Game of Thrones 7×04: Dracarys (y ESE final)

Capítulo de infarto, sí. El episodio condensó como nunca antes todas las emociones: siguen los reencuentros, la guerra no se detiene, fan service en los momentos justos, y… DRACARYS… una batalla que nos puso los pelos de punta. Analicemos Game of Thrones 7×04, la serie que dejó de ser un simple show televisivo para convertirse en todo un fenómeno cultural.

Game of Thrones 7×04: The Spoils of War

Obviamente, Spoilers

Empecemos por el reencuentro Stark. Tres hermanos han vuelto a unirse pero, claro, ya no son aquellos niños de la primera temporada. Muchos años han pasado, demasiados horrores han visto y vivido. Sin embargo, esos abrazos nos conmueven por más cortos que sean. Son un mimo también para nosotros, espectadores, que hemos sufrido con ellos.

Sansa (Sophie Turner) y Arya (Maisie Williams) vuelven a verse las caras en la cripta de la familia. Recordarán todos que las pequeñas nunca tuvieron la mejor relación.

Los abrazos igualmente se sintieron sinceros, por más que minutos después Sansa observe no con buenos ojos el combate de la pequeña con Brienne.

Es que Sansa siempre se sintió celosa -por decirlo de alguna manera- de su hermanita, la preferida de su padre Ned (si hasta remarca ella misma que Jon se alegró de verla, pero con Arya directamente le estallará el corazón). ¿Littlefinger se aprovechará de está situación?.

No me llamen más Bran El Cuervo de tres Ojos (Isaac Hempstead Wright), es el otro de los sufridos Stark en darse un abrazo con su hermana. Y si la semana anterior, con TACTO CERO, le dijo a Sansa que en sus visiones presenció la noche en que fue violada, a Arya le revela que sabe de su listita de la muerte.

¿Y la daga? ¿Qué diablos con esa daga?

Ni idea por qué Littlefinger le entrega a Bran la daga con la cual casi lo matan (allá lejos y hace tiempo, en los inicios de la serie). Lo bueno de esto es que nos ubica ante 2 puntos interesantes: 1- Arya con una daga de acero valyrio en sus manos (nos tranquiliza un poco, la verdad); y 2- las palabras que le escupe Bran a Petyr Baelish, “El caos es una escalera”, una de las frases más resonantes de Littlefinger en la temporada 3: estamos ante un momento clave en que Bran le deja claro que sabe de sus andanzas. Miedo. (Ampliamos la importancia de la daga, en ESTA NOTA).

El enemigo es real

Jon le muestra a Daenerys los dibujos realizados por Los Niños del Bosque en las cuevas de Dragonstone. En las paredes prehistóricas se encuentra dibujado el mismísimo Rey de la Noche. Sabemos que esos niños fueron los que dieron vida a los caminantes blancos, a manera de defensa contra el accionar de los primeros hombres… pero las cosas se les fueron bastante de las manos; y aquí nos tienen, con una amenaza que avanza a paso lento (estos white walkers se están tomando el recorrido con toda la paciencia del mundo).

Así como los Niños del Bosque y los Primeros hombres tuvieron que volver a unirse para luchar contra los caminantes, ahora otra vez deberán hacerlo todos los humanos. Daenerys parece entenderlo, aunque insiste en que Jon se arrodille. El orgullo habrá que guardarlo para otra ocasión, ahora el enemigo es real y hay que enfrentarlo juntos.

Sé un dragón

Daenerys se hartó del fracaso de sus planes. Es tiempo de acabar con las estrategias y poner el cuerpo. Esa decisión nos pondrá ante una de las escenas más espectaculares de la serie (y de toda la televisión).

El ejército Dothraki avanzando contra las tropas de Jaime Lannister es simplemente épico de ver. Para ponerle broche de oro, hace su entrada Daenerys montada en su dragón al grito de ¡Dracarys! El campo de batalla se transforma en un infierno, con soldados siendo reducidos a cenizas (literalmente). La pelea es bestial, el desastre es descomunal, el fuego arrasa con todo a su paso. La furia de La Madre de los Dragones alcanza su punto máximo, hasta que entra en escena la ballesta gigante que Cersei tenía reservada para sus alados enemigos.

Es Bronn el encargado de disparar y herir al enorme animal. Jaime ve la oportunidad de asesinar a la muchacha Targaryen. Mientras tanto, nosotros, todos de pie gritándole a la pantalla (si no lo hiciste, disculpame, no merecés haber llegado hasta estas líneas).

Bronn salva (¿salva?) a Jaime, quien cae al agua, hundiéndose con el peso de su armadura. ¿Es el fin de Jaime Lannister? Queremos creer que no, dudamos que el show se deshaga de Nikolaj Coster-Waldau en este momento (por más que el trailer del 7×05 se esfuerce en no mostrarlo). Pero a fin de cuentas esto es Game of Thrones y cualquier cosa puede pasar. Lo único seguro es que estaremos hablando de ello hasta el próximo domingo.

Algunas notas al pie

– El otro reencuentro, el de Jon y Theon. Allá por la primera temporada, el Greyjoy bastardeaba a Snow por su, valga la redundancia, condición de bastardo. Nunca te rías del desvalido, que mañana puede ser el Rey del Norte y vos un simple cobarde. Recuerden siempre este mensaje.

– En su despedida, Meera recuerda las muertes de su hermano y de Hodor. Alcáncenme los pañuelos. Hold the Door, por siempre en mi corazón.

– Daenerys indagando en qué “cositas” hizo Missandei en la cama con Gusano Gris. Porque no hay guerra sangrienta que impida querer saber cómo se las arregla el eunuco.

Game of Thrones se emite los domingos a las 22hs por HBO Latinoamérica

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