivo que los personajes blancos son una abrumadora mayoría: en proporción, el deceso de personajes afroamericanos, mujeres o LGBT ha disparado la polémica.

La muerte de Lexa en la serie de CW (Episodio 3×07, Thirteen) fue una bomba que le estalló en la cara al creador del show, Jason Rothenberg. La actriz Alycia Debnam-Carey tenía contrato con AMC para Fear The Walking Dead y no podía seguir participando en The 100: Rothenberg no tuvo mejor idea que darle una trágica despedida matándola sorpresivamente. La ira de los fanáticos no se hizo esperar y se organizaron hasta boicots contra la serie (que dicho sea de paso les recomendamos fervientemente ACA).

Lo que en un principio era una solución narrativa a un problema contractual, pasó a mayores viendo el dolor ocasionado en fans y comunidades LGBT quienes no sintieron esa salida como algo necesario sino más bien como una jugarreta barata y fácil, con un mensaje desacertado.

La muerte de Lexa provocó un trauma real para muchas personas. Golpeó en el mundo real, golpeó en sus vidas. Como hombre blanco y heterosexual, absolutamente no anticipé la profundidad con que iba a afectar a ciertas personas. Fue inesperado el nivel de indignación que generó, pero creo que he llegado a comprenderlo.

Se disculpa Rothenberg luego de que le llovieran insultos, cartas y colapsaran sus redes sociales.

La muerte que no fue: The Walking Dead y Homeland

Debemos tener en cuenta también la proliferación de la falsa muerte, el juego descarado para con el espectador. Casos sobran: Glenn en The Walking Dead, Jon Snow en Game of Thrones, el último muerto en la 5º temporada de Homeland que no esta tan muerto como nos quisieron hacer creer.

Cómo va a ser representado el personaje de Peter Quinn es algo que va a sorprender a la gente, y puede que no sea lo que ustedes creen.

Comenta Alex Gansa sobre el retorno confirmado del actor Rupert Friend a la 6º temporada que debutará recién en 2017. O sea que cuando vemos morir a alguien ya ni siquiera podemos terminar de creérnoslo y hasta quizás lloramos en vano. Se aprovechan de nuestra nobleza.

¿Es necesaria tanta muerte? ¿Se recurre a ellas solo para conmocionarnos? El exceso va camino a provocar que los muertos en series ya ni nos sorprendan, aunque el peor mal que este virus puede desatar es otro: cuando no muere nadie hay un tipo de espectador que asocia inmediatamente con el despectivo -y mayoritariamente errado- concepto de “en este capítulo no pasó nada”. Lo cierto es que en el mundo de las series nadie está a salvo y mucho menos en tiempos de tanta competencia donde hay que atrapar a la audiencia como sea y -para bien o para mal- el recurso sigue funcionando.

La gente tiene que morir para hacer la vida importante
Nate Fisher – Six Feet Under

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