Game of Thrones 7×01: el comienzo del fin

Sin meter el pie en el acelerador -como pensábamos iba a ocurrir por la poca cantidad de episodios que quedan- la serie que todos estábamos esperando hizo su presentación. Llegó el evento televisivo del año: es tiempo de hablar de Game of Thrones 7×01, el regreso del tanque de HBO.

Game of Thrones 7×01: Dragonstone

Obviamente ¡SPOILERS!

No hubo que esperar créditos de apertura para que la acción inicie. Arya Stark (Maisie Williams) toma revancha por la fatídica Boda Roja que acabó con parte de su familia. Su “disfraz” de Walder Frey le permite acabar de un trago con los involucrados en la muerte de su madre y su hermano.

Cuando pregunten qué pasó, diles que el Norte recuerda

Nada le impedirá a la pequeña vengadora acabar con cada nombre de su lista, por lo tanto emprende camino hacia su próximo destino: matar a Cersei Lannister, como le cuenta con total serenidad a Ed Sheeran, quien se dispuso a presentar “una canción nueva” en la serie del momento (escena extraña, cuanto menos).

El inicio de la séptima temporada actuó como un perfecto engranaje, mostrando cada una de las piezas que forman el tablero sobre el que se desatará la guerra final: no quedó nada librado al azar y cada línea narrativa va construyendo el camino al inminente desenlace (solo 12 capítulos quedan, y empieza a notarse).

Nos habían anticipado que en Euron Greyjoy tendríamos a un villano que opacaría al mismísimo Ramsay Bolton. Llegado a Kings’ Landing con intenciones de aliarse/casarse con Cersei, el Rey de las Islas de Hierro posee barcos y fuerza (además de un afilado sentido del humor, como deja claro con su comentario sobre tener dos manos frente a Jaime). Lo que le falta es ganarse la confianza de la nueva líder de los 7 Reinos (bueno, 3… como mucho). Le traerá un “regalo” con el que le demostrará lo comprometido que está con la causa. ¿Qué será ese regalo? ¿La cabeza de qué personaje rodará?

Winter is Here

Caminantes acercándose (impresionante gigante zombie de por medio), Bran llegando al Muro, El Perro viendo -en su enemigo el fuego- a los White Walkers marchando a donde la pared de hielo se encuentra con el mar. La batalla entre los vivos y los muertos será crucial en lo que viene. Las peleas entre los hombres deben quedar en el pasado, y así lo entiende Jon Snow, pues la verdadera guerra se acerca desde el frio. Y en esa guerra solo un elemento podrá salvarlos: el vidriagón.

La esperanza viene por el lado de Sam. Sumido en una asquerosa rutina en la Ciudadela (notorio el montaje empleado por el director Jeremy Podeswa para mostrarlo, muy por fuera de lo acostumbrado en la serie), el muchacho llega a una conclusión que podrá ayudar a los buenos (suponiendo que los vivos lo sean): en Dragonstone yace una gran fuente de ese elemento indispensable. Y en Dragonstone, justamente, hace su aparición la Madre de los Dragones tras su largo viaje a través del mar.

Khaleesi llega a sus tierras para poner fin a Game of Thrones 7×01 y oficialmente iniciar el juego. Un juego que ya no solo es por el Trono de Hierro: es por la propia vida, aunque la mayoría ni esté enterado del infierno (invierno) que está a punto de desatarse.

Los personajes han mostrado sus alianzas pero principalmente sus debilidades y fortalezas. Se nos presentó -a ritmo esclarecedoramente lento- lo que está en juego y hacía dónde se moverá cada pieza del tablero. Es lo que necesitábamos para volver a entrar en cada arco argumental.

Es la progresión dramática, estúpido.

Cómo ha crecido cada personaje se hace notorio. Es aplaudible el trabajo de Benioff y Weiss a la hora de mostrar la evolución de cada criatura de la historia. Basta solo observar el previously del episodio (que merece un análisis aparte pues fue simplemente brillante) para sentir lo que estos 7 años han cambiado a nuestros protagonistas: la pequeña Arya bordea ahora lo siniestro; El Perro siente culpa por ese pasado donde le era natural robarle a una pobre familia y condenarla a la muerte, pero -sobre todo- ha comenzado a creer en algo más grande que él; Sansa ha aprendido a lidiar con Littlefinger; Jon perdona a los traidores siendo que no hace mucho obró de forma completamente opuesta.

Podríamos trazar una línea similar con cada uno de los personajes: el pasado ha quedado atrás y nadie puede aferrarse a él; el futuro (frio y oscuro futuro) es lo que interesa. Ellos lo saben, nosotros también. Todo está planteado: Game of Thrones 7×01 sutilmente, y puliendo esa estructura de darle a todos los personajes unos pocos minutos (algo que tantas críticas les ha traído), supo entregar una buena y contundente dosis de lo que mejor sabe hacer: hablar del poder y sus consecuencias. Ahora sí, ¿Comenzamos?

La frase del episodio: hubo muchas para enmarcar, pero sin dudas nos quedamos con esta.

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