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Alta Peli

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Hace un año nos dejaba Breaking Bad: sobreviviendo sin el Sr. White

¿A quién no lo dejaron alguna vez? Y no se me hagan los/las ganadores/as que nunca les pasó porque no hace falta que nos mintamos. Sabrán entonces que hay unas etapas post-abandono que todos vivimos casi sin darnos cuenta, en algunos ese proceso en 5 pasos se desarrolla más lento, otros lo superan más rápido, pero están ahí interpelándote en silencio.

Lo que nos hizo Breaking Bad se asemeja a una ruptura. Y nos cuesta entenderlo: nos abandonó cuando más enamorados estábamos de ella. En el mejor momento. Cuando sentíamos que podríamos vivir toda la vida juntos. Que era “the one”, la elegida, que te llenaba y generaba cosas que nadie antes había logrado.

Pero se fue y nos dejó hace exactamente un año, un 29 de septiembre de 2013 que recordaremos siempre como una estaca clavada en el corazón.

Y esas 5 etapas del duelo están presentes en cada uno de los fans. Cómo acá también somos psicólogos, te las pasamos en limpio porque tal vez no eres consciente de estar atravesándolas.

1º Etapa: Negación

Es la fase en que el corazón nos gobierna cuando debería hacerlo nuestra cabeza. Estamos confusos. Sabemos que Breaking Bad terminó, pero no lo creemos. Nos pusimos a ver Felina, ese maravilloso episodio final, una y mil veces para seguir teniéndola cerca nuestro. Esperamos desesperados la semana siguiente para tener el nuevo capítulo y como no llegó nos clavamos Ozymandias otra vez.

Nos negamos a desprendernos, leímos artículos, debatimos en foros, fuimos al Banco y le hablamos a la cajera de Breaking Bad para, como ella no sabía de qué cornos le hablábamos, tratar que se enganche incluso aunque los demás en la fila no pararan de putearnos.

No tuvimos otro tema de conversación, nos miraron juzgándonos pero no nos importó. Breaking Bad no se fue, estábamos convencidos.

2º Etapa: Ira

Nos enojamos con Vince Gilligan, con AMC, con Dios y con el Diablo. ¡Una temporada más esto aguantaba! ¡¿Qué pasó con Huell ahí sentado?! Le reprochamos haberse ido y dejarnos así, destrozados, sin futuro posible, porque nada de lo vendría podría reconfortarnos y seguiríamos así, hundidos de por vida. ¡Una vez que nos habíamos enganchado tanto! ¡Una vez que logramos la miren nuestros viejos! ¡Por tu culpa Vince, por tu fucking culpa!

Sólo quisimos ir y romper todo Albuquerque. Le buscamos el error aunque sabíamos lo estábamos inventando porque Breaking Bad fue perfecta; minutos después nos odiamos tanto por haber desconfiado un minuto de ella.

3º Etapa: Negociación

Dicen los que saben que esta etapa está muy relacionada con la negación anterior. Prometemos espejitos de colores con tal que quien nos dejó vuelva. Es aquí cuando hacemos la revisión de la serie: la arrancamos de cero otra vez con la esperanza que las cosas van a ser distintas en ese momento del final, que para ese entonces habrá más episodios, que una sexta temporada habrá sido confirmada y todo lo sufrido será apenas un gracioso recuerdo. Nos creemos también que Walter White vive, que no murió. Cualquier cosa con tal de no despegarnos.

Si hasta llegamos a convencernos que Better Call Saul va a estar buenísimo ¡si tendrá cameos de Bryan Cranston y Aaron Paul! ¡va a ser la serie del año! y sentiremos con ella que Breaking Bad, su esencia, sigue ahí. Hasta eso.

4º Etapa: Depresión

Hartos estamos de sentirnos mal. Cansados, exhaustos de llorar. Nos encerramos y vemos decenas de otras series (que no nombraremos porque sería de poco caballeros) para tratar de reemplazarla. Pero bastan unos capítulos para darnos cuenta que no le llegan ni a los talones.

Perdemos el hambre, sentimos que solo la meta azul de Heisenberg puede saciar nuestro sentimiento de desesperanza. Nada volverá a ser igual, lo sabemos. Todo el tiempo y la pasión que invertimos fueron en vano, fueron una vil mentira, Skyler es una mierda, los bitches de Jesse Pinkman nos generan una inmensa tristeza. Acariciamos los DVD’s de la primer temporada y las lágrimas ruedan por nuestras mejillas. Sabemos que no volverá y nos duele.

Es fundamental en esta etapa la ayuda de los amigos, que en vez de decirte “no estés triste, es sólo una serie” ponen sin largar palabra un episodio de True Detective para tratar de animarte porque te conocen y saben que en el fondo te va a ayudar.

5º Etapa: Aceptación

Nos tranquilizamos. Pasa lo que pensamos no llegaría nunca: dejamos de llorar. Una sensación de paz nos invade. Hacemos las pases con nosotros mismos y con quien nos dejó: hay un camino por delante, Breaking Bad finalizó, terminamos, pero entendemos que está bien que así sea. Que era necesario por el bien de ambos, que es mejor terminar así que convertida en Dexter, en True Blood o en tantas otras.

Nos abrimos a nuevas posibilidades siempre recordando las huellas que dejó en nosotros. Entendemos que la vida sigue, que más series vendrán no a llenar su hueco sino a complementarlo. Que Breaking Bad fue algo genial y hay que dejarla ir.

Heisenberg y los suyos nos dejaron hace justo un año y es momento de aceptarlo. Tal vez te lleve más tiempo o ya cerraste tu duelo, pero este momento en que todo tiene sentido llegará y, te aseguro, no tendrás nada que reprocharle. Encontrarás en el zapping un episodio repetido en AXN y no sentirás tristeza.

Breaking Bad nos formó en su compleja perfección, nos entretuvo con su magia, nos puso los nervios de punta, nos desesperó, nos enseño a amarla. Y se fue, así como vino, como las grandes cosas que no duran para siempre pero a las que le estaremos eternamente agradecidos.

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  1. Pingback: El Camino, una película de Breaking Bad | Crítica AP

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