Episodio 4 de El Asesinato de Gianni Versace: primeras víctimas

La estructura “Memento” de esta segunda temporada de American Crime Story nos lleva a otro retroceso en el tiempo, otro paso hacia atrás para conocer y dar forma al criminal que acabará con la vida del famoso diseñador italiano. El episodio 4 de El Asesinato de Gianni Versace introduce las primeras víctimas de Andrew Cunanan.

Amor no correspondido

Sabíamos que faltaban ver dos asesinatos previos al raid emprendido por Cunanan. Aquí los tenemos, este es el comienzo. House by the Lake, episodio 4 de El Asesinato de Gianni Versace (nuevamente sin rastro del mismo ni de su séquito), nos traslada hacia Minneapolis a fines de abril de 1997 (apenas una semana antes del asesinato de Lee Miglin) donde conoceremos a David Madson, un joven arquitecto de futuro promisorio que cometió “el error” de negarse a una propuesta de casamiento por parte de Andrew.

La razón de esa negativa parece ser un tal Jeff (brevísima aparición de Finn Wittrock, pero no se preocupen que la historia seguirá hacia atrás y esto no es lo único que veremos de él), cuya visita al departamento de David concluirá con una rápida muerte a martillazos en manos del perturbado Andrew.

Así como la semana pasada fue Marilyn Miglin quien se robó el episodio, esta vez otra de las víctimas es quien destaca. David (el australiano Cody Fern) es el centro visible de la trama y el responsable del subtexto que debemos leer en esta historia, dejando ya claro que lo de Versace era una simple excusa para realmente hablar de personas atrapadas en sí mismas y  de aceptación en una época plagada de miradas inquisidoras por ser diferente.

Episodio 4 de El Asesinato de Gianni Versace: la última oportunidad de felicidad

Eso era David para Andrew. El rechazo y posterior muerte de Jeff llevará al arquitecto a un macabro viaje de ruta del que no saldrá con vida. ¿Por qué David no llamó a la policía? La siniestra ingeniería mental de Andrew tuvo mucho que ver, convenciéndolo de que la homofobia policial lo vería como responsable (y no podemos decir que eso no fuera a ser cierto).

Y en ese viaje volvemos al concepto de vergüenza que es ya leitmotiv del show. El episodio anterior preguntaba qué aterra más, si la muerte o “la desgracia” de verse ante el mundo como realmente se es. Esta vez David se pregunta algo similar, ¿tiene miedo de morir en manos de Andrew o su verdadero temor es lo que se dirá de él cuando eso suceda?.

Como todo lo que vemos es reimaginado por Ryan Murphy, el guionista Tom Rob Smith y el director Dan Minahan, al no haber nadie vivo que pueda relatar lo sucedido (la realidad es el mayor spoiler), lo ocurrido realmente tanto en el departamento como en la ruta es todo un misterio. De hecho, a ciencia cierta y a pesar de la postura que decide tomar la serie, nunca se supo si David era un rehén o un cómplice de Cunanan. La historia real no aporta más que el relato de un vecino, recogido por Maureen Orth en Vulgar Favors, recordando haber escuchado gritos y golpes.

Tal cual la serie destaca pese a cualquier cambio por necesidad dramática, la policía puso como principal sospechoso por el crimen de Jeffrey Trail justamente a Madson. Y lo que parece un accionar policial bastante pobre, resulta no ser tan ficcional: según el libro de Orth fue así, cometiéndose decenas de errores y hasta tardando en algo tan simple como identificar el cuerpo. Casi como si “por ser cosas gays” no importasen.

Huye!

Otra vez estamos ante un episodio que no parece de una serie de Murphy, medido para sus estándares y hasta respetuoso con las víctimas. El tono claustrofóbico de la primera parte, dando ganas de gritarle a la pantalla para que David huya, combinado con esa especie de viaje de descubrimiento personal que incluye una panorámica a la infancia del joven, dotan de una admirable extrañeza y humanidad al episodio 4 de El Asesinato de Gianni Versace.

Si bien el ir hacia atrás en el tiempo es una decisión que puede ser cuestionable, acierta en la manera de pintar al inquietante personaje de Darren Criss, a quien en un comienzo (que sería irónicamente el final) pudimos ver hasta con cierta simpatía, pero con esta exploración hacia el corazón de su inentendible odio provoca rechazo con solo mirarlo, por más lágrimas que le provoque escuchar Drive de The Cars.

Y olvidándose de Versace y el glamour por el que entramos al show, American Crime Story nos obliga a mirar a esas víctimas silenciosas de la homofobia y los prejuicios de los años ’90. No es algo cómodo ni lo que todos estaban esperando, pero no deja de ser algo más que válido, interesante y que como relato funciona.

El asesinato de Gianni Versace: American Crime Story, se emite los jueves a las 22hs por FX Latinoamérica.

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