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Final de Game of Thrones Temporada 5: hasta nosotros vamos a morir
El final de Game of Thrones Temporada 5 nos dejó en shock, como debe ser, consolidando a la serie como la más HDP obstinada en hacer sufrir a millones y millones de espectadores alrededor del mundo. Todavía no nos recuperamos de lo que vimos en Mother’s Mercy, último episodio del 5º año del show de HBO donde ningún protagonista tiene la continuidad asegurada. Tomemos un poco de aire e intentemos analizar lo que vimos.
Vamos, descarguen una vez más y listo: ¡¡¡¡NOOOOOOOOOO!!!!
¡Alerta Spoilers!
Es muy agotador psicológicamente ser fan de esta serie. Nadie nos paga por sufrir tanto (es más, pagamos nosotros) y seguimos firmes empalideciendo un poco más a cada capítulo. Pero empecemos por el principio, pues no sólo el cliffhanger final hizo salirse del pecho al corazón: la hora completa fue un eterno sufrimiento y no dio respiro a ninguna de las líneas argumentales.
Sacrificio en vano
En el episodio 9, The Dance of Dragons, Benioff y Weiss decidieron (supuestamente en conjunto con George R.R. Martin) llevarse la vida de la pequeña Shireen, un sacrificio (le dedicamos nota a toda la polémica alrededor, acá) al que accede Stannis Baratheon para poder torcer su suerte en la lucha contra los Bolton usurpadores de Invernalia. En un principio, al ver la nieve derretirse pensamos que nuevamente las cosas le salen bien a Melisandre y matar a la niña funcionó, pero unos segundos después nos damos cuenta que no fue así. La mitad de los soldados huyeron (¿cómo ser fiel a un gobernante que mata a su propia hija delante de todos?) y su esposa Selyse se suicida ahorcándose (no me digas que no festejaste porque no te creo).
Como si fuese poco, el ejército de los Bolton supera olímpicamente en número al de Stannis y la batalla (que no vemos, el presupuesto no da para tanto amigos, ya nos entregaron demasiado… sepamos disculpar) deja al que se creía todopoderoso malherido y sin chance alguna de sobrevivir. Brienne Of Tarth pasa por allí y se cobra la muerte de Renly sacando su espada y poniendo fin (creemos) a la vida de Stannis. Tachamos un candidato al Trono de Hierro. Un gusto haberte conocido, Stannis (no, mentira, bien muerto estas)
Más mala suerte que Sansa Stark
Nadie en este mundo tiene tan mal tino para todo. Decide finalmente escapar (usando el sacacorchos que le vimos robar hace unos capítulos) y prender la vela que alertaría a Brienne. Toda una temporada deseamos prenda la dichosa velita y, cuando lo hace, Brienne (anteponiendo como todos en este show sus deseos de venganza ante cualquier otro motivo) justo se da vuelta y no la ve. Enfrentarse a Miranda y Theon es otro escollo que debe superar. La amante de Ramsay está dispuesta a clavarle una flecha -no sin antes contarle que al bastardo Bolton solo le interesa que engendre un heredero y que podría mutilarle todas las partes del cuerpo no necesarias para tal fin- pero pasa lo que ansiábamos también hace mucho: el maldito Theon toma coraje de una vez y defiende a la familia. Arroja a la muchacha desde las alturas y muere. Un pequeño paso para Sansa, una gran alegría para la humanidad.
La venganza de Arya
Tal vez la línea más complicada de comprender. No nos termina de entrar en la cabeza (somos bastante duros) qué es lo que pasa con ese Dios de Muchos Rostros, pero no nos importa porque sirvió para que Arya tache un desgraciado de su listita de gente a matar: hoy, Meryn Trant.
Usando el rostro de aquella pequeña que vimos morir en el episodio 5×06, se mete en la alcoba del desagradable abusador de niñas y lo asesina violentamente. Gritamos como si fuese un gol de la selección a los brasileros a pesar de estar siendo testigos de un acto de violencia extrema. Sabemos que toda alegría nos dura lo que un suspiro pues haber usado un rostro para fin personal no le cae nada bien a Jaquen.
Arya ha quitado una vida que pertenecía al Dios y hay que compensarla: Jaqen H’ghar toma veneno y cae muerto al piso pero reaparece en lugar de la joven Waiff, y en el cadáver empiezan a aparecer uno y otro y otro y otro rostro hasta culminar viendo yacer a la propia Arya. Es que nadie es nadie. ¿Qué cornos pasa? ¡Con qué se drogan, guionistas? ¡Conviden! Para rematarla la más chica de los Stark se queda ciega. Explicame como enfrentamos un año entero sin saber qué onda con esto.
Dorne: el beso de la muerte
Esta parte de la trama fue un verdadero desastre durante los 10 episodios, una especie de novela de Televisa pero en HBO. Luego de las escenas de lucha peor coreografiadas de la tv, llegó el momento para que Myrcella vuelva a casa feliz y campante.
Nadie es feliz en esta serie, si… ya entendimos. Luego de abrazar a su padre (impagable el momento I am Your Father de Jaime Lannister) la joven se muere. Es que minutos antes Ellaria le clavó el beso que creíamos más desubicado de la historia, pero no: tenía su boca envenenada. Los hijos de Cersei siguen cayendo como profetizó esa bruja en el flashback del episodio 1. Queda Tommen, recen por él (nah, no recen nada).
Mereen: a falta de Reina, un enano al poder
Después del momento “Cómo entrenar a tu dragón” del capítulo anterior tenemos paradero desconocido para Khaleesi y Drogón. Jorha y Daario deciden salir a buscarla mientras la ciudad queda a cargo de Tyrion, Gusano Gris y Missandei. La temporada 6 arrancará con el enano gobernando una ciudad (con ayuda de Varys que como nadie sabe aparecer cuando tiene que hacerlo), y eso es algo que no podemos esperar por ver.
Mientras tanto Daenerys está impedida de volver a casa por las heridas del dragoncito (lo de “ito” está muy de más). Intenta forzarlo a que se levante y vuele pero el bicho no puede y no quiere. Te acaba de salvar, rubia, dejalo reposar que se lo ganó. Comienza una caminata tranquila para conseguir comida pero aparecen centenas de hombres a caballo que la rodean sin dejar posibilidad de que huya. ¿Quiénes son? ¿Dothrakis? Esperen 10 meses para saberlo, queridos amigos.
Desembarco del rey: ¡Vivan las tetas reales!
Cersei se ve obligada a confesar sus pecados, bueno, algunos pecados… si se pone a decirlos todos hay que agregar un par de episodios. El Gorrión Supremo la deja volver a casa a la espera de un juicio; previamente la humillan de la peor forma: le cortan el pelo y, a manera de expiación, la hacen recorrer desnuda el camino a la Fortaleza Roja mientras la muchedumbre le grita de todo menos linda, la escupen y dejan reducido a cenizas su porte de Reina. Una de las escenas más impactantes por su dureza que hemos visto no sólo en la serie sino en toda la televisión. Una caminata que parece eterna, un castigo que hasta logra conmovernos con todo lo que la odiamos por el mal que hizo.
Muchos están (estamos) preocupados por la manera voraz en que el show consume y elimina a los héroes: algo que toda serie debe tener y que lleva tiempo/temporadas elaborar para dejarnos luego a la deriva. No alarmarse: situaciones como estas demuestran que Game of Thrones sabe hacernos cambiar de opinión sobre en quién ponemos nuestras expectativas, sabe moldearnos a su antojo: lo ha hecho otra vez.
¿Quién recibe a Cersei al final del camino? La Montaña, revivida cual Frankenstein. Esto no quedará así, a ella no le hacés todo esto y salís sano y salvo.
El Muro: Cría cuervos…
Jon Snow regresó al Castillo Negro sabiendo que sus actos tendrían consecuencias. El hombre más odiado allí accede primero a que Sam se marche (junto Gilly y su bebé) para convertirse en Maestre. Sin aliados a su lado sentimos un frio corriendo por la espalda.
Los lectores de los libros sabían lo que vendría, o suponían porque demasiados cambios ha habido respecto a la saga como para estar seguros de que los muchachos de HBO se animarían a eliminar uno de los grandes protagonistas que quedan.
Y pasó: Ollie (esta serie logra que odies a un niño huérfano, así de macabros son) llama a Jon para encontrar la muerte en manos de miembros de La Guardia de la Noche. El pequeño hasta le da la estocada final. Nosotros, mudos; deseando que Melisandre lo reviva (unos minutos antes ella regresó al lugar tras la derrota de Stannis) pero no: pantalla negra y final de temporada.
Ojalá el Rey de la Noche venga y los mate a todos, desagradecidos, manga de insensatos.
El héroe que fue ensalzado y ascendido toda la temporada muere. ¿Muere? ¡MUERE! ¿Están todos locos? Esto no sucedió. ¿Pero va a volver, no? Que sí, por favor. Según palabras del propio Kit Harington a EW eso no sucederá.
Tuve una reunión con Dan Weiss y David Benioff y hablamos de ello. Me dijeron: “Mirá, has muerto, ya está hecho”. A decir verdad, nunca me habían hablado del futuro de las cosas en esta serie, pero esta es la única vez donde sí. Me sentaron y me dijeron: “Así es cómo es”. Si hay algo en el futuro que no sea así, entonces no lo sé, sólo está en las cabezas de David, Dan y George. Pero me han dicho que estoy muerto. No voy a volver para la próxima temporada. Eso es todo lo que puedo decir, la verdad.
¿Y entonces dónde nos metemos las teorías que elaboramos con tanto esmero? ¡¿Dónde?! La más popular de ellas, de la que hablamos acá, ¿se va por la alcantarilla? Somos incrédulos, aunque también pensamos que Ned Stark y tantos otros no estaban verdaderamente muertos y volverían. Seguimos sentados esperándolos.
Yo le creo a Sam que dijo hace tiempo «Jon siempre vuelve». Necesito creer. Tengo que creer. ¡We have to believe!
Un final brutal dirigido por el gran David Nutter, a cargo también de la fatídica Boda Roja en la temporada 2 y quien en palabras a The Hollywood Reporter se suma a la confirmación de la muerte de Jon. Un cierre demoledor de esos que no estamos acostumbrados ver aquí: generalmente LO IMPORTANTE ocurre en el episodio 9; el último capítulo ordena las piezas de cara a la próxima temporada. No suceden estos desastres. Pero este año han cambiado el esquema y decidieron dejarnos en estado catatónico.
Los libros han sido alcanzados y, de no publicarse una nueva novela antes de abril de 2016, todos enfrentaremos la sexta temporada en igualdad de condiciones. Los lectores podrán estar o no de acuerdo con las decisiones televisivas que llevaron a modificar el material de origen, pero lo cierto es que nada pareciese no haber encajado en los engranajes maquiavélicos del show. Un show que nos encanta y nos desvela al tiempo de transformarnos en masoquistas por seguir fielmente un espectáculo que te maltrata y que se entretiene retorciendo tus sentimientos a más no poder. Pero queremos más Game of Thrones. Abril de 2016, ¿falta mucho para que llegues?
